Taylor Swift, directora: sexismo y doble vara para medir a hombres y mujeres

Esa temática se asocia con la letra de la canción, en la que Swift evalúa como sería su vida si fuera hombre, y reconoce que se la criticaría menos, y se la reconocería como una visionaria y como alguien que trabajó mucho, además de que se le permitiría haber tenido varias parejas a lo largo de su vida. Aunque aclaró que hay parte de sus experiencias dentro del mundo de la música en ella, también hay relatos ajenos de otras figuras de esa industria. 

AFP

El videoclip refuerza esa línea argumental, con una Swift transformada por el maquillaje en un hombre que vive una vida digna del personaje de Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio, mencionado en la letra) de El lobo de Wall Street. El personaje es un millonario maleducado que es aplaudido por los demás por hacer lo mínimo indispensable en tareas como la paternidad y el trabajo; el video incluye también una secuencia basada en un episodio protagonizado por la tenista Serena Williams en 2018. Durante un torneo, la deportista se enojó con una decisión del árbitro y fue criticada, mientras que a otros tenistas hombres se los elogió por ser "apasionados".

El video concluye con otro guiño al doble estándar en la industria del entretenimiento, con Swift en la silla de directora criticando a su contraparte masculina por su actuación y pidiéndole que sea "más sexy", mientras elogia a un extra femenino que aparece unos pocos segundos en cámara, invirtiendo algunas historias y arquetipos del mundo audiovisual. En ese diálogo, la voz del "Taylor hombre" es la del actor Dwayne "La Roca" Johnson. 

Como es habitual en sus videoclips, Swift incluye también referencias a sus trabajos anteriores, y a su vida personal y profesional, como el hecho de no tener la propiedad de sus discos anteriores a Lover, luego de que su anterior empresa discográfica los vendiera sin su consentimiento. El videoclip termina con unos créditos en los que la cantante afirma, con orgullo, ser la "dueña" del clip.