Moscú lanzó una nueva ofensiva con drones y misiles sobre Kiev y la región de Vinnytsia

“Las baterías de defensa antiaérea ucranianas derribaron varios misiles rusos sobre Kiev”, aseguró el alcalde de la ciudad, Vitali Klitschko. Las explosiones se escucharon poco después que sonaran las sirenas antiaéreas, según pudieron constatar los periodistas de AFP.

Kiev ha sido desde el lunes blanco de varios ataques con drones kamikazes, ofensiva que afectó la infraestructura energética y dejó al menos cinco muertos. En forma paralela, el gobernador de la región de Vinnytsia afirmó que el territorio también es objeto de ataques de misiles rusos y llamó a los habitantes a permanecer a resguardo.

En total, la fuerza aérea ucraniana afirma haber destruido 223 “drones iraníes” desde mediados de septiembre, una información que desmiente la negativa del gobierno de Teherán de estar proporcionando armas y drones a Moscú.

En tanto, casi cinco millones de habitantes de las zonas del sur y el este Ucrania anexionadas por Moscú se hallan en Rusia, según indicó el secretario del Consejo de Seguridad Nacional de Rusia, Nikolai Patrushev, citado por las agencias estatales de noticias de su país.

"Unos cinco millones de residentes del Donbás y de regiones del sureste de Ucrania han encontrado refugio en Rusia", dijo Patrushev, en referencia a los habitantes de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.

Po su parte, Moscú informó que el presidente Vladimir Putin declaró la ley marcial en las cuatro provincias y otorgó poderes de emergencia adicionales a los gobernadores de todas las regiones de Rusia, aunque sin especificar las medidas que se tomarían.

El decreto firmado por Putin otorga a las fuerzas de seguridad tres días para presentar propuestas específicas y ordena la creación de unidades de defensa territoriales en las cuatro provincias anexadas.

El anuncio llegó horas después que las autoridades prorrusas de Jerson anunciaran que evacuarán a decenas de miles de personas de la capital de la región por la cercanía de una ofensiva de tropas ucranianas.

“Estamos trabajando para resolver tareas muy difíciles y de gran escala para asegurar el futuro seguro de Rusia, para proteger a nuestro pueblo", dijo Putin en Moscú al comienzo de una nueva reunión del Consejo de Seguridad televisada en vivo.

“Quienes están en las líneas del frente o realizado entrenamientos en polígonos de tiro y centro de entrenamiento deberían sentir todo nuestro apoyo y saber que tienen detrás de sí a nuestro gran país y a su pueblo unido", agregó el mandatario, según la agencia de noticias Sputnik.

Según la normativa rusa, la Cámara Alta del Parlamento y el Consejo de la Federación deberán ahora refrendar el decreto ejecutivo de Putin una vez que sea girado al legislativo, lo que podría implicar restricciones de viajes y de reuniones públicas, además de una censura más estricta.

Putin, sin embargo, no proporcionó detalles de los poderes adicionales que se otorgarán a los gobernadores de las regiones. "En la situación actual, considero necesario otorgar poderes adicionales a los jefes de todas las regiones rusas", se limitó a decir Putin.

El mandatario también ordenó el establecimiento de un Comité de Coordinación para aumentar la interacción entre varios organismos gubernamentales para hacer frente a los combates. Por su parte, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo a la agencia de noticias Ria Novosti que el decreto no preveía un cierre de las fronteras del país.

Según los analistas la ley marcial rusa permite al Ejecutivo reforzar el ejército, aplicar toques de queda, limitar movimientos, imponer la censura militar en las telecomunicaciones, prohibir concentraciones públicas y encerrar a ciudadanos extranjeros, entre otras medidas.

En lo inmediato, el decreto también dispone un refuerzo de la seguridad en otros territorios rusos, y coloca en "régimen de reacción de nivel medio" a la península de Crimea, anexionada en 2014, así como a las regiones meridionales de Krasnodar, Belgorod, Briansk, Voronezh, Kursk y Rostov, todas cercanas a Ucrania, además de un régimen de “alerta reforzada” en el distrito federal central, donde se encuentra Moscú.