"Cabrón, ¿por qué no va al psicólogo?", le preguntó a Claudio Morena el ingeniero Juan José Leaño, propietario de los Tecos de Guadalajara, en 1993. "Yo le cuento, ingeniero. En Uruguay iba a entrenar caminando de Conciliación a Sayago, algunas veces podía tomar el 148; tenía solo un par de zapatos. Acá tengo un Volkswagen Gol, como milanesas, tengo siete pares de zapatos, me compro vaqueros y le mando plata a mi madre a Uruguay para que le dé de comer a mis hermanos. Van 10 fechas del campeonato y llevo ocho goles. No preciso psicólogo", fue la respuesta del joven de 23 años.
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