Tercer día de ataques criminales en ciudades del noreste brasileño

Según informaron las autoridades, veintiocho centros urbanos fueron blanco de disturbios desde el pasado martes como una violenta respuesta de un grupo criminal frente al endurecimiento de las medidas de control dentro de las prisiones.

Este miércoles, los efectivos federales llegaron a 220, pero la gravedad de los hechos vandálicos no pudo ser controlada, con lo cual el ministro de Justicia y Seguridad Flávio Dino advirtió en una entrevista a CNN que el número de agentes podría multiplicarse hasta 800 si fuera necesario. "No vamos a permitir que territorios sean entregados a prácticas criminales", señaló.

Hasta el momento, los desmanes dejaron dos muertos y dos heridos, todos civiles y lugareños. En Natal, fueron incendiados un galpón de una empresa recolectora de residuos, un supermercado y una estación de servicio. Según el sitio de noticias local g1, también fue atacada una estación del ferrocarril.

Fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública (Sesed) señalaron a la agencia de noticias AFP que se detuvieron a 66 personas por los hechos. El detalle agrega que se incautaron 16 armas de fuego, 50 artefactos explosivos, 10 bidones de nafta, vehículos, municiones y dinero. 

Las autoridades comunicaron que los ataques son orquestados desde el interior de las cárceles, donde los presos protestan por las condiciones de vida, con reclamos como televisores y visitas privadas. Por su parte, organismos de Derechos Humanos denuncian que no se respetan las condiciones mínimas a las que los presos tienen derecho.

El gobierno de Lula Da Silva anunció este miércoles el envío a Rio Grande do Norte de una fuerza federal de agentes penitenciarios para coordinar la "vigilancia y custodia de presos".

Dentro de las unidades, según se informó a AFP desde la Secretaría de Administración Penitenciaria del estado (SEAP), “la situación está bajo control. No hay ningún motín, ni tentativa de fuga, nada fuera de lo normal".