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Salah y una foto que levantó críticas
Egipto tiene su concentración en Grozny, Chechenia, y este domingo en la práctica del equipo del argentino Héctor Cúper se hizo presente Kadyrov, quien se acercó a Salah, que, por su lesión en el hombro, vio el movimiento desde afuera.
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Chechenia está dirigida con mano de hierro por Kadyrov, que cuenta con el apoyo del presidente ruso Vladimir Putin. Las organizaciones internacionales denuncian regularmente atentados contra los derechos humanos y las libertades en esa región.
Kadyrov es hijo de un presidente asesinado y desde 2007 es el jefe de la República de Chechenia. Además, está al frente de una fuerza paramilitar acusada en varias ocasiones de violar los derechos humanos.
También es el capo del equipo FC Terek Grozny, que juega en la liga rusa, y, fiel al islam tradicional, atenta contra divorciados y homosexuales.
Sede criticada
La designación de Chechenia como sede de concentración para Egipto había sido cuestionada por Human Rights Watch, la organización internacional que lucha por los derechos humanos.
La decisión de la FIFA de utilizar Grozny como sede de un equipo mundialista es absolutamente sorprendente e indignante", dijo en aquel momento la subdirectora de Human Rights Watch, Jane Buchanan, en una entrevista con The Associated Press.
El pasado 23 de mayo la FIFA dijo estar "profundamente preocupada" por la detención en Chechenia de un defensor de los derechos humanos acusado de "tráfico de droga".
Catorce organizaciones de defensa de los derechos humanos enviaron una carta al presidente de la FIFA Gianni Infantino para solicitarle que interviniera ante las autoridades en favor de la liberación de Oïoub Titiev, detenido en enero.
"La FIFA está profundamente preocupada por la situación de Titiev. Juzgamos absolutamente esencial que Titiev tenga un juicio justo, conforme a las normas internacionales", indicó a la AFP un portavoz de la FIFA. "De manera general, los defensores de los derechos humanos deberían poder hacer su trabajo libremente, sin tener miedo a las represalias", subrayó la FIFA, añadiendo que sus responsables "continúan implicándose personalmente en este caso".
