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Qué factores frenan la contratación de trabajadores y cuándo puede revertirse
El mercado laboral se ha visto fuertemente impactado por la pandemia del coronavirus. Miles de trabajadores fueron despedidos o tuvieron que pasar a seguro de desempleo y muchas empresas se vieron obligadas a reestructurarse a raíz de la salida de esos empleados. Luego de más de un año conviviendo con el covid-19, se puede observar que el mercado laboral se recupera lentamente y está sujeto a la mejora de la situación epidemiológica de Uruguay.
Actualmente, la tasa de empleo, que mide la proporción de personas ocupadas respecto a la población en edad de trabajar, ha oscilado en torno al 55% desde noviembre del pasado año, aún por debajo del nivel en que se encontraba previo a la irrupción de la pandemia (56,7% en 2019).
Si se excluyen efectos estacionales e irregulares en los datos, la economía estaría funcionando con unos 30 mil puestos de trabajo menos que en febrero de 2020. Por su parte, la tasa de desempleo se ubica en torno a 11%, niveles no vistos desde el año 2006.
A partir de estos datos, la cuestión pasa por saber cómo ven los empresarios de distintos sectores la posibilidad de poder reincorporar trabajadores a su plantilla o incluir nuevos y cuándo podría llegar a ocurrir esto.
Según Juan Manuel Rodríguez, exdirector del Instituto de Relaciones Laborales de la Universidad Católica del Uruguay (UCU), existe una “íntima relación” entre el nivel de empleo y el control que tiene el Uruguay de la pandemia.
En esa línea, explicó a El Observador que “las empresas van a retomar el empleo y su actividad normal cuando tengan certezas de que se comienza a revertir la epidemia”.
Para José Luis O’Neill, director ejecutivo de la consultora en recursos humanos Ascênde para Argentina y Uruguay, el principal motivo por el que las empresas no avanzan en la incorporación o reincorporación de trabajadores es la incertidumbre.
“En el Uruguay se está apostando al proceso de vacunación pero la carrera aún la está ganando el virus. Mientras sigan habiendo cifras desalentadoras de fallecidos y enfermos por covid-19 y no se pueda mejorar el nivel de incertidumbre, vamos a seguir unos cuantos meses en esta situación en la que los sectores más dinámicos y en crecimiento son cautelosos a la hora de contratar personal, mientras que los más golpeados definitivamente lo siguen reduciendo”, explicó O’Neill a El Observador.
El director de Ascênde entiende que la situación de inseguridad también impacta directamente en los desocupados. “Hoy tenés un grupo de personas que ya están desalentadas en cuanto a buscar trabajo. No están ocupadas ni buscando porque esa misma incertidumbre que tiñe la percepción de las empresas a la hora de contratar personal, también le pasa a mucha gente”, aseguró.
Pensando en un futuro más promisorio, O’Neill y Rodríguez coincidieron en que las señales que se están dando con disminución de las restricciones a la movilidad en distintos países del mundo, lo que facilita la apertura de los mercados y el incremento de la actividad económica, son factores fundamentales.
En comercio y servicios, difícil
Según los datos del informe de actividad del sector comercio y servicios, este volvió a retroceder en forma sustancial en el primer trimestre del año 2021, cuando las ventas cayeron 11,3% interanual en términos reales. Se trató de la octava caída consecutiva desde el segundo trimestre de 2019.
Ana Laura Fernández, asesora económica de la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay (Ccsuy), dijo a El Observador que el sector ha sido uno de los más golpeados por la pandemia y que algunos rubros mantienen niveles de actividad muy bajos, lejos de llegar a los niveles prepandemia. “Lo peor es que algunos rubros no tienen horizonte de recuperación ni de reinicio de actividad”, agregó.
Ante este panorama, Fernández explicó que el sector servicios va a ser de los que más tiempo va a demorar, primero en lograr reincorporar trabajadores y en segundo lugar, en incorporar nuevos. “El sector servicios ahora está pensando en cómo recuperarse y en cómo ponerse a trabajar nuevamente. Bajo ese escenario, se buscará, por lo pronto, mantener la plantilla prepandemia y eventualmente realizar una contratación adicional”, dijo.
Las dificultades económicas del sector, que han obligado a que empresas reestructuren su forma de negocio y su plantilla de trabajadores, persisten y, para Fernández, “hoy no están dadas las condiciones para que esto cambie drásticamente”. “Este escenario se va a mantener, repercutiendo en la contratación de personal”, proyectó.
En tanto, a juicio de Rodríguez, “a los sectores más empleadores del Uruguay no les fue bien en el período de pandemia, y eso se ve reflejado en las estadísticas de empleo”.
Los sectores que ilusionan
El sector de las exportaciones se viene recuperando lentamente y esto llevará a la generación de nuevos puestos de trabajo.
Las solicitudes de exportación incluyendo zonas francas se ubicaron en US$ 995 millones en mayo, pautando un incremento de 58,8% en términos interanuales. En igual mes del año pasado, las ventas al exterior de bienes de Uruguay habían tocado un piso de US$ 626 millones.
Teresa Aishemberg, gerenta general de la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU), dijo a El Observador que la crisis económica derivada de la pandemia de covid-19 tuvo gran impacto para el sector pero no de la magnitud en que afectó a otros, y explicó que “se envió poca gente a seguro de paro porque se pudo mantener la actividad durante el año pasado”.
En esa línea, la ejecutiva de la UEU señaló que con esa “leve” recuperación del sector, las empresas exportadoras piensan volver a invertir en tecnología y en capital humano.
“De seguir así van a venir inversiones y van a permitir proyectarse para invertir en tecnología y evidentemente también en lo que refiere a capital humano. Si hay algo que le preocupa al sector exportador son las fuentes de trabajo, porque son fuentes de trabajo bien calificadas y bien remuneradas”, aseguró Aishemberg.
El sector tecnológico y de la información es otro de los más prometedores de cara a la contratación de personal a futuro. Según Rodríguez, el año pasado las empresas de este rubro alcanzaron ganancias en términos de actividad que fueron superiores al resto de su historia.
En ese sentido, O’Neill complementó que el crecimiento ha sido tal, que “la competencia por contratar talento y la búsqueda incluso fuera de fronteras es moneda corriente”.
La realidad de los diversos sectores de la economía es distinta y, evidentemente, la posibilidad de las empresas de ampliar su plantilla va de la mano.
No obstante, todos coinciden en que la clave está en la mejora de la situación epidemiológica en Uruguay. Si no hay progresos en ese sentido, el panorama se mantendrá incambiado. El avance del proceso de vacunación muestra una luz, y tanto empresarios como trabajadores esperan que esto permita volver a la normalidad lo antes posible.
