Moody's divulgó este miércoles un reporte sobre el sistema bancario uruguayo y señaló que la calidad de los activos de las instituciones seguirá siendo estable, beneficiándose de un repunte de la economía.
La calificadora expresó que si bien la competencia disminuirá la rentabilidad de los bancos dadas las tasas de préstamos más bajas, la depreciación del peso dará apoyo a sus ganancias.
Expuso que la perspectiva para el sistema bancario uruguayo es estable con base en la expectativa de que las ganancias de los bancos crecerán este año y en 2020, aunque a un menor ritmo que en 2018.
“El repunte de la economía uruguaya propiciará el crecimiento de los préstamos, con una recuperación del crecimiento del PIB real previsto en 2.5% para 2020, desde 0,5% en 2019”, dijo Alexandre Albuquerque, vicepresidente de Moody’s.
Añadió que la capitalización de los bancos seguirá siendo robusta con relación a otros sistemas bancarios de la región, aunque una menor rentabilidad reducirá el crecimiento del capital mediante la retención de ganancias.
La calificadora explicó que la calidad de activos de los bancos uruguayos se está recuperando tras algunos desafíos asociados con un menor crecimiento y dificultades en el sector agropecuario. A su vez, indicó que las ganancias siguen beneficiándose de la depreciación del peso, aunque los márgenes se comprimirán a medida que se intensifica la competencia por préstamos minoristas.
En ese sentido, dijo que los depósitos a la vista denominados en dólares seguirán siendo la principal fuente de financiación de los bancos, ya que se espera que el peso continúe depreciándose en los próximos 12 a 18 meses.
Agregó que la preferencia de los ahorristas por los depósitos en dólares contribuye a la rigidez de la estructura de financiación de los bancos uruguayos, que apenas ha cambiado en los últimos cinco años. En ese sentido, informó que en setiembre de 2019, los depósitos en moneda extranjera representaban el 76.8% de los depósitos totales y el 80.9% de los depósitos de los bancos privados.
Moody's sostuvo que tanto el financiamiento como la liquidez seguirán siendo robustos, y una alta liquidez ayudará a contrarrestar los riesgos de financiamiento que surgen de la preferencia de los ahorristas por dólares estadounidenses.
La calificadora prevé que el nivel de mora aumentará moderadamente, ya que se espera que los bancos mantengan sus estándares conservadores de suscripción de préstamos en vista de un nivel de desempleo persistentemente alto.
Pronosticó que el crecimiento de préstamos minoristas impulsará la mora a 3,6% en 2020, desde 3,3% en el tercer trimestre de 2019, respaldado por las amplias reservas para pérdidas crediticias de los préstamos.
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