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Peñarol fue una prueba de coraje

Futbolísticamente fue superado por Santos, pero reaccionó en los minutos finales y a base de corazón terminó lavando su imagen en un torneo donde llegó más lejos de lo pensado. No tuvo mucho peso ofensivo en las finales, pero luchó sin dar tregua
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23 de junio de 2011 a las 02:48

No tendrán nada que reprocharse. Los jugadores de Peñarol se pueden mirar a los ojos. Sucumbieron de pie. Con escasos argumentos futbolísticos pero con esa estirpe que tienen los equipos uruguayos.

Peñarol, que poco hizo por la victoria a lo largo de los 90 minutos, terminó metiendo a Santos en su área en los últimos 10 minutos a base de temperamento y coraje.

Futbolísticamente fue superado. El rival dejó en claro que tiene jugadores de mayor categoría. Pero el aurinegro terminó lavando su cara.

El desborde de Estoyanoff y el centro que fue interceptado por un defensa de Santos y permitió el descuento, alimentó el sueño.

Y Peñarol fue el equipo que no había sido. Con poquito sí, pero metiendo, empujando y manteniendo viva esa ilusión hasta el último tiro de esquina.

No alcanzó esta vez. Fue insuficiente para revertir el gol inesperado del inicio del primer tiempo, pero como lo marca la historia el equipo de Aguirre terminó dejando el alma en la cancha.

Peñarol fue corazón, dignidad, coraje. De nada valieron las tácticas. A esa altura del partido no existían. Era matar o morir sin mirar atrás. Se regaló, estuvo al borde del nocaut, pero Peñarol volvió a brindar una muestra de coraje dejando en alto la imagen de un equipo que llegó más lejos de lo pensado.


Uno x uno
Sebastián Sosa (7). Salvó varios goles. En el primer gol Neymar le patea sobre el palo que está cubriendo, en el segundo nada que hacer.

Alejandro González (6). Tenía controlado a Neymar pero el delantero le aplicó una patada, lo lesionó y abandonó la cancha.

Carlos Valdez (7). De los más firmes del fondo aurinegro. Jugó con personalidad. Metió hasta el final, marcó, empujó.

Guillermo Rodríguez (7). Jugó con los dientes apretados, y cuando lo superaron no bajó los brazos y terminó de pie.

Darío Rodríguez (9). Puede dormir tranquilo. Entregó todo en la cancha y tuvo resto hasta para sacar el equipo adelante.

Matías Corujo (5). Aplicado en el primer tiempo, colaborando con la defensa. En el segundo se descontroló. Debió ser expulsado.

Luis Aguiar (5). Mal partido, le robaron siempre la pelota, no lo dejaron pensar y terminó ofuscado y nublado.

Nicolás Freitas (8). De los mejores de Peñarol con una entrega brutal ante un rival que te mueve de un lado al otro.

Emiliano Albín (4). Santos fue por su zona y encontró ventajas. Aguirre lo sacó.

Urretaviscaya (4). Intentó por todos lados, insistiendo en la maniobra personal. Lo anularon.

Estoyanoff (-). Metió el desborde que terminó en el gol del descuento.

Matías Mier (4). Bajo rendimiento. Entreverado con la pelota, no logró meterse nunca en el partido y fue sustituido.

Martinuccio (5). Fue celosamente controlado. Lo volvieron a seguir por todos lados y no pudo desnivelar como en otras ocasiones.

Juan M. Olivera (6). No le llegó jamás la pelota bien jugada. Terminó desgastado, corriendo pelotazos sin destino.

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