El periodista de El Observador y maratonista Sebastián Amaya te da unos piques para saber dónde disfrutar la carrera de 42 como espectador sin aburrirte en el intento.
La adrenalina de la largada
Este año la salida será a las 7.30 frente a la Intendencia. Se trata de un momento de explosión en la que los corredores deben controlar la euforia de comenzar una carrera para la que llevan meses y semanas entrenando. Un domingo a la mañana no es habitual ver a tanta gente cargada de energía, pronta para correr, en un ambiente donde se respira motivación con música a todo volumen y el impulso de la cuenta regresiva previa a la largada.
Rumbo a la rambla
Ni bien comienza la maratón, el circuito toma 18 de Julio rumbo a la Plaza Independencia. Ese es un buen trayecto para ver a todos los corredores juntos, los que luego se irán desperdigando a lo largo de todo el recorrido. Además, a esa hora ya asoman los primeros rayos del sol, por lo que puede ser un gran contraste con las luces de la ciudad, ideal para sacar fotos. Luego de la Plaza, el camino sigue rumbo a la rambla por la bajada tras la Torre Ejecutiva.
Con vista al mar
Luego se entra en la rambla, donde podrá verse las dos caras de los corredores: la alegría de la ida y el esfuerzo de la vuelta. En esos kilómetros hasta Pocitos suelen instalarse puestos de grupos de entrenamiento para alentar a quienes desafían los 42K y los 21K. En Avenida Brasil, los que corren la media retornan y siguen los que van por la “reina”.
A Carrasco ida y vuelta
La ida finalizará en Carrasco, donde comenzará la vuelta. En ese punto también hay música y mucho aliento para los corredores, quienes deberán comenzar el retorno hasta la Intendencia. A partir de ahí, el apoyo del público es más que agradecido por los maratonistas, principalmente en las zonas donde hay menos espectadores. ¡A aplaudir!
La llegada, zona de emociones
Ya en los últimos kilómetros el esfuerzo de los corredores será más que notorio. De vuelta en Pocitos, por el Parque Rodó o en el repecho frente al viejo tanque del gas, se podrá ver el tramo final de la prueba, ya con los participantes sintiendo el efecto del “muro”, poniendo todo para completar la distancia. Por último, luego de subir hasta la Plaza Independencia, 18 de Julio tendrá la recta rumbo a la meta, donde los corredores dejarán el resto para cruzar la línea de llegada. Si quiere ver momentos de emoción, ese será el lugar indicado, porque completar una maratón es motivo de sonrisas y también de lágrimas.
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