Un productor rural de Uruguay se dispone a realizar un embarque a un frigorífico y cuando llega el operador autorizado por el Servicio Nacional de Información Ganadera (SNIG), se encuentra con que entre cinco y diez de los 100 animales a ser vendidos han perdido su trazabilidad, porque los vacunos perdieron tanto el chip de la oreja izquierda, como la caravana de la derecha y los pasos de los animales ya no pueden ser identificados.