El presidente de los Estados Unidos ya no sabe qué más hacer para evitar que cada día cientos y cientos de personas busquen la forma de cruzar la frontera con México en busca de una nueva vida en su país.
Una amenaza tras otra y nada. Los migrantes siguen adelante a pesar de las condiciones en las que deben atravesar los países, el terror a ser asaltados, maltratados, y por qué no, asesinados en el camino.
Y este miércoles Trump lanzó lo intentó de nuevo.
“Una Caravana muy grande de más de 20.000 personas empezó a cruzar México”, escribió en Twitter. “Su tamaño ha sido reducido por México, pero sigue viniendo. México debe detener al resto o nos veremos obligados a cerrar esa parte de la Frontera y llamar al Ejército”.
Pero además, sumó una nueva acusación para justificar su decisión de enviar efectivos armados a la frontera. Este miércoles dijo que soldados mexicanos “sacaron sus pistolas” ante las tropas estadounidenses y las desarmaron. Y lo consideró “una táctica de distracción para los narcotraficantes”.
"Unos soldados de México recientemente desarmaron a nuestros Soldados de la Guardia Nacional, probablemente como una táctica de desviación para los traficantes de droga en la frontera. Más vale que no vuelva a ocurrir! Ahora estamos enviado soldados armados a la frontera", dijo Trump en un nuevo tuit.
Según un comunicado del Comando Norte de Estados Unidos, el 13 de abril cerca de las 14 horas entre cinco y seis militares mexicanos interrogaron a dos soldados estadounidenses que realizaban una operación de apoyo en la frontera en un vehículo que no llevaba la identificación de la Patrulla de Fronteriza .
El incidente ocurrió cerca de la localidad de Clint en Texas, próxima al Río Grande, que demarca el límite entre ambos países.
Según el comunicado, después de una breve discusión los militares mexicanos se fueron del lugar.
La cadena CNN había informado sobre el caso y señaló, en base al testimonio de funcionarios de defensa, que dos soldados estadounidenses realizaban tareas de vigilancia en la frontera en un vehículo no identificado cuando fueron abordados por cinco militares mexicanos que apuntaron contra ellos y los desarmaron.
Pese a que el lugar del incidente fue del lado estadounidense de la frontera al norte del Río Grande, fue más allá de la valla fronteriza, indicaron las autoridades.
Pero pese a los intentos de Trump, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador le avisó que no caería "en ninguna provocación".
"Lo más importante es decirle que no vamos a pelearnos con el gobierno de Estados Unidos", dijo en su rueda de prensa matutina.
Incluso AMLO dijo que no estaba al tanto de lo que Trump planteaba, tanto que su asesor de prensa suspendió la conferencia para mostrarle los mensajes en Twitter del estadounidense. Mientras Jesús Ramírez Cuevas le mostraba los tuits, se pudo escuchar cómo le decía a López Obrador que en ese evento "no hubo disparos".
A principios de abril, Trump cedió en su amenaza de cerrar la frontera con México y dijo que daría al país un año para detener el flujo de drogas, o de lo contrario impondría aranceles a sus automóviles antes de decidir si clausura la zona limítrofe.
Al inicio de la Administración de López Obrador, en diciembre pasado se empezaron a repartir visas humanitarias para todos los migrantes centroamericanos que cruzaban la frontera con Guatemala.
Sin embargo, desde enero comenzaron las restricciones para los migrantes y el gobierno mexicano los está intentando contener en el suroriental estado de Chiapas.
El Observador con Reuters, AFP y EFE
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