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Trabajadores de Frigocerro denuncian “tortura económica, física y emocional” del sindicato
Trabajadores de Frigocerro no sindicalizados le entregaron a la gerencia de la empresa una carta, que también hicieron llegar al diario Durazno Digital, en la que denuncian que el sindicato los ha “torturado económica, física y emocionalmente” mientras ha durado el conflicto con el dueño del frigorífico.
Hace varios meses que el sindicato de trabajadores de Frigocerro (con el apoyo de la Federación de Obreros de la Industria de la Carne y Afines, Foica), se mantiene en conflicto denunciando irregularidades por parte de la empresa, como despidos e incumplimiento de acuerdos firmados.
Rosana Fraigola, trabajadora del área de desosado de Frigocerro, que hace 20 años está en la empresa, dijo a El Observador que los trabajadores se organizaron para dejar plasmado en una carta su malestar. “¿Por qué tenemos que estar con la boca cerrada si tenemos los mismos derechos?”, se preguntó.
Palos en la rueda
Según expresó, pudiendo hacer tres faenas por semana, el frigorífico está con una sola faena semanal porque la operativa se ha complicado en varias ocasiones por abandono de lugar de trabajo de quienes realizan movilizaciones.
“El año pasado perdimos platales porque la zafra se perdió, y ahora estamos en lo mismo”, resaltó la trabajadora de Frigocerro.
Según indicó, los trabajadores coinciden en que el gremio intenta dañar la imagen de la empresa, más allá de reclamar por sus derechos laborales. “Son unos pocos los que ponen palos en la rueda, y la gente se dio cuenta de que es manipulación para cerrar la empresa y la gente no se quiere quedar sin trabajo”, sostuvo Fraigola.
Diego Ortíz, dueño del frigorífico, dijo a El Observador que son cerca de 30 los trabajadores agremiados, una minoría dentro del plantel, y que hay varios que pese a estar sindicalizados no se han unido a las movilizaciones y paros realizados.
En la carta los trabajadores dicen tener una posición “totalmente opuesta” al movimiento del sindicato, y piden que se de a conocer una “batalla” en la que han peleado “de forma incansable” para mantener sus puestos de trabajo.
"Carneros, lambetas y chupamedias"
Según mencionan, no están de acuerdo con los reclamos “ni con la forma en que se han manejado con la patronal y con nuestros compañeros”. “Dejamos aquí plasmado nuestro disgusto total con las formas en que se han manejado, desde el primer día, en que comenzaron a llamarnos carneros, lambetas y chupamedias. Olvidando por completo el respeto y la educación hacia nosotros y hacia el dueño de la empresa”, agrega.
En la carta también se declara que el 2022 comenzó con una batalla “contra un grupo de intolerantes, perezosos y bravucones que amparados en algo que fue creado para un buen fin (el sindicato) lo han usado para avasallar y pisotear nuestros derechos, olvidando que también nosotros somos obreros. Y que aún no estando en acuerdo con nuestro pensar, tenemos todo el derecho del mundo a sí estar conformes y agradecidos con nuestra fuente de trabajo, y a defender nuestra fuente laboral como lo hemos venido haciendo, trabajando”.
Los trabajadores aclaran que en todo momento han cumplido con las tareas que se les han encomendado, ya que no eligen sus puestos y tampoco reniegan de lo que se les ha pedido hacer. “La empresa cuenta con nuestro compromiso y entrega, total y absoluta”, expresaron.
“Que vean nuestra situación y que se termine este incansable trabajo que están haciendo para perjudicar la imagen de la empresa, que sepan cómo económicamente, física y emocionalmente nos han torturado durante todo este año, pues mientras ellos tienen tiempo para recorrer emisoras, hacer caminatas y actos para manchar el buen nombre de nuestra empresa, nosotros le hemos puesto garra y hemos defendido nuestra fuente de trabajo, cubriendo los puestos que ellos dejaban vacantes, sacando adelante faenas y desosados enteros y no por lambetas ni carneros, sino porque tenemos conciencia social y somos agradecidos del precioso trabajo que tenemos, a sabiendas de cuántos uruguayos quisieran tener nuestra suerte”, sostiene el texto.
