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Una línea telefónica para hablar de problemas existenciales con un cazador hadza de Tanzania
Un museo del suroeste de Suecia abrió, desde este miércoles y hasta el último día del año 2023, una línea telefónica para hacerle preguntas a un cazador hadza de Tanzania como la angustia por la guerra en el mundo o el miedo a la muerte. La insólita “línea existencial”, funcionará todos los días entre las 11 y las 14, hora de Tanzania, según señaló a la agencia de noticias AFP Linda Karlsson, la portavoz del museo de la Cultura mundial (Världskulturmuseet) en Göteborg.
El encargado de evacuar las dudas se llama Bagayo, y es un cazador de la tribu Hadza que, dijo Karlsson, “irá en ese horario a una montaña para poder acceder a la red y entrar así en contacto con quienes tengan preguntas existenciales”, aunque los preguntadores deberán reservar turno para la cita telefónica.
Bagayo es un miembro de los Hadza, una de las últimas tribus cazadoras-recolectoras del mundo. Se estima que esta tribu habita desde hace 40.000 años en la misma tierra, en el norte de Tanzania, en los alrededores del lago Eyasi, en el Gran Valle del Rift, en las proximidades de la llanura del Serengeti, donde se originó el Homo Sapiens.
Los Hadza constituyen una de las comunidades étnicas más pequeñas del continente y de las últimas en mantenerse en el estadio cultural de cazadores-recolectores. Su población se calcula cercana a las 1.300 personas, de las cuales entre 300 y 400 viven como cazadores-recolectores, siguiendo muy de cerca las costumbres de sus ancestros desde hace decenas de miles de años, antes del uso de la agricultura. Viven sin calendario ni ceremonias de carácter religioso; los conocimientos necesarios para la recolección y la caza son transmitidos en forma oral y no construyen viviendas permanentes.
Su alimentación, basada en los frutos, raíces y tubérculos recolectados por las mujeres, se complementa con la caza de casi todos los animales de la zona, a excepción de las serpientes y las hienas, debido a que estas últimas se comen a sus difuntos. Esto permite que los hadza posean un microbioma –la compleja comunidad de bacterias intestinales que todos tenemos, que pesa entre 1 y 2 kilos en un adulto, y es clave en el sistema inmunológico– mucho más desarrollado y diverso que el común.
Thea Skaanes, la persona que tuvo la idea de “socializar” la capacidad intelectual de los hadza y es la curadora del proyecto de la “línea existencial” trabaja con la tribu desde 2011. “Es una parte de mi red de contactos la que abro al público sueco”, dijo a AFP esta antropóloga de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca. Y agregó: “Los Hadza, particularmente su filosofía y su cosmología, son estudiados por investigadores en antropología, psicología y biología que buscan comprender nuestra especie humana, el Homo Sapiens”.
Las entrevistas telefónicas sobre temas existenciales tienen como objetivo a personas de entre 14 y 25 años, un segmento de edad, como señaló Skaanes, “que por lo regular se hace cotidianamente ese tipo de preguntas”.
(Con información de AFP)
