Las lluvias y las heladas amenazan con disparar los precios de algunas verduras

Ese escenario adverso para el consumidor ya se apreció al inicio de esta semana, cuando se registraron aumentos en varios rubros, aunque en este caso como consecuencia de las persistentes e intensas lluvias que hubo durante el mes pasado.

Desde la mirada del consumidor, lo positivo es que los incrementos ocurrieron con una magnitud menos relevante que en otros inviernos, lo que obedece a que la demanda está retraída.

Por ejemplo, el año pasado hubo dificultades productivas y al mismo tiempo todo el mundo andaba buscando morrones y así llegó a $ 400 el kilo, ahora no están esas dificultades y la gente no está desesperada por los morrones y el precio es $ 80 el kilo.

Remo Di Leonardi, productor y secretario general de la Confederación Granjera del Uruguay, dijo que “los problemas por las lluvias y los fríos gélidos son puntuales, en algunos rubros, el mejor ejemplo es la lechuga que no se encuentra” y que a la vez “hay casos como morrones y tomates de muy buena oferta en cantidad y calidad”.

Daniel Rodríguez, propietario de la cadena de venta de frutas y hortalizas San Freskito, admitió que “arrancamos esta semana con algunas subas y lo que hace que esas subas no sean mayores, que los precios no se disparen como otras veces, es que el poco consumo que hay”, reflexionó el comerciante.

Juan Samuelle

Con base en un relevamiento realizado por El Observador este lunes el precio de la lechuga subió en promedio un 25%, dado que estaba en el eje de $ 35 y está en unos $ 45 la unidad, aunque vale precisar que hay una gran variedad de precios que dependen de la calidad y el sitio de venta, existiendo casos que llegan ya a los $ 50.

Las intensas heladas que hubo en las últimas 96 horas, con algunos registros de cerca de -10° C a nivel del suelo en algunas granjas, hacen que no se pueda concretar una adecuada plantación de campo que permita tener frutos dentro de algunas semanas. Con base en eso se puede avizorar algún aumento importante para el tramo final de julio, especialmente en las hortalizas de hoja.

Por eso, dijo Rodríguez, “en ese momento el que pueda sacar lechugas desde un invernáculo tendrá un producto que puede valer una fortuna”.

Reiteró que “el daño por los fríos grandes que tenemos se va a notar, pero más adelante, lo que ahora estamos arrastrando es el impacto de todas esas lluvias que hubo el mes pasado”.

En uno de los puestos de San Freskito ayer el precio de la cebolla y el de la zanahoria por kilo pasó en ambos casos a $ 45, cuando estaba a $ 35; el zapallo kabutiá –cuya bolsa le costaba al comerciante $ 380 y debió pagarla ya a $ 780 al minorista– por kilo pasó de $ 19 a $ 35.

Juan Samuelle

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Di Leonardi comentó que “es natural” que haya alguna afectación, sobre todo en algunos rubros de verduras de hoja, porque primero las lluvias intensas ocasionaron asfixia radicular y muerte de la producción y ahora a las nuevas plantaciones están soportando “fríos gélidos”. Lo bueno, mencionó, es que se trata en el caso de la lechuga de un ciclo corto, en 30 a 45 días si no hay nuevos contratiempos puede haber nueva producción.

Pese a los incrementos, en líneas generales el consumidor en este invierno está pagando menos por la mayoría de los rubros que lo que lo hacía a esta altura del año pasado.

Hay casos especiales, como la manzana, que se puede comprar a un precio relativamente bajo, $ 50 el kilo, cuando debería haber subido porque nos estamos alejando de la última cosecha, pero la suba está próxima y ocurrirá no bien se active la venta del producto procedente de cámaras con atmósfera controlada.

Juan Samuelle

En el reporte divulgado este lunes por el Observatorio Granjero, indicador de la Comisión Administradora del Mercado Modelo y de la Dirección General de la Granja del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, se indicó que en la operativa de este lunes en el principal centro de comercialización hortifrutícola hubo 17 rubros que tuvieron precios al alza a nivel mayorista y solo uno, el repollo, operó a la baja. Las subas se manifestaron en acelga, albahaca, brócoli, lechuga, nabo, puerro, rabanito, calabacín, cebolla blanca, zapallo Kabutiá, ajíes catalanes, berenjena, chaucha, morrón rojo, pepino, zapallito y frutilla.

Marcelo Umpierrez

Temidas y esperadas

Las heladas son temidas, pero también esperadas en el sector productivo.

En ganadería, detienen el crecimiento de las pasturas y afectan sus valores nutricionales, pueden generar hasta la muerte en animales recién nacidos como terneros y corderos, pero a la vez orean el campo, secan el barro, ayudan a evaporar excesos de agua y a normalizar la humedad, fortalecen el enraizamiento de las pasturas para luego fijar el nitrógeno del medioambiente cuando vienen las lluvias, son positivas para el manejo sanitario y eliminan agentes dañinos, como lombrices.

En granja, si bien dificultan los manejos y desarrollos a nivel de cultivos de campo, hay frutas como pera y manzana cuyas plantas tienen un requerimiento de cantidad de horas de frío. Y son buenas para un control natural de insectos.

En agricultura, juegan a favor en las etapas iniciales de los cultivos de invierno, como sucede ahora en campos con trigos y cebadas, favoreciendo la sanidad.

En general, sostienen los productores, “es mucho mejor que haga frío en invierno a que no lo haga”.