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4 de junio 2023 - 22:54hs

La selección sub 20 de Uruguay se metió en semifinales del Mundial de Argentina al derrotar con autoridad este domingo al que era el mejor equipo del certamen, Estados Unidos. 

Uruguay logró su boleto entre los cuatro mejores por la actitud valiente de su entrenador, Marcelo Broli, de ir a buscar el partido a pesar de las importantes bajas que tuvo el equipo: Matías Abaldo y Andrés Ferrari por lesión, Luciano Rodríguez por suspensión.

Más allá del plan, en la cancha, los jugadores rindieron en forma sobresaliente. En lo colectivo y en lo individual.

EFE/ Juan Ignacio Roncoroni Anderson Duarte, hombre gol en las difíciles

El plan de juego de Broli

Lejos de la idea de refugiarse en defensa, ceder la iniciativa y apostar al contragolpe, Uruguay fue a buscar el partido. 

Le tocó sufrirlo en los primeros 15' cuando Estados Unidos se adueñó del balón, avanzó en el terreno y ensanchó el frente del ataque para intentar desbordar a la defensa celeste. 

Pero cuando paró el temporal, Uruguay le contestó la posesión a Estados Unidos, arriesgó al sacar el balón bien jugado del fondo, revirtió el dominio territorial y empezó a atacar con su estilo más vertical y profundo. 

Una brillante conexión a tres bandas entre Alan Matturro, Anderson Duarte y Juan Cruz De los Santos generó el primer gol, que fue un golazo. 

Una muestra en esencia del poderío ofensivo del fútbol uruguayo: verticalidad, profundidad y técnica en velocidad. 

El gol fue todo un cimbronazo para Estados Unidos que recién sobre el filo del primer tiempo, a través de un córner, generó su primer tiro al arco y ocasión de peligro. 

Estados Unidos llevaba cuatro partidos jugados, cuatro ganados, 10 goles a favor y ninguno en contra. Era el mejor equipo del torneo. 

Uruguay le manejó la pelota, se animó a salir jugando desde el fondo con un Fabricio Díaz muy mejorado y dos ruedas de auxilio con las que Broli reforzó el medio al ver disminuido por bajas su ataque. 

EFE/ Juan Ignacio Roncoroni Fabricio Díaz recuperó su gran nivel

Ignacio Sosa jugó un partidazo. Corre, marca y la juega siempre redonda. 

EFE/ Juan Ignacio Roncoroni Ignacio Sosa

Rodrigo Chagas cubrió los espacios, defendió con notable aplomo y colaboró en la circulación de la pelota. 

EFE/ Juan Ignacio Roncoroni Rodrigo Chagas, símbolo de la solidaridad celeste

A esa fortaleza, Uruguay le sumó un factor que trasuntó en un abrumador peso psicológico sobre el rival. 

Después de la ventaja, la celeste siguió presionando alto con sus tres puntas y los volantes intentando asfixiar el armado de juego del equipo de Mikey Varas. 

Entonces, los norteamericanos no pudieron pasar esa línea de presión generando riesgo ni ganándole la espalda a los volantes uruguayos. 

Pero además se vieron dominados y esa mochila no se la pudieron sacar en los 103 minutos que tuvo el juego. 

Otra corrida de De los Santos, que fue la mejor figura del partido, generó el 2-0, un autogol con aire a blooper del rival. 

EFE/ Juan Ignacio Roncoroni De los Santos fue imparable

Ahí sí, Uruguay cedió pelota y terreno y concentró fuerzas en la defensa del área. La posesión retrocedió hacia un 31%. 

El físico y la desventaja de 48 horas de descanso, hicieron crecer a Estados Unidos que a través de la potencia de Cade Cowell se arrimó con tres remates peligrosos. 

Pero Randall Rodríguez sigue en un nivel excepcional y la línea de cuatro final respondió a nivel gladiadores. 

EFE/ Juan Ignacio Roncoroni Randall Rodríguez y Damián García

Mateo Ponte terminó lesionado y corriendo en una pierna como puntero derecho. Chagas le cubrió el puesto en una demostración emocionante de solidaridad. 

Sebastián Boselli juega a nivel de mejor zaguero del Mundial. Facundo González es un complemente perfecto. 

EFE/ Juan Ignacio Roncoroni Sebastián Boselli contra Diego Luna

Y Matturro. Maturro... ¡Què jugador! Modo bestia. Músculo del equipo. Una mole que clausuró su zona y que se proyectó siempre con criterio en un puesto donde recién se está haciendo tras formarse como enganche y afirmarse en inferiores y saltar a Primera como zaguero. 

EFE/ Juan Ignacio Roncoroni Alan Matturro, modo bestia

Asñi cerró el partido Uruguay. Así tumbó a pesar de todas las desventajas que dio al gran candidato que había asomado tras las cuatro primeras fechas. 

Por los cinco del fondo. Por el buen pie del mediocampo. Por la presión de la primera línea defensiva que fue el ataque y por lo que aportaron en ataque esos delanteros. El uno contra uno de De los Santos, la movilidadad y la pegada de Anderson, el buen pie de Cepillo González, en un partido donde el juego no pasó tanto por él, como sí se dio en el segundo tiempo contra Gambia. 

EFE/ Juan Ignacio Roncoroni El Cepillo González

Ganó Uruguay y se viene Israel. Los lesionados no estarán. Luciano Rodríguez depende de lo que diga FIFA por su leve codazo ante Gambia donde fue bien expulsado, aunque el golpe que ameritó la roja no fue de extrema gravedad. Además, Ponte terminó contracturado. 

Los israelías tumbaron a Brasil y despacharon a Uznekistán en la hora. Vienen con el pecho inflado y son nuevos en Mundiales sub 20. Son la gran revelación del certamen. 

Uruguay es y será Uruguay. Con los que estén, el esfuerzo -eso que por estas latitudes jamás se negocia- estará asegurado y la lucha por el pase a la final, también. 

 

 

 

 

 

Temas:

Selección juvenil uruguaya Mundial sub 20 2023

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