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Transición "a la uruguaya": los viejos cruces entre Vázquez y Mujica, y los de ahora con Lacalle

Pese a que analistas y medios internacionales destaquen la "política de conciliación" de Uruguay, los últimos cambios de gobierno presentaron desencuentros entre autoridades entrantes y salientes
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02 de enero de 2020 a las 05:00

Tabaré Vázquez aseguró que su relación con Luis Lacalle Pou "ha mejorado muchísimo". En el último mes parecen haber quedado atrás las apreciaciones que hizo en 2014, durante la campaña electoral, cuando dijo que las propuestas del líder blanco eran "como una pompita de jabón", a lo que siguieron más de cuatro años de nulo contacto entre el presidente y el líder de la oposición.

Luego del triunfo electoral del nacionalista, el referente frenteamplista y el blanco tuvieron un acercamiento y viajaron juntos a Argentina para asistir a la asunción del presidente Alberto Fernández el 10 de diciembre, aunque la transición comenzó marcada por varios roces más allá de los gestos de uno y del otro.

El acercamiento entre Lacalle Pou y Vázquez "facilita" la transición entre el gobierno entrante y el saliente, según dijo a La República el presidente actual, y permite "redefinir con precisión" el objetivo del Poder Ejecutivo. Sin embargo, al igual que en anteriores oportunidades, los protagonistas del recambio que empezó el 2 de diciembre –sin importar de qué lado estén– cuestionaron las decisiones de sus antecesores o sucesores, o le achacaron la responsabilidad de las decisiones que tomaron o van a tomar. 

El primer desencuentro entre el oficialismo y la oposición se produjo cuando se reunieron por primera vez Lacalle Pou y Vázquez después del balotaje. Ese día, a la salida de Torre Ejecutiva, el ministro de Industria, Guillermo Moncecchi, ratificó el anuncio realizado en julio por el Poder Ejecutivo acerca de que el gobierno no aumentaría las tarifas públicas a partir del 1° de enero, como había hecho en años anteriores.

Cuando el mandatario electo afirmó que con esta decisión le estaban poniendo "la carreta adelante de los bueyes" –en campaña se había comprometido a no aumentar las tarifas previendo– le señalaron que en julio habían anunciado que no lo harían. El encuentro "sanador" con Vázquez dio lugar al primer dolor de cabeza del gobierno entrante en la transición, con una administración que pasado el 1° de enero no dio señales de que vaya a revisar su decisión de no aumentar el valor de las tarifas.

Pero esta discusión no fue la última en el camino al 1° de marzo: también la designación de seis generales del Ejército que asumirán en febrero provocó el choque entre las autoridades entrantes y salientes, dado que Vázquez no accedió al pedido de contemplar la posición del próximo gobierno, que deberá tratar con estas autoridades castrenses y no podrá removerlas. "Las decisiones hasta el 29 de febrero las va a tomar el gobierno actual”, zanjó el ministro de Defensa, José Bayardi.

Plan Juntos y tabaquismo

Pese a que los medios internacionales destaquen la "política de conciliación" de Uruguay y sus "transiciones tersas", la historia de las sucesiones en el país está marcada por los desencuentros. Para entender por qué basta ir cinco años atrás en el tiempo, cuando el líder del MPP, José Mujica, le cedió el mando a Vázquez en 2015.

El precedente más reciente de las transiciones muestra que, incluso siendo del mismo signo político, dos mandatarios pueden tener ideas diferentes cómo debe ser conducido el país. Uno de los temas que heredó el oncólogo Vázquez, líder en la lucha contra el tabaquismo, fue la producción estatal y venta en farmacias de marihuana recreativa, a la que antes de asumir había catalogado como “increíble”. 

A su vez, en plena transición, Vázquez anunció que el Plan Juntos -un buque insignia de la gestión de Mujica- pasaría de la órbita de Presidencia al Ministerio de Vivienda. Al asumir, en tanto, Vázquez realizó una reestructura del Fondo para el Desarrollo (Fondes), que le valió críticas del mujiquismo y del PIT-CNT, para un proyecto que el líder del MPP había definido como una velita prendida al socialismo.

A su vez, en los últimos meses de su mandato Mujica quiso excluir de la Ley de Descentralización –que entonces estaba siendo discutida en el Parlamento– un artículo que establecía la creación de alcaldías electivas en todos los departamentos, que de ser aprobado debía ser ejecutado en las próximas elecciones municipales. Vázquez, el impulsor de la norma, movió las fichas y logró que la estructura del Frente Amplio respaldara la iniciativa, lo que supuso que los legisladoras de la coalición de izquierda votaran todos los artículos de la ley. 

El déficit fiscal con que Vázquez se encontró en 2015, equivalente a 3,3% del PBI, constriñó al mandatario en la ejecución del gasto público, limitado aún más por el enlentecimiento de la economía proyectado para los cinco años de su mandato.

"Transición no signifca cogobierno"

En Uruguay, donde la transición entre gobiernos dura cuatro meses –desde que se realizan las elecciones nacionales o el balotaje hasta la ceremonia de asunción del 1­° de marzo–, los desencuentros sobre la visión país y los cruces de declaraciones son frecuentes. Si bien cuando hablaron con la prensa primó la mesura, los máximos referentes del Frente Amplio mostraron sus desavenencias.

"La gente empieza a reclamar al nuevo gobernante como si ya lo fuera, pero no lo es, y a los que están ya no los ve como lo que son. Estamos con un verso a contramano, pero bueno, el dibujo institucional que tenemos es ese", reprochó Mujica en 2010, días antes de colocarle la banda presidencial a su sucesor. 

Cuando había sido su turno de ceder el poder, en marzo de 2010, Vázquez también había expresado sus discrepancias con respecto a cómo el gobierno entrante estaba manejando la sucesión. "Transición está muy bien, pero transición no significa cogobierno. Yo soy el presidente hasta el 1° de marzo de 2010. No hay dos gobiernos", expresó en diciembre de 2009, por ejemplo, cuando una delegación del Frente Amplio se trasladó hasta la residencia de Suárez y Reyes para pedirle que no continuara con el Plan Cardales, que buscaba brindar telefonía básica, televisión interactiva y banda ancha a toda la población uruguaya mediante un paquete básico. Ese plan fue dejado de lado por Mujica.

Las políticas anti tabaco de Vázquez también estuvieron en discusión al inicio del gobierno de Mujica, lo que generó el enojo y la reacción del oncólogo. Al comienzo de la administración Mujica fue creada una comisión para estudiar las normas anti tabaco vigentes, en medio de la demanda de la tabacalera Phlip Morris. El grupo de estudio fue conformado por el prosecretario de Presidencia, Diego Cánepa, el ministro de Salud de esa época, Daniel Olesker, el titular de Economía, Fernando Lorenzo, y el canciller Luis Almagro.

La bomba estalló luego de que Olesker dijera en Canal 5 que analizaban un cambio en el tamaño de los pictogramas de 80% a 65% y luego también señalara en Oceano FM que hubo un "error jurídico" en la redacción inicial de la ley antitabaco. Vázquez reaccionó con rechazo ante la flexibilización anunciada por el gobierno de Mujica y dijo que hubo "una presión chantajista de una multinacional como Philip Morris, que lo que busca es doblar la voluntad del gobierno uruguayo para luego sacar réditos y mostrarlo como un triunfo". 

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