Tras el golazo que le convirtió a Peñarol este domingo en el triunfo de Nacional 3-1 en el Parque Central, Luis Suárez hizo su festejo tradicional, señalando a su esposa e hijos y besándose sus dedos, pero en esta ocasión agregó un plus a su celebración.
Se trató de una situación curiosa: quedó en cuclillas, y luego diciendo "yo no, yo no", como forma de negar el gesto que había intentado transmitir.
¿A qué se debió ese festejo? Existen dos teorías sobre esa celebración.
La primera es que se trató de una respuesta del goleador a las declaraciones del expresidente de Peñarol, Jorge Barrera, quien, en la semana previa al clásico, aseguró que el goleador histórico de la selección "es un buen recambio para Darwin Núñez (en el combinado)", el delantero surgido de las divisiones juveniles de Peñarol que hoy es un jugador importante en Liverpool de Inglaterra.
"Si me preguntás hoy, creo que todos estamos de acuerdo en que el '9’ titular de la selección es Darwin Núñez. Hasta el más hincha de Nacional opina eso, pero Suárez es un muy buen recambio para el Mundial y es un muy buen suplente para Darwin. Tiene que estar en forma, ojalá que haga un gran Mundial, en caso de que se necesite o Darwin tenga algún recambio", declaró en Sport 890.
La otra teoría es que el goleador simulaba estar deponiendo, y que él no le tiene miedo a convertir goles en un partido de la trascendencia de un clásico.
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