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Los fiscales que trabajan más y menos en función de los casos de delincuentes imputados
"La sociedad que paga sus impuestos para que nosotros desarrollemos nuestro trabajo nos juzga por eso, por la calidad y la cantidad de las imputaciones. Esa es nuestra tarea. Asumámosla", había dicho este lunes el fiscal de Corte, Jorge Díaz, durante la ceremonia de traslado y asunción de nuevos fiscales en el interior del país. Allí, ante la prensa y los nuevos representantes del ministerio público, reconoció que "algunos fiscales" con la misma cantidad de delitos para investigar que otros, logran resolver menos casos y por tanto dejan delincuentes libres, un tema que, según agregó, se está trabajando.
El comentario cayó de forma dispar en distintos fiscales del país. Para quienes tienen una buena cantidad de imputaciones en su haber, el mensaje resultó neutral y hasta comprensible. En cambio, generó molestias entre quienes muestran los peores números.
Fuentes de la fiscalía dijeron a El Observador que en aquellos lugares donde se detectaron problemas por el bajo número de formalizaciones (delincuentes llevados a la Justicia para ser imputados de las que pueden salir condenados, con prisión preventiva, prisión domiciliaria o con suspensión condicional del proceso) se ofreció apoyo a los fiscales a cargo, lo que puede ir desde enviarle un funcionario que lo ayude con el papeleo hasta ayuda con el sistema informático. Si este tipo de ayuda no logra mejorar los números, se adelantó que se tomarán medidas aunque no se precisó de qué tipo.
Los fiscales con mejor y peor nota
El fiscal con más formalizaciones de Montevideo –y del país- es de flagrancia de 9° Turno, Fernando Romano. Su fiscalía –que hasta marzo estuvo a cargo del exfiscal y hoy dirigente del Partido de la Gente, Gustavo Zubía- llevó adelante 278 audiencias de formalización entre noviembre de 2017 y octubre de 2018, según datos públicos de la Fiscalía General de la Nación.
Si bien Zubía estaba entre los fiscales que llevaba más casos a las audiencias de formalización, a partir de que ingresó Romano en marzo, el promedio de audiencias mensuales a los que llegaba esa fiscalía se incrementó.
Detrás de Romano, se encuentra la Fiscalía de 2° turno a cargo de Carlos Negro con 254 formalizaciones y la de 1° turno que entre noviembre 2017 y octubre 2018 estuvo a cargo de la fiscal Stella Llorente, quien en noviembre de 2018 fue trasladada a la fiscalía especializada en drogas de 2° turno.
Las fiscalías de flagrancia son aquellas a las que la policía llama cuando se detiene a un delincuente que acaba de cometer el delito y por lo tanto son las que concentran la mayor cantidad de investigaciones. Es por ello que es de esperar que estas fiscalías muestren cifras de formalizaciones superiores a las especializadas, que investigan denuncias de delitos sexuales, homicidios, estupefacientes o lesa humanidad.
Sin embargo, la fiscalía de estupefacientes, a cargo de Mónica Ferrero, realizó entre noviembre de 2017 y octubre de 2018, 264 audiencias de formalización, una cifra solo superada por los datos del fiscal Romano.
En tanto, la fiscalía de Montevideo que mostró los peores números en el período analizado fue la de flagracia 14°, a cargo de Carlos Reyes, con 120 audiencias. Si bien esta fiscalía fue creada el 5 de febrero - cuando se agregaron más fiscalías de flagrancia ante la necesidad de redistribuir el trabajo- y no el 1 de noviembre como la de Negro o Romano, los números siguen siendo bajos si se la compara con las otras creadas en febrero de 2018.
La fiscalía de flagrancia de 13° turno, a cargo de Rodrigo Morosoli, que también fue creada el 5 de febrero registró 209 audiencias (74% más denuncias llevadas ante la justicia que la fiscalía dirigida por Reyes).
Reyes ya no está a cargo de la fiscalía de flagrancia de 14° turno, puesto que fue trasladado a la fiscalía de adolescentes. En su lugar quedó la anterior fiscal de Pando, Sylvia Lovesio, quien asumió en el cargo este lunes.
Interior
Más allá de Montevideo, también existe una brecha entre los casos que fiscales de los departamentos del interior lograron transformar en imputaciones. El caso más evidente es el de Canelones, donde la fiscal Alicia Schiappacasse (1° turno) logró 120 audiencias de formalización, mientras que Mónica Castro (2° turno) 57 (la mitad).
En Rocha, en tanto, la fiscalía de 1° turno que estuvo a cargo de Schubert Velazquez hasta que en noviembre de 2018 se trasladó a Maldonado, registró 112 audiencias de formalización en esos once meses, mientras que su colega, de la fiscalía de 2° turno, Patricia Sosa, tuvo 79 (41% menos). Sosa ya no está al frente de esta fiscalía porque se jubiló el pasado 31 de diciembre.
En Lavalleja, en tanto la fiscalía de 1° turno –que hasta octubre de 2018 estuvo a cargo de Gabriela Yanieri- llevó adelante 85 audiencias de formalización, contra las 57 de la fiscalía departamental de 2° turno a cargo de Gabriela Sierra (casi la mitad). Yanieri fue trasladada este lunes hacia la fiscalía de Toledo, mientras que Sierra permanece en su cargo.
También hubo notorias diferencias en Artigas, donde la fiscalía de 1° turno registró 72 casos imputados, contra los 109 de la fiscalía de 2° turno, donde Ana Dean estuvo hasta este 4 de febrero, que asumió como Maldonado. La fiscalía de 1° turno cambió tres veces de titular entre 2017 y marzo de 2018.
