Tras las huellas del asesino: el entramado del caso de Lola Chomnalez

28 de diciembre del 2014

Lola Chomnalez viajó sola a Uruguay el 26 de diciembre de 2014 con permiso de sus padres para quedarse en la casa que había alquilado su madrina, en el balneario Valizas. En la casa también estaba el esposo de la mujer y sus dos hijos. El domingo 28 de diciembre, después de almorzar, Lola dijo que salía a caminar por la playa, que volvería en dos o tres horas, pero nunca lo hizo. Llevaba consigo únicamente la mochila  y poco dinero. Había decidido dejar el celular. Salió rumbo a Aguas Dulces y hasta ahí es lo que se sabe con precisión. Luego el relato se difumina: una o dos personas agarraron a la fuerza a Chomnalez y la mataron. Cuatro horas después de haber salido, al ver que no volvía, la madrina de Lola se comunicó con los padres de la adolescente, que estaban en Argentina. Adriana Belmonte, la madre de Lola, tomó un avión a Uruguay. La madrina denunció su desaparición a la Prefectura de Valizas ese domingo por la tarde y al día siguiente lo hizo ante la Policía.

30 de diciembre del 2014

La búsqueda terminó dos días después, cuando un pescador la encontró muerta, semienterrada en las dunas a la altura de Castillos.  La primera semana de su desaparición varios indagados pasaron por la Justicia, entre ellos el esposo de la madrina de la menor y varios vecinos de la zona. Todos fueron liberados. En ese momento no había ninguna prueba que conectara a Lola con su asesino, hasta que dos semanas después de su muerte apareció su mochila y su toalla, a 17 metros de donde fue encontrada. Tenía la sangre de la adolescente y restos de ADN de otra persona.

La autopsia reveló que Chomnalez tenía dos cortes en el brazo derecho, uno cortante y otro punzante, y un golpe en el lado izquierdo de su frente, pero no quedaron indicios que pudieran conectarlos con la persona que la atacó. Ese mismo día detuvieron a un posible sospechoso, que coincidía con la descripción brindada por un testigo, pero prontamente esa teoría fue desestimada. 

Enero 2015

La pareja de la madrina incurrió en contradicciones y fue uno de los primeros detenidos. La investigación, a cargo, en ese momento, de la jueza penal Marcela López, determinó que una decena de personas fuese conducida al juzgado para prestar declaración el 1° de enero. En busca de un ADN que coincidiera con el encontrado fueron indagadas al menos 40 personas, pero ningún test mostró coincidencias y la causa se estancó. El juzgado era un desfiladero de posibles testigos que no terminaron aportando ningún indicio concluyente. Convocaron desde una turista francesa que veraneaba en el lugar hasta al pescador que encontró su cuerpo. Realizaron un identikit de una contextura física similar al del indagado que trajo a escena a El Conejo, a quien vincularon en su momento al caso pero en 2019 ese vínculo quedó descartado. Se llegó a realizar una autopsia psicológica de Chomnalez, y pericias semiológicas a, pero no aportó nada a la investigación.

Mayo 2019

Después de años con idas y vueltas,  el fiscal Jorge Vaz –que hacía poco tiempo había asumido su trabajo en la causa– dio movimiento al expediente cuando citó a declarar en mayo de 2019 a un cuidacoches apodado El Cachila –que ya había sido indagado en abril de 2015– y a El Conejo. El primero, a quien luego se procesó por coautor del crimen, había dicho ante la Justicia que había estado con Lola, que le ofreció una estampita que estaba vendiendo y que la adolescente empezó a sentirse mal y en un momento se desmayó, que él se asustó y entonces decidió irse. Después, en otra versión, dijo que volvió y que la vio muerta. En ese momento se le habían hecho pruebas psicológicas y la jueza del caso en aquel entonces, Silvia Urioste, encargada del juzgado de 2° turno de Rocha, decidió su liberación. El fiscal Vaz había dicho que no tenía “ni idea” qué había hecho El Cachila, pero sí sabía que había estado ahí al momento de la muerte de la adolescente. La madre de Lola dijo entonces que hubo “negligencia” de los jueces. 

Mayo 2022

A dos años del procesamiento de El Cachila, la Justicia tenía a quien había encubierto el crimen de Lola, pero no al autor material del hecho. Una propuesta de la genetista del caso y la búsqueda constante del departamento de Investigaciones de Rocha permitieron dar con un hombre que vivía en el Chuy y que estaba en Castillos a la fecha del crimen. Fue procesado por homicidio muy especialmente agravado por alevosía. El hombre tiene una contextura física coincidente con la que indicaban todos los informes de Policía Científica. Cuenta con antecedentes penales por violación y violencia privada. 

A la joven “la llevan hasta allí con algún tipo de amenazas, los cortes de los brazos pudieron haber sido intimidatorios, y no fue llevada por una sola persona, tal vez dos”, dijo el exdirector de la Policía Científica, José Manuel Azambuya, cuando estaba en el cargo en mayo de 2019.

Si bien el procesado no reconoció el crimen, relató haberle robado a la joven el dinero que llevaba en la mochila, razón por la que, justificó, su sangre se encontraba allí.

Adriana Belmonte, madre de Lola, dijo sentir “una mezcla de emociones todas juntas”, entre las que “predominan el alivio y la esperanza”, en entrevista al canal argentino TN. “Venimos trabajando hace muchos años con respecto a este tema y vamos a seguir hasta que este crimen no quede impune”, dijo por su parte Jorge Barrera, abogado de la familia desde el comienzo de la causa.

El ministro del Interior, Luis Alberto Heber, destacó este viernes en conferencia de prensa el trabajo de la Policía Científica en el caso del homicidio de Lola Chomnalez y aseguró que el sistema de Justicia uruguayo “no se rindió”. “El sistema funciona, demora lamentablemente porque las pruebas hay que conseguirlas y se consiguieron”, agregó. 

El próximo paso es que la fiscal del caso, Jessica Pereira, presente una acusación por ambos procesados. Luego de eso, se abre un período para que los abogados de las partes contesten y, finalmente, con toda esa información, el juez puede dictar un fallo. El magistrado Juan Manuel Giménez señaló este viernes que si bien este ha sido un hito importante en el caso, aún no se puede dar por concluido.