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Piñera vuelve a La Moneda y celebró junto al derrotado

El líder de Chile Vamos resultó ganador con 54,5% y empezó a tender puentes con la oposición
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17 de diciembre de 2017 a las 05:00
Las aguas chilenas estaban divididas. Casi que de manera simétrica. De un lado, el expresidente Sebastián Piñera. Del otro, el sucesor natural de Michelle Bachelet, Alejandro Guillier. Marco Moreno –analista de la Universidad Central de Chile– lo explicó así: "Esta es la elección más incierta desde el retorno a la democracia en 1990". Así llegaron al domingo de balotaje los dos candidatos a la presidencia de Chile.

Las escasas encuestas daban, algo así, como un empate técnico. Aunque los números beneficiaban con dos puntos porcentuales al multimillonario candidato de centro derecha. Piñera siempre se mostró confiado pese a que en la primera vuelta no obtuvo el resultado esperado; el que repetían, una y otra vez, las encuestas. Pero sus palabras resonaban mucho más seguras que las de su contrincante. Los números le dieron la razón a su certeza. Desde temprano, cuando se empezaron a escrutar las mesas de votación, su nombre empezó a repetirse con más frecuencia que el de Guillier.

"Hay una cosa que nos une, nuestro amor por Chile (...) Chile necesita acuerdos más que enfrentamientos", dijo Piñera.

El 11 de marzo de 2018 Sebastián Piñera volverá a La Moneda. La tercera persona más rica de Chile, según la revista Forbes, será el presidente del país hasta el 2022. De esta manera Latinoamérica volverá a ser un continente sin ninguna mujer mandataria.

La derrota de la izquierda

Unos minutos antes de las ocho de la noche, Alejandro Guillier de riguroso traje gris pizarra y corbata roja subió al estrado de su comando en el Hotel San Francisco. Ya había llamado a Piñera para felicitarlo.

Detrás de una pantalla de LED gigante donde se leía la frase "Juntos por un Chile más justo", la ex figura televisiva de 64 años verbalizó su discurso de derrota. Dijo: "Es una noche triste pero de aquí saldremos fortalecidos. La historia es nuestra y a la larga serán nuestros principios los que prevalecerán".

Después de la primera vuelta, el candidato oficialista debió hacer alianzas con los otros líderes políticos que quedaron por el camino. El nombre clave era el de Beatriz Sánchez, candidata del Frente Amplio (izquierda radical), que se convirtió en la tercera fuerza política del país. Aunque el partido no apoyó de manera formal a Guillier, los primeros días de diciembre Sánchez declaró cuál iba a ser su elección en el balotaje. "Mi voto es contra Sebastián Piñera y para eso voy a votar por Guillier", declaró.

"Es una noche triste pero de aquí saldremos fortalecidos. La historia es nuestra y a la larga serán nuestros principios los que prevalecerán", declaró en su discurso de derrota Guillier.

No fue suficiente. Y el domingo varios de los integrantes del Frente Amplio hicieron sus descargos en Twitter. La diputada Gael Yeomans, por ejemplo, escribió: "La tarea de @guillier era convencer al votante nuestro a participar, lo que exigía claridad en materia de pensiones, CAE (crédito con garantía del Estado), etc. Su indefinición se pagó caro y exige mea culpa". Lo mismo hizo su par Gabriel Boric. "Queda claro que no bastaba el 'anti-Piñera' para convocar a una mayoría.

Guillier no se comprometió con transformaciones profundas y este es el resultado", tuiteó.
El politólogo Marcello Mella de la Universidad de Santiago explicó los resultados de la elección de la siguiente manera: "El electorado de derecha histórico es un electorado duro, mucho más ideológico, se acerca a unos 3,2 millones. En cambio el problema de Guillier era movilizar los distintos mundos que se movían dentro de la izquierda y esto no pasó".

Gobernar sin mayorías

"Cualquiera de los dos candidatos que llegue a la presidencia va a tener gobiernos muy difíciles porque hay un descontento generalizado con la élite política", había dicho el analista Bernardo Navarrete de la Universidad de Santiago.

En un Parlamento que tras la primera vuelta quedó muy fragmentado y sin ningún grupo con mayoría absoluta, Piñera tendrá que pactar con otras fuerzas para sacar adelante cualquier reforma.
Por lo tanto la noticia de que la presidenta en ejercicio se reunirá mañana lunes con el presidente electo para desayunar aparece como una señal luminosa. "Usted podrá contar conmigo", le dijo Bachelet a Piñera. Es la segunda vez que la primera mandataria le hace entrega de la banda presidencial al multimillonario.

El politólogo Marcello Mella de la Universidad de Santiago explicó los resultados de la elección de la siguiente manera: "El electorado de derecha histórico es un electorado duro, mucho más ideológico, se acerca a unos 3,2 millones. En cambio el problema de Guillier era movilizar los distintos mundos que se movían dentro de la izquierda y esto no pasó".

Como si esa señal no fuera suficiente, Piñera tomó una decisión que resultó una gran exposición de motivos: salir a aceptar la victoria junto a Guillier.

Con la bandera de Chile de fondo, los dos políticos se subieron al estrado. No lo hicieron solos, los acompañaron sus mujeres. La imagen los muestra a los dos vestidos casi igual y a sus esposas con un vestidos de estampa floreados. Y como si tanto simbolismo no fuera suficiente, Guillier fue el encargado de abrir la conferencia de prensa. "Hay un ganador neto, claro, categórico y por eso vengo a darle el saludo", dijo. Después el presidente electo dio un discurso de unidad. Algunas de sus frases fueron: "Hay una cosa que nos une, nuestro amor por Chile (...) Chile necesita acuerdos más que enfrentamientos"; "Por su puesto que sí incorporaré propuestas de Guillier (...) Tengo su programa subrayado y tiene grandes ideas".

Chile crece más allá del cambio

Tras unos años de ralentización, el presidente electo encontrará una economía en pleno crecimiento gracias principalmente a la recuperación del precio del cobre, del que Chile es el principal productor mundial.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) prevé un crecimiento del PIB de 2,8% para 2018, después del 1,4% que vaticina para 2017, el más bajo en ocho años. (En base a AFP)

Cifras

54,5%
fue el resultado que obtuvo Sebastián Piñera en el balotaje. Mientras que su contrincante
Alejandro Guillier obtuvo 45,3%.

14.300.000
eran las personas habilitadas para votar en el balotaje; las elecciones en Chile no son obligatorias desde hace seis años.

46,5%
fue el porcentaje del padrón que votó en el balotaje. En las elecciones de la primera vuelta el número llegó a 46,7%.

71%
fue el porcentaje que obtuvo
Guillier de la votación de los chilenos residentes en el extranjero.

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