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Sospechan que Sebastián Marset traficó cocaína por más de US$ 500 millones en 5 años
Tras obtener la libertad en Uruguay en 2018, Sebastián Marset se instaló entre Bolivia y Paraguay con el objetivo de asociarse a diferentes bandas que operan en los países para comandar toda la cadena del negocio de la cocaína: desde la producción hasta la venta en Europa y África y el posterior lavado de dinero.
Así consta en la acusación realizada por el fiscal paraguayo Deny Yoon Park a fines de febrero de este año en el marco de la operación “A Ultranza”, desplegada en 2022 y en la que cayeron buena parte de los integrantes de la banda que lideraba Marset en ese país.
La fiscalía paraguaya cree que en los últimos cinco años Marset traficó cocaína por un valor que supera los US$ 500 millones, tal como informó El Deber y confirmó El Observador. La investigación señala que cada kilo de la droga era vendido por el grupo a un valor que va desde US$ 12.000 hasta US$ 14.500 en África; el costo ascendía a entre US$ 20.000 y US$ 25.000 en Europa.
En Bolivia, Marset se asoció con un hombre apodado “Beiño”, que integra el Primer Comando Capital (PCC) y opera en Foz do Iguaçu. Este hombre es el encargado de tratar con los productores bolivianos de cocaína y coordinar la llegada de la droga a suelo paraguayo en avionetas.
A su vez, las autoridades presumen que en 2021 su hermano Diego Alba Marset -hoy buscado- se instaló en Santa Cruz de la Sierra para fortalecer los lazos con los productores locales.
“La facción criminal extranjera, específicamente de Bolivia, se encargó de proveer a las agrupaciones ilícitas unidas en Paraguay, la sustancia estupefaciente consistente en clorhidrato de cocaína. La alianza de los distintos grupos criminales se dió luego de las sucesivas reuniones mantenidas desde el año 2018, cuando Sebastián Marset ingresó oficialmente, por primera vez, a Paraguay”, dice la acusación del fiscal en la que obtuvo prisión para 14 detenidos.
En Paraguay, a su vez, las investigaciones permitieron determinar que se alió con “el núcleo de la familia Insfran” que tiene a Miguel Ángel -también conocido como “Tío Rico”- a la cabeza.
En 2022, Tío Rico logró escapar de los operativos para capturarlo, pero recientemente fue procesado tras ser detenido y extraditado en Brasil.
“Se creó la unión de las organizaciones criminales en nuestro país, las cuales, establecieron el esquema de introducir al territorio paraguayo las cargas de la droga proveniente de Bolivia, las cuales eran bajadas en un establecimiento rural ubicado dentro de la Reserva Natural Cabrera – Timane el Departamento de Alto Paraguay en las inmediaciones de la localidad de Lagerenza, muy próxima a la línea fronteriza con Bolivia”.
Una vez en Paraguay, el grupo transporta la droga hacia una estancia cercana a Asunción también en avionetas. Allí es descargada y puesta en camiones doble fondo que son facilitados por empresas vinculadas a la familia Insfran.
“Es así que desde el mencionado establecimiento, la droga era nuevamente transportada, por una parte, vía terrestre, mediante vehículos automotores de gran porte, proveídos por Miguel Ángel Insfran Galeano, mediante sus empresas, hasta los depósitos ubicados en el Departamento Central, en cuyos lugares se realizaban los trabajos de ocultar la cocaína dentro de las mercaderías lícitas que finalmente eran cargadas en contenedores, a los cuales identificaban —a los que llevaban la droga—con la expresión «premio o premiado», para posteriormente trasladarlos hasta el Puerto Seguro Fluvial de Villeta, desde el cual partieron hasta sus destinos finales, generalmente a países de Europa y África”, señaló el fiscal.
A su vez, tal como informó El Observador en agosto del año pasado, el grupo también utiliza el puerto de Montevideo para sacar la producción hacia Europa y África. A veces, porque los contenedores con la droga traída desde Paraguay hacen trasbordo hacia embarcaciones transatlánticas, aunque en otras instancias la droga se carga en el país y se camufla en exportaciones.
Fuentes policiales revelaron en ese entonces que Marset unió grupos que operan en el país y desarrolló una ruta de ingreso de la droga a través de avionetas que venían de Paraguay y aterrizaban en campos al norte del Río Negro, donde los radares no llegan a detectar a los que vuelan bajo.
La policía ubicó al grupo como responsable de varios grandes cargamentos que fueron incautados en estos años junto a miles de dólares, armas, vehículos y hasta una lancha.
De hecho, el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, reconoció que en la última operación, realizada a principios de julio y en la que se incautaron 265 kilos de cocaína en una casa del Cerro había “indicios de conexiones” con Marset, ya que la droga tenía la inscripción “king of the south” es decir “rey del sur”, tal como se hace llamar el narcotraficante uruguayo.
