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Guillermo Maciel, el asesor en seguridad que dejó el Partido Colorado para unirse a Lacalle Pou y terminó enredado en el caso Marset
Luis Alberto Heber y Guillermo Maciel se reunían todas los mediodías para hacer una puesta a punto de temas importantes y una vez por semana participaban de reunión de gabinete con los otros jerarcas políticos y policiales del Ministerio del Interior. Con la llegada de Heber a la cartera, Maciel pasó a tener mucho más protagonismo del que le había dado Jorge Larrañaga, con quien si bien llegaron a tenerse afecto, no le daba cabida en su mesa chica de hombres de confianza.
Maciel había abandonado el Partido Colorado para apoyar la candidatura de Luis Lacalle Pou y como ya tenía experiencia en este ministerio el presidente lo designó como número dos de Interior hasta que este sábado, al volver de su viaje a Estados Unidos, el presidente le aceptó la renuncia, por haber quedado involucrado en la maniobra por la que, según reveló la ex vicecanciller Carolina Ache, se intentaron ocultar a la Justicia los chats que ambos intercambiaron en relación al narcotraficante Sebastián Marset.
Maciel, doctor en Diplomacia y Abogacía, ya se había desempeñado antes en el Ministerio del Interior durante el gobierno del ex presidente Jorge Batlle, cuando fue director general de esa secretaría de Estado, entre 1999 y 2005, junto a Guillermo Stirling. También había sido consultor en el área se seguridad por más de 20 años.
Además fue director del Observatorio de Seguridad de la Fundación Propuestas, más conocida por su abreviación –Fundapro–, un organismo que funcionó dentro de la órbita del Partido Colorado, sobre todo del sector Vamos Uruguay, de Pedro Bordaberry.
Durante el gobierno del Frente Amplio, Fundapro publicó con periodicidad una cifra paralela a la oficial con la cantidad de asesinatos, lo que generó varias polémicas con el entonces ministro del Interior, Eduardo Bonomi, y la cúpula de la cartera de seguridad de esa época.
Su nombre cobró notoriedad cuando se dio a conocer que el gobierno había otorgado un pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset mientras este se encontraba detenido en Dubái. Tras obtener una sentencia favorable de la justicia emiratí, Marset huyó y tiempo después se estableció en Bolivia, desde donde siguió operando. Como es sabido, el narcotraficante está prófugo luego de escapar de las autoridades de ese país.
Maciel, además, se ubicó en el centro de la polémica cuando se conoció que había había advertido a Ache el 3 de noviembre de 2021 que Marset "era un narco muy peligroso y pesado", intercambio que se produjo antes de que se otorgara el pasaporte. En el gobierno, sin embargo, insisten en que el documento debía ser expedido debido a que era lo que marcaba la ley, en parte con base en un decreto aprobado en 2014 sobre la expedición de pasaportes.
Este miércoles en Fiscalía, Ache declaró que desde el gobierno se quiso ocultar ese intercambio que tuvo con Maciel y que en una reunión que ambos mantuvieron –a pedido del presidente– con el asesor Roberto Lafluf les pidió que los borrara, a lo que ambos accedieron.
El pasado lunes, Maciel declaró ante el fiscal Alejandro Machado y dijo que no haberle entrado el pasaporte o haberlo cajoneado hubiera configurado un delito de abuso de funciones.
