Fútbol Internacional > SE HUNDIÓ EL PROYECTO
Superliga: categórico triunfo de la UEFA frente a los clubes poderosos de Europa
Un minuto después de la medianoche europea del domingo 18 de abril, varios periodistas recibieron un comunicado de tres páginas en sus casillas de correo. El asunto era “La Superliga” y anunciaba que 12 clubes de los más ricos de Europa (Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Manchester United, Manchester City, Liverpool, Arsenal, Tottenham, Chelsea, AC Milan, Inter de Milán y Juventus) creaban su propia competición, casi cerrada, con 15 miembros de pleno derecho y cinco invitados. Fue una bomba que explotó de inmediato y cuyas secuelas mantuvo en vilo al mundo futbolístico las últimas 72 horas. Hasta que poco a poco los clubes fueron abandonando el proyecto: primero los ingleses, después el Atlético y el Inter, luego los otros dos italianos. Real Madrid y Barcelona quedaron solos. La UEFA, con el apoyo de FIFA, ganó la batalla.
Una primera señal de la rebelión de los clubes más poderosos se vio en marzo, cuando no quisieron ceder a los jugadores para las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial de Catar 2022 debido a la pandemia de coronavirus. Frente a esta situación, la FIFA suspendió la doble fecha prevista del jueves 25 al martes 30 de marzo, en la que Uruguay visitaba a Argentina y recibía a Bolivia.
Aquella decisión se tomó como el primer triunfo de los clubes poderosos frente a FIFA, a quien le torcían el brazo en la cesión de los futbolistas a las selecciones para jugar Eliminatorias.
Aunque ya desde principio de año había rumores de una insurrección, lo que llevó a la UEFA y la FIFA a publicar en enero un comunicado común en el que amenazaban con sanciones a los promotores de cualquier competición privada y competidora de la Liga de Campeones. El pasado domingo, el ruido era más fuerte, por lo que la confederación europea anuncia que se había adelantado una reforma de la Champions que garantizaba más partidos y, por lo tanto, más ingresos para los clubes.
El lunes 19 de abril se anunció la creación de la Superliga europea. Real Madrid publicó las bases y la forma de competición en su web oficial.
El presidente de los merengues, Florentino Pérez, fue elegido también presidente de la Superliga. Los clubes alemanes más poderosos, como Bayern Munich y Borussia Dortmund, no se unieron a la idea. Tampoco el París Saint Germain de Francia.
La idea era que participaran 20 clubes, los 15 fundadores (en realidad fueron 12) y otros cinco equipos que se tenían que clasificar de acuerdo al rendimiento deportivo de la temporada anterior. Se formarían dos grupos de 10 equipos cada uno que jugarían partidos de ida y vuelta. Los tres primeros de cada uno clasificaban directamente a la etapa de playoffs y el cuarto y quinto de cada grupo jugarían por otros dos lugares.
La competición, según explicó Florentino Pérez en una entrevista que brindó el lunes por la noche en el programa de televisión El chiringuito de jugones, reportaría ganancias de 300 millones a 400 millones de euros, tres o cuatro veces más que la Champions. El dinero se iba a repartir entre todos los participantes de una manera bastante equitativa, tomando como ejemplo a las principales ligas deportivas de Estados Unidos. El dirigente reflexionó que si no buscaban una salida económica "el fútbol tal como está planteado se muere", y que las actuales competiciones perdieron el interés del 40% de los jóvenes de entre 16 y 24 años.
El esloveno Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, reaccionó rápidamente. Convocó a una conferencia de prensa y expresó: la Superliga es "una propuesta vergonzosa" de algunas "serpientes" que están "guiadas por la codicia", "un escupitajo a la cara de todos los amantes del fútbol".
También reaccionó duramente contra el padrino de uno de sus hijos, el presidente de Juventus Andrea Agnelli, uno de los impulsores del proyecto.
Al sentirse traicionado por Agnelli, Ceferin disparó: “Nunca he visto a un hombre que mintiera tanto”.
Un día después, apareció públicamente Gianni Infantino, presidente de la FIFA. Durante el congreso de la UEFA, el suizo señaló que los clubes rebeldes “deberán asumir las consecuencias” de sus actos. Aunque muchas veces está en desacuerdo con Ceferin, en esta oportunidad se puso de su lado.
Durante el congreso las federaciones aprobaron un texto por unanimidad condenando la Superliga y a sus promotores, aunque Ceferin dejó la puerta abierta a la negociación. "Aún es tiempo de cambiar de opinión", dijo.
Algunas de las medidas de represalia que podía tomar la FIFA era eliminar a estos clubes de la Champions (Real Madrid, Chelsea y Manchester City están en semifinales de la actual edición) y no permitir que sus futbolistas participen en la próxima Copa del Mundo.
Los principales entrenadores del mundo, Pep Guardiola, Jurgen Klopp y Marcelo Bielsa, brindaron su opinión sobre la nueva competencia. “La lógica del fútbol es que los poderosos sean más ricos a costa de que los débiles sean más pobres”, criticó Bielsa.
Zinedine Zidane, técnico de Real Madrid, cuyo presidente impulsó la Superliga, no opinó. También entregaron sus puntos de vista exfutbolistas y autoridades de gobierno.
El mundo del fútbol estaba cada vez más convulsionado. Las portadas de los principales periódicos deportivos eran dominadas por el tira y afloje entre los principales dirigentes del fútbol mundial y los presidentes de los clubes más poderosos. Sin embargo, el martes todo empezó a cambiar. Varios medios británicos comenzaron a informar de las dudas generadas en varios de los clubes fundadores de la Superliga.
Al mismo tiempo, un millar de hinchas de diferentes clubes dejan a un lado la rivalidad deportiva para manifestarse en contra de la Superliga en las afueras de Stamford Bridge, el estadio del Chelsea. Ante la magnitud de las presiones, el Manchester City fue el primero en tirar la toalla y anunció que su salida del proyecto.
Luego, la avalancha. Liverpool, Manchester United, Arsenal y Totthenham anunciaron también su renuncia.
"Hemos cometido un error y pedimos disculpas", escribió en Twitter el Arsenal.
Este miércoles se bajó el último inglés, Chelsea.
Casi al mismo tiempo, los promotores de la Superliga, en el que ya solo quedaban tres clubes españoles (Real Madrid, Barcelona y Atlético) y tres italianos (Milan, Inter y Juventus) sacaron un comunicado expresando su deseo de “reconsiderar las etapas más apropiadas para remodelar el proyecto”, reiterando que “el statu quo actual del fútbol europeo debe cambiar”.
Luego fueron Atlético de Madrid e Inter de Milan. Después Juventus, que a esa altura se había desplomado en la Bolsa de Valores. El Milan también dio un paso al costado y señaló: “Las voces (en contra) y las preocupaciones de los hinchas de todo el mundo sobre el proyecto de la Superliga han sido fuertes y claras", mientras que la Juventus estimó que hay “pocas opciones” de que la competición pueda realizarse “en la forma concebida originalmente”.
Los jugadores de Atlético de Madrid, donde juega Luis Suárez, expresaron su “satisfacción” por la renuncia del club al proyecto. Así lo hicieron saber en un comunicado que publicó su capitán Koke Resurrección en Twitter.
Real Madrid y Barcelona quedaron solos. Florentino Pérez fue presidente de una Superliga que duró tres días. La UEFA ganó la pulseada y anunció un nuevo formato para sus competiciones de clubes a partir de 2024.
