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Politólogos advierten que oposición debe juntarse cuanto antes para ganarle al FA

La búsqueda de un programa con lineamientos comunes puede favorecerlos, opinaron Garcé y Bottinelli
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29 de mayo de 2018 a las 05:00

Rodeado por dirigentes de su partido, el entonces presidente del Directorio del Partido Nacional, Luis Alberto Lacalle, anunció el apoyo nacionalista al Partido Colorado en el balotaje que estaba cada vez más cerca. Era 9 de noviembre de 1999 y, 19 días después, Jorge Batlle pelearía la presidencia con Tabaré Vázquez, candidato por el Encuentro Progresista. Es probable que los colorados hayan respirado con cierto alivio al escuchar a los blancos "exhortar" a los votantes a apoyar a su candidato; necesitaban de un acuerdo para poder ganar, y así sucedió. Batlle llegó al poder tras un acuerdo que implicaba incluir en su programa más de una decena de puntos planteados por los nacionalistas.

La palabra "coalición" no era nueva en la política uruguaya y tampoco lo era para blancos y colorados. De hecho, tenían un ejemplo cercano al de 1999, con un acuerdo alcanzado en 1994 entre Julio María Sanguinetti y el nacionalista Alberto Volonté para que el presidente colorado pudiera tener los votos necesarios para gobernar. Ese acuerdo incluyó, por ejemplo, varios ministerios blancos en un gobierno colorado.

Las coaliciones partidarias han sido la regla, especialmente desde que se instaló la segunda vuelta electoral en 1999. “El balotaje inaugura la etapa en que la coalición electoral es casi inevitable. Si alguien no va con la coalición electoral es porque fracasó en el intento”, dijo el 12 de agosto de 1999 el politólogo y director de Factum Óscar Bottinelli, en una conferencia en el Centro de Estudio Estratégicos. La segunda vuelta entre Batlle y Vázquez estaba pautada para el 28 de noviembre y Bottinelli sostuvo que se iba a tener que “negociar entre el 1º de noviembre y no más allá del 15 de noviembre”.

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Ahora se acerca una nueva contienda electora y hablar de un balotaje no parece ser algo descabellado. Especialmente teniendo en cuenta las últimas encuestas de opinión pública en las que tanto el Partido Nacional como Frente Amplio apenas han superado la franja del 30% y los indecisos parecen tener la última palabra. Con ese panorama se reunieron este lunes el expresidente colorado Julio María Sanguinetti y los precandidatos blancos Luis Lacalle Pou y Jorge Larrañaga, a iniciativa del exmandatario, y la palabra "coalición" empezó al menos a oírse a lo lejos. ¿Cuánto tiempo antes deberán acordar los partidos de la oposición si piensan en juntarse en una segunda vuelta? Según el politólogo Adolfo Garcé, "cuanto más coordine la oposición, más creíble se vuelve" y, en ese marco, cuanto antes sea, mejor. "Las experiencias que hay ahora son acuerdos programáticos a último momento, en el balotaje. Soy de los que piensa que cuanto más temprano ese acuerdo entre los partidos, mejor para la oposición", dijo al ser consultado por El Observador.

Dale que es tarde
El colorado Jorge Batlle y el nacionalista Luis Alberto Lacalle acordaron votar juntos en el balotaje de 1999
El colorado Jorge Batlle y el nacionalista Luis Alberto Lacalle acordaron votar juntos en el balotaje de 1999

El ideal, según Garcé, es que el compromiso político se alcance este año, teniendo en cuenta a todos los partidos de la oposición, incluido el Partido de la Gente y el Partido Independiente. "Cuanto más amplia la coalición, más potente es. (La reunión entre Sanguinetti, Larrañaga y Lacalle Pou) parece ser un nuevo sondeo en dirección a construir una coalición opositora al Frente Amplio, que no quiere decir armar un partido. Es de resultado muy incierto por ahora, no se sabe cuáles serían los pasos futuros", remarcó el experto.

En tanto, para el politólogo Bottinelli, más allá de cualquier coalición que pueda alcanzarse el año que viene, "lo más importante" de la reunión entre los dos líderes blancos y el colorado, "es la aparición de Sanguinetti". "Este es un cambio importantísimo. Es muy importante que Sanguinetti logra que se junte la oposición para discutir un acercamiento", sostuvo.

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Según dijo al ser consultado por El Observador, "lo más probable es que se busque un programa básico común y, lo segundo, un acuerdo para noviembre de 2019, para el balotaje". Bottinelli opinó que una "señal fuerte" de la oposición de cara a las próximas elecciones sería comunicar que la campaña electoral transcurrirá sobre "una base común", pero eso todavía está lejos de ser una realidad. Una propuesta común implicaría, opinó el politólogo, dejar de decir "sacamos al Frente Amplio del medio" y pasar a mostrar un plan con algunas ideas comunes.

En el Partido Nacional hubo dos señales fuertes de sus principales líderes. Por un lado, Lacalle Pou y su búsqueda de "tender puentes", en la que ya consiguió que el exdiputado frenteamplista Gonzalo Mujica se sumara a sus filas y recorriera el país junto a su nuevo precandidato para dar un mensaje de unidad. Por el otro, está la propuesta de Larrañaga de que la oposición tenga un programa con lineamientos comunes, que hizo llegar hace unos meses al directorio blanco, está siendo analizado y luego llegará a manos de dirigentes de otros partidos de la oposición.

Acuerdos con problemas

Durante el gobierno de Jorge Batlle, la coalición de gobierno tuvo sus cortocircuitos. Desde amenazas con terminarla, molestias coloradas por reuniones entre Luis Alberto Lacalle y Tabaré Vázquez, el reclamo del líder de Alianza Nacional, Jorge Larrañaga, de poner fin al acuerd0 -pedido que fue rechazado por el directorio del Partido Nacional y, finalmente, la decisión en octubre de 2002 de retirar a los ministros blancos del gabinete.

Años después, las decisiones de apoyo a otro partido fueron tomadas bastante más rápido que en 1999. En 2014, Luis Lacalle Pou debió esperar tan solo dos días después de la primera vuelta para que el Partido Colorado le confirmara que lo apoyaría en la segunda vuelta de noviembre, en la que iba a competir con Tabaré Vázquez. En ese caso, si bien el apoyo del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Colorado fue para el candidato nacionalista, tuvo resistencias de algunos dirigentes, como Fernando Amado, quien repitió varias veces aquella ya conocida frase "colorado vota colorado".

A ese acuerdo, le siguió otro poco exitoso para la oposición, en el que no se peleaba un gobierno nacional sino departamental. El Partido de la Concertación unió a blancos, colorados y a Edgardo Novick como candidato independiente para intentar sacar al Frente Amplio de la intendencia montevideana. El socialista Daniel Martínez ganó las elecciones con 30,4% de los votos y fue seguido por Novick, quien logró 23,1%. En tanto, el candidato blanco de la Concertación, Álvaro Garcé, logró 11,4% de los votos y apenas 1,7% fue para el colorado Ricardo Rachetti. Colorados y blancos juntos no llegaron a alcanzaron a la otra candidata frenteamplista, Lucía Topolansky, quien obtuvo 16,2%.




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