Rampla Juniors empató 0-0 de local con Independiente de Santa Fe en partido de ida de la segunda ronda de la
Copa Sudamericana disputado en el Franzini y deberá definir como visitante una serie que ahora se pone cuesta arriba.
El partido fue trabado, muy estudiado por cada uno de los equipos y con escaso riesgo para ambos arcos.
Sin descuidarse atrás, Rampla Juniors tuvo interesantes 15 minutos en los que llegó con cierto peligro sobre el arco del golero Andrés Castellanos.
Un cabezazo a la salida de un córner de Claudio Servetti pasó cerca y luego Hugo Dorrego sorprendió al golero con un remate de larga distancia que le picó antes a Castellanos obligando a desviar la pelota al tiro de esquina.
Cuando la pelota pasó por Cristian Olivera, surgió lo mejor del juego picapiedra. El Mago llegó a maniobrar al borde del área entre varios marcadores y remató al arco pero sin demasiada potencia.
Santa Fe supo esperar en su campo, fue cauteloso, pero cuando pasó al ataque con juego asociado mostró sus uñas con la velocidad de sus delanteros y el desdoble al ataque de sus volantes.
A partir de los 20' se fue adueñando de la pelota y eso le permitió controlar los tiempos del partido.
Tuvo un 56% de posesión en la primera mitad pero remató menos que Rampla al arco (cinco veces contra ocho) y así se consumieron unos 45' iniciales insulsos y aburridos.
En el complemento el elenco colombiano que orienta Guillermo Sanguinetti modificó su actitud defensiva y salió en busca del triunfo.
Lo intentó con un par de remates de media distancia. En uno de ellos Rodrigo Odriozola salvó su arco con una gran atajada. En otro disparo lejano, Diego Guastavino, recién llegado de Liverpool, lamió el palo derecho del arco picapiedra.
Después de sufrir esos 30 minutos, con el ingreso de Ignacio Panzariello, Rampla logró salir del asedio y volvió a generar peligro en ataque. A los 78' tuvo la más clara cuando Gonzalo Rizzo le bajó una pelota aérea a Panzariello que sacó un zurdazo notablemente atajado por Castellanos.
Después, los intentos defensivos murieron en la gran presencia física de López, Henao, Valencia y Perlaza.
El partido terminó friccionado y con la misma tónica que tuvo en los 90 minutos: deslucido, trabado y con escaso brillo.
De todas formas, Santa Fe hizo su negocio: se llevó un empate y ahora definirá la serie de local en la altura de Bogotá contra un rival que empieza a jugar finales en las que disputa nada menos que un descenso.