Un nuevo SUL buscará mejorar al rubro ovino

Al mediodía de este martes, en la Sala de Conferencias de la Rural del Prado, Miguel Sanguinetti tomó el mando –y estará al frente de la institución durante los próximos cuatro años– con una buena carga emocional y ante un salón colmado de autoridades y ovejeros de todo el país. 

Al comienzo de su discurso, y tras saludar a todos los presentes, expresó que todos los participantes estaban reunidos alrededor de las ovejas.

“Vaya nuestro homenaje a este noble animal y a todos los productores y trabajadores que durante la corta historia de este país han estado detrás de las ovejas en épocas muy buenas y otras no tanto”, señaló.

Sanguinetti asumió la presidencia de una institución que, desde su punto de vista, ha hecho mucho por el rubro ovino, pero todavía le queda bastante por hacer por delante.

Hizo referencia a que es un buen momento para el rubro en lo que refiere a los mercados y a los buenos precios de la lana y ­–los relativamente buenos– de la carne.

Manuela García Pintos

Para ilustrar el momento del ovino, el expresidente de la Federación Rural repasó algunas cifras.

En primer lugar, aludió a los 6.334.000 ovinos que detectó Dicose hace un año atrás y que, según estimaciones del SUL, el stock continúa estable en estos números. Además, hizo referencia a que, según la encuesta ganadera de 2016, Uruguay cuenta con 17.093 productores lanares. También comentó que el rubro ovino en 2018 aportó US$ 327.000, lo que es un aumento de 16% respecto al 2017.

Sanguinetti se refirió a los técnicos y expresó: “sepan que tienen un presidente y a una Junta que va a dejar todo en la cancha para cambiar la realidad del rubro ovino”.

“Increíblemente, con todo lo que ha cambiado el sistema productivo uruguayo en los últimos 20 años, las exportaciones de lanas y tejidos se ubican en el décimo lugar en el ranking de exportaciones del país. Una cosa que llama la atención”, dijo.

En ese sentido, expuso que con seis millones de lanares, el rubro lanas está en el décimo lugar; “¿Qué pasaría si lográramos revertir la situación del rubro y lo llevamos al doble de donde está hoy? Las exportaciones ya no estarían en el décimo lugar, si no que podrían estar en el tercer o cuarto lugar”, planteó.

De esta manera, enseñó el potencial que tiene la producción ovina e hizo hincapié en que hay que superar las restricciones como la mosca de la bichera, el abigeato y los perros abandonados. Aseguró que todos estos problemas se pueden superar siempre y cuando exista una decisión política “que ha faltado en los últimos años”.

Entre los desafíos, Sanguinetti planteó la mejora en los accesos de los mercados, tanto de la lana como de la carne, aludiendo a la existencia de los compartimentos ovinos; las capacitaciones en técnicas de manejo ovino; el acondicionamiento masivo de lanas para lograr un mejor precio; desestacionalizar los precios de la carne ovina y la faena que se concentra en los últimos cuatro meses del año.

“Tenemos muchos desafíos. La institución se comprometió a liderar el combate y control de la mosca de la bichera. Trabajaremos duramente para superar todas las barreras que se interpongan para llegar a solucionar esta problemática que no es solo del rubro ovino”, advirtió.

Por otro lado, recordó a las personas que fundaron la institución y los inicios de la misma, aludiendo a “Quique” Urioste y pidiendo un fuerte aplauso para su padre –presente en la Sala de Conferencias–, quien integró la primera directiva del SUL. De igual modo, lo hizo con Jaime Scremini, el primer presidente.

Manuela García Pintos

A continuación, se refirió a los técnicos y expresó: “sepan que tienen un presidente y una Junta que va a dejar todo en la cancha para cambiar la realidad del rubro ovino”.

Finalmente, homenajeó a sus dos abuelos quienes le enseñaron a “querer a la oveja”.

“Felipe Sanguinetti y Alberto Gallinal, que Dios los tenga en su gloria”, concluyó emocionado.

El aporte a la producción ovina

Por su parte, Alejandro Gambetta, presidente saliente del SUL, hizo referencia en su discurso a la importancia que tiene la institución.

“Como productor siempre sentí que el SUL es una institución que tiene la oportunidad de aportar a los cambios que la producción ovina necesita”, declaró.

Habló sobre las dificultades y los logros alcanzados durante los cuatro años de su mandato en los que se definieron seis líneas estratégicas de trabajo: identificar y potencializar las oportunidades que generen nuevos ingresos económicos a la institución; promover los campos del SUL como centros de referencia y tecnología de punta para el sector; alcanzar y fortalecer acuerdos inter-institucionales; optimizar todas las secciones de investigación y transferencia; continuar el proceso de profesionalización de gestión de recursos humanos; optimizar y actualizar los procesos de capacitación y transferencia de conocimiento.

“A lo largo de estos cuatro años de trabajo mucho se avanzó y muchas fueron las lecciones aprendidas, pero por sobre todas las cosas, el SUL, como institución, ha cambiado: está avanzando por el camino de las organizaciones modernas y profesionales”, apuntó.

Manuela García Pintos