Piñera sale victorioso pero la segunda vuelta está abierta

Las redes sociales de Sebastián Piñera se activaron a media mañana. La imagen que eligió para empezar el día de las elecciones chilenas lo mostraba sentado en la cabecera de la mesa de su casa, rodeado de su mujer, sus hijos y sus nietos, con tazas de café y té a medio tomar, una jarra con jugo de naranja, platos que exhibían los restos de fruta y jamón. El mensaje que acompañaba la imagen era el siguiente: "Vota porque también queremos escuchar tu voz y todas las voces que abrirán las puertas a los #TiemposMejores y a un Chile más justo, libre, próspero y solidario".

El comentario de Piñera iba al hueso: en las últimas elecciones presidenciales en Chile hubo una participación del 51% del electorado. El altísimo nivel de abstensión hace que sea muy difícil hacer pronósticos confiables.

Sin embargo, el exjefe de estado y candidato a la presidencia por el partido de centro derecha Chile Vamos sabía desde hacía semanas que lideraba las encuestas. Pese a ciertas fallas (algunas encuestadoras le daban a Vamos Chile 44%), Piñera resultó el ganador la noche del domingo con 36,6% con casi el 90% del escrutinio. En segundo lugar quedó el candidato de Nueva Mayoría, el sector de la presidenta Michelle Bachelet, Alejandro Guillier con 22,6%.

La coalición de izquierda Frente Amplio, comandada por Beatríz Sánchez, quedó como la tercera fuerza política con un sorpresivo 20,3% (las encuestas le daban 16% de intención de voto).

También resultó bastante asombroso el alto porcentaje que obtuvo en esta primera vuelta José Antonio Kast, que reivindica el legado de la dictadura militar de Augusto Pinochet. Un 7,85% de los votantes eligieron al candidato de extrema derecha. El número lo coloca en el cuarto lugar y por delante de la candidata de la Democracia Cristiana Carolina Goic con el 5,93%.

Fueron ocho los candidatos, seis de ellos de centro izquierda (completan la lista Alejandro Navarro, Eduardo Artés y Marco Enríquez Ominami) que se presentaron a las elecciones que tienen como objetivo definir quién va suceder a Bachelet a partir del 11 de marzo.

Piñera y Guillier se enfrentarán en el balotaje del 17 de diciembre y las alianzas –como es habitual, entre los candidatos que quedaron– serán vitales.

Cuando la presidenta de Chile salió a dar su discurso en uno de los salones del Palacio de La Moneda después de que se conocieran los resultados de la primera vuelta, fue contundente. Todas y cada una de sus frases iban dirigidas a la unión entre los partidos de izquierda. Dijo: "Por décadas ha sido el progresismo el que ha permitido avances sociales" (...) "los invito a sumarnos con nuevos bríos a esta nueva elección que definirá al próximo presidente". Minutos antes Goic, candidata de la Democracia Cristiana, habló de Guillier. "Tiene una tarea importante, ganarle a Piñera en segunda vuelta", declaró. A última hora el expresidente Ricardo Lagos oficializó su apoyo a Guillier.

Por su parte, Piñera se encontró con sus adherentes y se dirigió al país con un aire triunfalista. "A partir de marzo espero ser el presidente de la unidad de los chilenos", dijo el candidato. Además recordó que estos resultados se parecen mucho a los de 2009 cuando salió electo primer mandatario de Chile.

En su discurso Piñera se preocupó de agradecer especialmente a Kast. "Sabemos que algunos van a continuar con una campaña de intervención y del terror diciendo que vamos a cortar programas sociales (...) Se equivocan porque los chilenos son inteligentes y no se tragan esas mentiras", dijo.

El empresario con una fortuna de US$ 2.700 millones, según la revista Forbes, ha prometido llevar a Chile al pelotón de los países desarrollados en ocho años.

Más allá de algunas sorpresas y de la incertidumbre frente al futuro balotaje, estas elecciones serán recordadas por su carácter inédito. Una de las novedades más relevantes de esta votación es el cambio de reglas en el Congreso.

El novel Congreso será elegido bajo un nuevo sistema proporcional que reemplaza al "binominal", legado del dictador Augusto Pinochet. El nuevo sistema aumentó en casi 30% el número de legisladores (ahora serán 155 diputados y 50 diputados), reordenó los distritos electorales e introdujo una ley de cuotas para estimular la participación femenina. Mediante esta normativa, ningún partido puede presentar más de 60% de candidatos del mismo sexo. Esto logró una cifra histórica en las mujeres que se presentaron a la legislatura: 40,9% para las bancas del Senado y 44% para Diputados.

Días antes de que se celebraran las elecciones Marcela Ríos del Programa de Gobernabilidad de Naciones Unidas dijo a BBC Mundo que esto generará un realineamineto político. "Lo que está por verse es si efectivamente con estas nuevas reglas, también se renuevan los actores, si entrarán al sistema más mujeres, nuevos representantes (...). La de Chile es una élite muy homogénea y la fragmentación de los partidos que se podría producir en esta elección, podría ayudar a cambiar eso", explicó.

Por lo pronto, hay algunos cambios. La nueva coalición de izquierda Frente Amplio obtuvo más legisladores de los esperados y Chile Vamos, de Piñera, no obtiene mayoría parlamentaria.