Se derrite la nieve del Everest y emergen cadáveres congelados

"La nieve se está derritiendo y los cuerpos están saliendo a la superficie", explicó al New York Times el guía Kami Rita Sherpa, quien llegó hasta la cima de la montaña 24 veces, un récord mundial. "Encontrar huesos se ha convertido en la nueva normalidad para nosotros", añadió. Según contó, en la ruta aparecen cráneos, dedos, piernas. Y por el frío, incluso, muchos cuerpos se preservaron notoriamente. Según describe el diario estadounidense, se enmarcan rostros congelados de color carbón, quemados por el sol. 

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Pemba Gelje es otro guía de la montaña que escaló la cima seis veces. Su primer ascenso fue en 2008 y, según contó, en esa oportunidad se cruzó con tres cuerpos, y en otro trayecto más reciente vio al menos seis. "Es una imagen que me atormenta", dijo.

Desde la década de 1960 hasta el presente, por lo menos 300 alpinistas murieron tratando de escalar la gran montaña, en su mayoría víctimas de tormentas, de caídas o deficiencia de oxígeno, informó el New York Times. Ang Tshering Sherpa, expresidente de la Asociación de Montañismo de Nepal, estimó que un tercio de todos los cadáveres todavía sigue en la montaña. Con el detalle de que algunos de esos cuerpos están fragmentados debido a las avalanchas, explicó. 

Los alpinistas y el gobierno de Nepal dicen que esta situación es consecuencia del calentamiento global, que derrite rápidamente los glaciares de la montaña y, al hacerlo, desentierra huesos, botas y cuerpos enteros de personas que subieron pero nunca más bajaron. 

Disyuntiva con los cuerpos y la basura

Esta situación originó un debate: qué hacer con el destino de esos restos humanos: dejarlos en donde aparecen o bajarlos a la ciudad. Para muchos escaladores, sus colegas caídos son parte del entorno de la montaña y deben permanecer en ella. Pero otros no lo tienen tan claro. Los familiares de las víctimas desean recuperar los cuerpos de sus allegados.  

Extraer una cadáver de la cima de la montaña es un proceso costos y complejo que puede incluso poner en riesgo la vida de los rescatistas. El peso de un cuerpo puede superar los 150 kilos cuando está congelado. Trasladar esa carga en medio de un clima adverso y con precipicios es altamente dificultoso además de riesgoso para las personas que deben ejecutar la misión. 

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Otro tema es cómo es gestionar la basura que dejan los escaladores. De hecho, este lunes un equipo de montañeros encargado de la limpieza del Everest recuperó cerca de 11 toneladas de desperdicios y cuatro cadáveres que quedaron abandonados en la ruta, en un operativo que costó US$ 200.000 y que se hizo por presión internacional. "Junto con la basura, también fueron recuperados cuatro cadáveres encontrados en los campamentos ubicados en las zonas más altas del Everest, y que fueron trasladados a Katmandú la semana pasada", dijo a Efe el director general del Departamento de Turismo nepalí, Dandu Raj Ghimire.  

Todo lo recolectado son desperdicios de los cientos de escaladores de distintos países que cada temporada de primavera, entre abril y mayo, la época ideal para el ascenso, gastan miles de dólares para conquistar el pico más alto del mundo dejando un rastro de basura a su paso. Durante los últimos años el Everest ha ido ganando el título del "basurero más alto del mundo", por las toneladas de equipos de escalada, cilindros de oxígeno y desechos humanos de escaladores que murieron mientras intentaban subir, y cuyos cuerpos no fueron encontrados después de su desaparición.

Fuente: New York Times, EFE, AFP.