Papá Noel adelantó un regalo: bajó el precio del asado

El motivo del ajuste es que durante diciembre el precio de la hacienda pronta para faena sigue siendo elevado en términos históricos, pero ha ido descendiendo en forma constante desde que comenzó este mes, tanto que de estar en noviembre por encima de los US$ 4,35 por kilo a la carne para el novillo especial hoy está por debajo de los US$ 4 por kilo.

Germán Möller, presidente de la Asociación Nacional de Carniceros, este lunes comentó a El Observador que en su carnicería, en Sayago, el asado llegó a venderse hace poco a $ 330 a $ 340 el kilo para el producto de 13 costillas y de buenos novillos, pero ahora el precio ya es bastante menor, $ 289 el kilo.

“Lo que más queremos ahora es que se venda, que la gente pueda comprar carne y para eso algo que ayuda es que hay una buena oferta de asados en el mercado”, reflexionó.

Obviamente, admitió, por otros asados con carnes de marca o cortes más específicos los precios son algo mayores, pero esos valores indicados corresponden al mayor volumen de lo que se comercializa.

“En algunos casos el precio de la carne bajó unos $ 5 por kilo, para carnes con hueso y hubo algunos frigoríficos que para el asado aplicaron una baja mayor, de $ 10 por kilo”, dijo.

Añadió que a la baja que se activó por parte de sus proveedores se añade “el esfuerzo y sacrificio que está haciendo desde hace tiempo el carnicero para poder tener los precios lo más bajo posible y darle una mano al cliente”.

La baja decidida por los frigoríficos, apenas se concretó hace algunos días, se trasladó al público, “contemplando el requerimiento de la gente”, admitió Möller.

Cordero, lechón y pollo: estables

En el caso de otros productos cuya demanda se incrementa para Navidad y Año Nuevo, dijo que el precio del kilo de cordero (comprado entero o medio cordero) permanece estable, de $ 280 a $ 300, y que en el caso del lechón “son más o menos unos $ 10 más”, pero en ambos casos son precios algo menores a los que hubo hace un par de semanas.

A propósito de esas alternativas, “son precios accesibles, son precios razonables si se tiene en cuenta que un cordero o lechón puede costar unos $ 3.000, pero bien aprovechado eso da para que coman unas 10 a 12 personas, por lo que el costo per cápita no es tan caro y además es algo tradicional, que la gente lo disfruta al prepararlo y al comerlo”.

Con relación al pollo, cuya demanda también se afirme a esta altura del año, el precio también está quito, sin cambios, en unos $ 130 a $ 140 el kilo para el pollo entero.

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Las carnes elaboradas: son más demandadas

Finalmente, Möller señaló que está creciendo de cara a las fiestas el consumo de carnes elaboradas, con diversos procesamientos para darle más valor a la carne, aludiendo a pollo arrollado o carré de cerdo relleno, por ejemplo.

Esos productos, mencionó, “permiten un aprovechamiento total de lo que se compra” y están en algo más de $ 300 el kilo, ya pronto para ir al horno.

“Una pieza de unos 2 kilos, con buen relleno, de calidad, son $ 600 a $ 700 y eso más alguna ensalada hace que con $ 800 como máximo coman unas cinco o seis personas”, concluyó, aconsejando que “eso es ideal cocinarlo con tiempo, para cortarlo cuando esté frío y que así haya un aprovechamiento óptimo”, concluyó.