Rusia, China y Corea de Norte en la mira de los miembros del G7 reunidos en Japón

La guerra en Ucrania ocupó gran parte de la agenda de este lunes y según la palabra del ministro japonés de Relaciones Exteriores Yoshimasa Hayasi, “el mundo se encuentra en un punto de inflexión en la lucha en Ucrania y debe rechazar firmemente los intentos unilaterales de cambiar el statu quo por la fuerza, y la agresión de Rusia contra Ucrania y sus amenazas de uso de armas nucleares". 

Los ministros también sentaron una posición dura sobre las crecientes amenazas de China a Taiwán y sobre las pruebas de misiles de largo alcance por parte de Corea del Norte.

Para la delegación estadounidense, la reunión llega en un momento crucial en la respuesta mundial a la invasión de Rusia a Ucrania y en los esfuerzos para tratar con China, dos temas que los ministros del G7 de Japón, los Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Canadá, Italia y la Unión Europea consideran desafíos potentes para el orden internacional basado en las relaciones posteriores a la Segunda Guerra Mundial.

Un alto funcionario estadounidense de la comitiva que acompañaba a Antony Blinken le dijo al periodismo que el objetivo de la administración Biden para las conversaciones es reforzar el apoyo a Ucrania, incluida una importante iniciativa sobre la infraestructura energética de Ucrania lanzada en las reuniones del G7 del año pasado en Alemania, así como para garantizar la prestación continua de asistencia militar a Kiev.

También será una prioridad aumentar el castigo contra Rusia, particularmente a través de sanciones económicas y financieras que fueron diseñadas incluso antes de la invasión en diciembre de 2022.

El funcionario estadounidense, que habló en condición de anonimato, dijo que se discutirían formas de profundizar el apoyo a las capacidades de disuasión y defensa a largo plazo de Ucrania. Eso también podría mejorar la posición de Kiev para posibles negociaciones que podrían poner fin al conflicto en sus términos.

El papel de Japón, el único miembro asiático del G7, como presidente de las conversaciones de este año brinda la oportunidad de discutir una acción coordinada sobre China. Los líderes y ministros de Relaciones Exteriores de los países del G7, más recientemente Francia y Alemania, concluyeron visitas a China, y se espera que los diplomáticos en Karuizawa discutan sus impresiones sobre la posición de China en numerosos temas, incluida la guerra en Ucrania, Corea del Norte y Taiwán, que es un punto particularmente delicado en las relaciones entre los Estados Unidos y China.

En una cena de trabajo privada el domingo por la noche, Hayashi instó a continuar el diálogo con China sobre los muchos desafíos globales en los que la participación de Beijing se considera crucial. Entre los intereses chinos que están entrelazados con los de las democracias económicamente más poderosas se encuentran los esfuerzos globales por el comercio, las finanzas y el tema climático.

Hayashi les dijo a los ministros que las naciones deben continuar “construyendo una relación constructiva y estable, expresando al mismo tiempo directamente nuestras preocupaciones y llamando a China a actuar como un miembro responsable de la comunidad internacional”, según un resumen que trascendió de la cena a puertas cerradas.

La preocupación en Japón se puede ver en sus esfuerzos por instrumentar una ruptura importante con sus principios posteriores a la Segunda Guerra Mundial de un poder militar exclusivamente defensivo y en cambio adquirir capacidades de ataque preventivo y misiles de crucero para contrarrestar lo que es percibido como amenaza de Beijing.

Como los contactos de alto nivel entre Washington y Beijing se volvieron escasos, la diplomacia norteamericana deberá buscar información proveniente de sus homólogos franceses y alemanes sobre sus interacciones con los chinos, dijo el alto funcionario consultado por la prensa.

Otro alto funcionario del Departamento de Estado dijo que el G7 publicaría un comunicado este martes que dejaría en claro la fuerte unidad del grupo sobre la guerra de Rusia en Ucrania, China y más ampliamente el Indo-Pacífico, particularmente Corea del Norte, sobre la necesidad de mantener el statu quo en el Estrecho de Taiwán y también sobre mejorar las relaciones con las naciones insulares del Pacífico.

El funcionario restó importancia a las sugerencias de que están surgiendo fisuras en China. Los miembros del G-7, dijo, quieren trabajar con China en desafíos comunes, pero se manejarán debidamente contra la coerción china y los intentos de diluir o eludir las reglas internacionales relacionadas con el comercio.

También afirmó que, en numerosos compromisos diplomáticos recientes con funcionarios chinos, los miembros del G7 habían enfatizado a Beijing que cualquier suministro de armas a Rusia para su uso en Ucrania tendría graves consecuencias, al igual que los intentos de cambiar el statu quo de Taiwán.

Corea del Norte también es un área clave de preocupación para Japón y otros vecinos de la región.

Desde el año pasado, Pyongyang probó alrededor de 100 misiles, incluidos balísticos intercontinentales, que mostraron el potencial de llegar a los Estados Unidos y una variedad de otras armas de corto alcance que amenazan a Corea del Sur y Japón.

Hayashi expresó su “grave preocupación por el lanzamiento de misiles balísticos por parte de Corea del Norte con una frecuencia y formas sin precedentes, incluido el lanzamiento de la semana anterior” e informó que los ministros de Relaciones Exteriores del G7 condenaron enérgicamente “los repetidos lanzamientos de misiles balísticos”, según el resumen de la reunión.

(Con información de agencias)