El Partido Nacional recuperó Paysandú y Nicolás Olivera es el nuevo intendente

Las primeras proyecciones de la noche fueron en esa sintonía. Los números iniciales marcaron primero un empate técnico, pero luego fueron suplantados por una ligera ventaja a favor del Partido Nacional.

Según datos de La Diaria, sobre las diez de la noche los blancos encabezaban la votación con el 47,3%, frente al 42,9% del Frente Amplio. Dentro de los partidos, Nicolás Olivera se proyectó como el más votado (25,7%) y, por ende, como el nuevo intendente. Guillermo Caraballo, el principal candidato frentista y actual intendente del departamento, consiguió el 23,7% de los votos que fueron para el FA.

Con el 100% de los votos escrutados por la Corte Electoral este lunes, el Partido Nacional se impuso con 38.488 votos –22.922 de ellos para Olivera–, contra 32.322 del Frente Amplio –Caraballo se llevó 20.657–. 

De esta manera, el Partido Nacional vuelve a ponerse al frente de la administración de la heroica y reafirma el patrón de alternancia que se viene sucediendo desde hace cuatro administraciones. La reelección, meta a la que aspiraba Caraballo y algo que no se logra en Paysandú desde el año 1994, quedó nuevamente trunca.

El día del nuevo intendente

Olivera no durmió muy bien el domingo y se levantó más temprano de lo pensado. Votó sobre las nueve de la mañana en el salón de la cooperativa Covianut, pasó por la sede de su partido y después se fue de la ciudad: el diputado y retador principal del Partido Nacional aprovechó para recorrer las rutas del interior sanducero, llevar militantes de acá para allá, visitar circuitos en Guichón y acercase lo más posible a sus votantes de todo el departamento. Pese a lo agitado de su domingo, Olivera le dijo a El Observador que iba a esperar los resultados tranquilo; era la primera vez que pujaba por el puesto de Intendente en su departamento y confiaba en la recuperación del Partido Nacional.

"Es la primera vez que me toca estar en una posición así, más allá de que estuve en otros procesos electorales vinculados a la diputación. Dormí poco, me levanté demasiado temprano, estoy expectante de que todo salga bien, porque acá tuvimos que llevar a mucha gente hasta los circuitos. De mañana hubo varias colas en los centros de votación, pero ha sido un día tranquilo. De hecho, en otros procesos electorales había muchos más temas que atender. Nos llegaban llamadas de que nos sacaban listas, que rompían listas, y hoy fue todo muy tranquilo. Acá en la sede la gente pasa, saluda, toca bocina. Hay buena onda", dijo Olivera.

El candidato estuvo desde las primeras horas de la tarde en la sede de su partido, ubicado en el centro de la ciudad, y allí se mantuvo junto al resto de los candidatos blancos –el exintendente Bertil Bentos y el exalcalde Mario Bandera– mientras las urnas se abrían y el resultado se perfilaba. La definición fue pareja y la calma se mantuvo entre las filas nacionalistas hasta bien entrada la noche. El resultado fue reconocido por Olivera y sus militantes sobre las 23.40.

El ahora intendente tiene por delante una administración para la que, en la previa, aseguró tener listo un equipo para no “demorar demasiado en empezar”. Su eslogan fue “Paysandú te quiero de pie” y propuso atacar de lleno el empleo y la vialidad, que mencionó son los grandes problemas departamentales.

La otra vereda

El domingo Caraballo salió de su casa sobre las 8 de la mañana y votó quince minutos después en el circuito ubicado en el salón comunal del barrio I24. El día en la capital sanducera amaneció tormentoso y por eso él se puso la misma campera de lluvia que en 2015.

"Ha sido una jornada intensa pero tranquila. Paysandú se ha caracterizado por eso en todo el desarrollo de la campaña; acá primó la tolerancia. Durante la campaña recorrí las ciudades del interior y golpeé la puerta de personas que incluso son de otros partidos, y nunca hubo un gesto o agresión verbal ni física, algo que toda la ciudadanía sanducera destaca", dijo Caraballo a El Observador. El líder del Frente Amplio, que en 2015 ganó por poco más de mil quinientos votos, contó también que su jornada electoral tuvo un momento de pausa: sobre las primeras horas de la tarde participó del velorio de un viejo compañero de ruta política.

"Hacía tiempo que no descansaba como anoche, pero no por el resultado de hoy, sino por haber dejado todo en la campaña, por cumplir las promesas, por haber pasado por la Intendencia y salir con las manos limpias. Por ayudar a recuperar un prestigio que se había perdido. Sé que hay gente que no me votó, pero creo que ningún sanducero puede decir que siente vergüenza de esta administración", puntualizó.

Sobre las 20.15, Caraballo se juntó con el resto de los candidatos frenteamplistas –la diputada Cecilia Bottino y el exdirector Marco García– en la sede del partido y esperó los resultados. Al cierre de la edición, el Frente Amplio comunicó que los candidatos hablarían sobre la definición al día siguiente en conferencia de prensa.

Antecedentes inmediatos

Electoralmente, el departamento está “partido al medio” desde el inicio del siglo y blancos y frenteamplistas se reparten la victoria cada cinco años.