Robo de autos y motos: Heber resaltó baja respecto a 2019 pero vienen en aumento desde 2022

No es una discusión trivial ni solo la chispa que había dado inicio al fuego cruzado entre el periodista Gabriel Pereyra y la precandidata nacionalista Laura Raffo. El propio ministro del Interior, Luis Alberto Heber, quien este martes difundió las cifras de denuncias de delitos del primer semestre del año, reconoció que los homicidios son el indicador “más fiable” para dar cuenta de los resultados en seguridad y sumó —fuera de protocolo y fuera de las diapositivas que le habían diseñado sus asesores— un dato que, a su entender y en coincidencia con la mayoría de los criminólogos, suele ser “bastante probatorio”: el robo de vehículos.

La explicación es simple: es probable que muchos vecinos no denuncien cuando le arrebatan una cartera o le roban un celular; pero hay muchas chances que, para cobrar el seguro, esos mismos vecinos denuncien el hurto de su vehículo (cualquiera fuere). 

“Es bastante sintomático: en 2023 tuvimos 1.600 vehículos menos robados (respecto a 2019). En la interpelación hablábamos de dos índices que son significativos para concluir si estamos en una sociedad más seguro: los homicidios y la denuncia de (hurto de) vehículos. Hay una baja importante”, remató el ministro Heber este martes antes de dar paso a las preguntas de los periodistas.

El dato brindado por el ministro es cierto: en el primer semestre previo a la pandemia se habían contabilizado 9.235 vehículos robados, mientras que ahora se registraron 7.634. Pero la comparativa y, sobre todo la conclusión, son, al decir de los medios de fact-checking, engañosas.

Sucede que en el último semestre hubo 605 denuncias más de hurtos de motos, autos y camiones que en el mismo período del año anterior (creció 9%). A la vez, subió 22% respecto al primer semestre de 2021. Y si se mira la película más larga, los resultados no difieren demasiado de los guarismos observados en 2017, o en 2015, por señalar algunos años anteriores a 2019.

Como de costumbre, son más frecuentes los robos de motos, seguidos de autos y camiones. Pero el Ministerio del Interior todavía no liberó la información oficial que confirma la tendencia y la distribución territorial de esas denuncias.

Lo contrario sucede con los homicidios. Respecto al primer semestre de 2022 se mantuvieron estables (hubo tres homicidios menos) pero respecto a 2019 registraron un aumento de 8,1% (14 homicidios más).

El tres del Ministerio del Interior, Nicolás Martinelli, justificó la comparativa con 2019 que hizo Heber en que vienen comparando los delitos con 2019 "para evitar el debate de si influyó o no la pandemia". Además, destacó que el hurto de vehículos es un indicador confiable que "durante los 15 años de gobierno del FA creció un 250% acompañado la suba general de los hurtos".

Hay un conjunto de datos objetivos (homicidios y robo de autos) que, cuando se analiza una serie larga, muestran que no cambiaron su tendencia. Hay otra bolsa, las denuncias de otros delitos, que pueden estar influenciadas por el miedo o el desinterés a denunciar. Y hay una tercera pata, perceptiva, de la que Uruguay ha avanzado poco y que el gobierno pretende incorporar en su nuevo plan de seguridad: las encuestas de victimización.

El Frente Amplio había realizado una encuesta de este tipo en 2017. Por razones que no están del todo claras y que llevaron a una investigación administrativa —algunos sugieren falencias metodológicas y otros aducen presión política— los resultados pasaron desapercibidos. Pero allí se constataba que solo el 28% de los incidentes en que las personas fueron víctimas llegaron a denunciarse a la policía. Por lo cual podía estimarse que cada 100.000 habitantes hubo 23.486 incidentes (apenas por debajo que los resultados mexicanos).

La actual administración realizó algún piloto en Casavalle, con cifras que también demuestran una baja tasa de denuncia, y lo puso como prioridad para el futuro plan. En ese sentido, países como Reino Unido dan a estas encuestas tanta o más relevancia que las denuncias a secas que recibe la policía.

Por lo cual, los resultados de delitos que Interior mostró este martes, reconoció Heber, dan cuenta de la “represión” policial, pero no necesariamente de la otra pata que quiere impulsar con la misma fuerza el gobierno: la prevención, lo que se puede evitar.