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¿Suárez a Nacional? Se aferran a un milagro, mientras el tiempo hace su obra
En 2020, cuando aún tenía un año más de contrato y Barcelona lo sorprendió con su salida del club, se abrió una inesperada puerta que le ofreció la mejor solución al problema. Encontró en Atlético de Madrid todo lo que buscaba: un equipo grande, para seguir peleando en la elite, con un proyecto deportivo ambicioso, en una gran ciudad y con un contrato millonario.
Dos años después, Luis Suárez está envuelto en el mismo problema y con un detalle que no es menor: en cuatro meses comienza el Mundial de Qatar 2022 y, a sus 35 años, procura llegar en su mejor forma competitiva.
El Pistolero disputó su último partido el 22 de mayo. Ingresó seis minutos en el cierre de la temporada de Atlético de Madrid ante Real Sociedad. Cerró el campeonato español como suplente.
El último gol lo anotó el 2 de abril, y al último juego llevaba 10 partidos sin convertir.
Estos números son solo estadísticas, que Suárez acostumbró desafiar y superar.
La diferencia en este inicio de temporada 2022-2023 en Europa, más allá de las estadísticas, es que a los 35 años las oportunidades que buscan los jugadores de elite se reducen en la misma relación que su carrera se acerca al final.
En los primeros días de mayo, cuando no aceptó renovar con Atlético de Madrid, empezaron sus intentos por resolver este asunto de dónde jugar los cuatro meses para preparar de la mejor forma el Mundial de Qatar, que aún él ni su nuevo club pudieron oficializar.
Desde entonces a la fecha, recibió una cifra cercana a los 50 ofrecimientos.
Suárez sigue esperando una propuesta mejor. Las que recibió no lo colmaron, sino ya habría resuelto su futuro.
Luego de haber jugado 15 años en la elite de Europa, llegó su momento de empezar a resignar aspiraciones.
Eso ocurre en la carrera de los profesionales. Diego Forlán vivió ese proceso en diferentes etapas, hasta que un día terminó en Uruguay (luego de jugar en Italia y Brasil).
Los elementos claves para los futbolistas que juegan en la elite pasan por:
1) un contrato en un equipo grande (eso asegura participar en las competiciones europeas)
2) jugar en una de las grandes ligas (Inglaterra, España, Italia)
3) recibir un salario millonario
4) jugar la mayor cantidad de partidos
5) vivir en una buena ciudad
A medida que pasa el tiempo comienzan a resignar aspiraciones. En ese proceso, que se transforma en un duelo que cada uno de los jugadores vive en soledad, se encuentra el goleador uruguayo.
Las puertas de los grandes equipos ya no se le abren como en sus tiempos de esplendor para el uruguayo. La misma situación está viviendo Edinson Cavani.
Entonces, permanecer en España, Inglaterra o Italia para el Pistolero implica bajar a un segundo o tercer nivel.
En la Premier League su amigo Steve Gerrard podrá hacerle un lugar en Aston Vila, pero irá a pelear por el descenso. Esto viene adosado a contratos menores.
Fichar en un club como Sevilla o Valencia, en un segundo nivel en el España y que exjugadores de elite consideran una gran oportunidad, no les asegura continuidad en el equipo titular, una condición indispensable para esta etapa de Suárez, a cuatro meses del Mundial.
Por tanto, en esa evaluación que realiza Suárez, a medida que comienza a considerar que resignar, tallan otros temas.
La semana pasada Suárez reconoció que una de las mejores ofertas que recibió le llegó desde la MLS, pero surgió un elemento que se transformó en un gran obstáculo: las fechas.
En el mejor de los casos, si el equipo que lo quería llega al final de la temporada, se iba a quedar sin actividad en octubre, a un mes del Mundial, cuando lo que busca el delantero es alcanzar noviembre en un nivel de crecimiento en su rendimiento que le permita estar el 24 de noviembre, en el estreno ante Corea del Sur, en su mejor forma.
Otra de las opciones que recibió Suárez le llegó del fútbol mexicano. Le cerraba la propuesta económica de Toluca, pero dijo que no veía conveniente jugar en la altura en esta etapa de su carrera, a cuatro meses del Mundial.
Mientras todo esto ocurre y evalúa qué es lo que va a resignar (calidad de la liga, calidad del equipo, contrato), el tiempo pasa y en Nacional se ilusionan con que el milagro de tener a Suárez en Uruguay se pueda hacer realidad.
El presidente tricolor José Fuentes dijo a Referí que sigue en comunicación con Suárez y la puerta para volver a Uruguay continúa abierta.
Los tricolores saben que no tienen muchos elementos para convencerlo desde lo deportivo ni en lo económico.
Volver a Uruguay para Suárez implicaría jugar en las canchas en las que se inició, tendrá que visitar Colonia y Maldonado, también el Saroldi, Belvedere y Capurro, cargar con la presión de ser la figura todos los partidos y convertir goles. Eso no será problema porque busca su mejor forma deportiva. También tendrá la ocasión de jugar en las instancias decisivas de la Copa Sudamericana y pelear con los equipos brasileños por ganar para Uruguay un título continental después de 35 años.
Diego Forlán, quien estuvo en la elite, fue el mejor jugador de un Mundial y un día recorrió el mismo camino (hacia el final de su carrera) que Suárez ahora, dijo este jueves en 100% Deporte de Sport 890 que no ve "nada negativo" en el regreso del Pistolero a Uruguay.
Entonces, en Nacional se aferran a que el tiempo empiece a jugar del lado del club y que desde el punto de vista emocional, Suárez pueda sentir algo que definitivamente lo devuelva a Uruguay por cuatro meses para preparar el Mundial.
Las dos semanas que se planteó Suárez para definir su futuro culminan en seis días.
