Larrañaga sin miedo

Podrá perder elecciones, padecer escisiones de su sector y sufrir ante la derrota, pero hasta ahora nunca lo han doblegado. Es casi imposible imaginarlo tirando la toalla. Su carrera política, con altos y bajos, se parece a una lucha inclaudicable por la supervivencia del más fuerte. 

En la noche del 16 de julio volvió a hablarle a la ciudadanía para defender la campaña para Vivir sin Miedo. Una iniciativa de reforma de la Constitución que nació de su intuición política y de su trabajo en la calle. Larrañaga se rebeló ante la indiferencia del gobierno y el fracaso de las políticas públicas contra la inseguridad que sufre la población, juntó firmas y ahora será el pueblo en las urnas quien defina si lo acompaña o no. 

“Esta reforma no va contra ningún derecho, va contra la delincuencia. Esta reforma genera nuevos instrumentos para proteger los derechos humanos de los uruguayos, que todos los días son agredidos por la delincuencia”, sostuvo durante la cadena nacional.

“No se puede seguir así. El país necesita orden. Salimos a buscar firmas para respaldar un proyecto con normas que defiendan a la gente honesta. Le presentamos a los uruguayos una reforma de cuatro puntos, precisa y contundente”, dijo Larrañaga en un mensaje grabado que duró poco más de 9 minutos.

La reforma, que recogió más de 400.000 firmas para convocar a la consulta popular, propone crear una guardia nacional con militares que cumplirán funciones policiales. Además, habilita los allanamientos nocturnos de los hogares para atacar a los traficantes de drogas, obliga a cumplir las penas establecidas por la Justicia y establece la prisión perpetua para los delitos más graves, revisable transcurridos los primeros 30 años de condena.

“Esta es la única propuesta real y concreta para cambiar la realidad en que vivimos”, dijo al final del mensaje, invitando a todos los ciudadanos a ensobrar el último fin de semana de octubre la papeleta del SI. 

Un Larrañaga en estado puro vuelve a la pista a pocos días de haber sido vapuleado en las elecciones internas obteniendo un tercer lugar. Apelando a sus mejores artes sale a defender las firmas recolectadas y a promover la reforma de la Constitución. 

Políticamente está solo, ni el Frente Amplio, ni el candidato de su partido Luis Lacalle Pou y ni siquiera el líder de Cabildo Abierto, el excomandante en jefe del Ejército Guido Manini Ríos lo acompañan en la iniciativa. La posición de Manini es sintomática y echa por tierra a los argumentos facilistas y tontos que sostienen que con la reforma propuesta Larrañaga favorece el retorno de los militares.

Pese a que no supo traducir en votos en las internas la enorme cantidad de respaldo popular que obtuvo con las firmas, Larrañaga vuelve a resurgir y a dar la cara por su reforma que, de aprobarse en octubre, lo tendrán como único y legítimo ganador; como el político que supo interpretar a su pueblo y que le dio la posibilidad de reformar la Constitución al mismo tiempo que expresar la rabia y el descontento por la insensibilidad del gobierno ante la inseguridad rampante.