Las vacaciones de julio tienen su origen en una preocupación sanitaria. Ya desde bien temprano en el siglo XX, las autoridades de la educación en Uruguay observaron que el frío invernal traía de la mano un importante aumento de las enfermedades contagiosas, y de allí surgió la idea de imponer un parate de dos semanas en la enseñanza para sortear los tiempos más inclementes y volver en mejores condiciones para la recta final del año lectivo.
Pero en este 2021 pandémico en el que niños, adolescentes y jóvenes debieron alejarse de las aulas cuando los calores del verano ni siquiera se habían esfumado, el levantamiento del asueto que tiene lugar todos los años significará mucho más que el fin de unas cortas vacaciones de invierno.
El 12 de julio, unos 178 mil alumnos de primero, cuarto y sexto de liceo y UTU estarán habilitados a sumarse a la población de jóvenes que ya retornó a las clases presenciales, mientras que una semana más tarde (19 de julio) lo podrán hacer otros 169 mil alumnos de segundo, tercero y quinto de liceos y UTU. También quedará habilitado en esa fecha el regreso de las clases presenciales a nivel terciario.
El ministro de Educación y Cultura, Pablo Da Silveira, y el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, anunciaron en conferencia los detalles del plan por el cual, a partir de mediados de julio, “todos los alumnos del Uruguay, desde primera infancia a universidad, van a poder estar asistiendo a cursos en forma presencial".
Los alumnos priorizados para la primera etapa, según explicó Da Silveira, fueron los que cursan el primer año de cada ciclo (básico y superior) –debido a que son los momentos de mayores cambios en los "hábitos" educativos, y es allí donde se constata un mayor "riesgo de abandono"–, así como los que están en "el año de egreso" –con la consiguiente exigencia de "haber logrado ciertos aprendizajes para que puedan egresar de la educación media y eventualmente iniciar otros ciclos formativos"–.
En el caso de liceos y UTU, Silva explicó que cada centro educativo organizará las condiciones del retorno en función de sus posibilidades y capacidades de cumplir con los protocolos vigentes desde marzo, que establecen una distancia mínima de un metro para los alumnos de inicial hasta primero de liceo, y de un metro y medio de segundo de liceo en adelante.
"Habilitamos el retorno enmarcado en el estricto cumplimiento de los protocolos sanitarios, que hasta ahora siguen siendo los mismos que aprobamos en marzo. Cada comunidad educativa, de acuerdo a su realidad y en el marco de esos protocolos, organiza el retorno. En líneas generales no debería diferir de lo que había en marzo. Es decir, algunos iban todos los días, otros eran convocados en función de las capacidades locativas. Hemos avanzado también en tener locales auxiliares. Creo que va a seguir avanzando. Lo importante es la comunicación de las familias con los centros educativos. Nosotros respetamos mucho la contextualización que cada centro realiza, y a partir de ahí se adoptan las decisiones", afirmó Silva.
Consultado por El Observador después de la conferencia, el jerarca dijo que según los datos de ANEP, entre 60% y 65% de los centros están en condiciones de respetar el protocolo con los grupos completos. Eso implica que entre tres y cuatro de cada diez centros de estudio deberán, en primera instancia, distribuir la presencialidad de los alumnos a lo largo de la semana, como ya ocurría a comienzos del año lectivo.
Además, fuentes de ANEP agregaron que ese porcentaje es "dinámico", ya que varía también de acuerdo a la gestión de cada comunidad educativa.
Mientras que Silva anunció que están "conversando" con el Ministerio de Salud Pública (MSP) acerca de las "posibilidades" de flexibilizar los protocolos de distanciamiento en función del avance de la vacunación, el ministro Da Silveira acotó que "el objetivo es llegar lo antes que se pueda a la más total y absoluta normalidad".
"Esta lógica de progresividad se aplica a todo y va a seguir así. Por ejemplo, antes el retorno lo definíamos de forma diferenciada según ubicación geográfica, y ahora lo hicimos a la vez en todo el territorio nacional. Es una muy buena noticia y es un paso adelante importante", dijo el jerarca.
Silva, por su parte, destacó el avance de la vacunación tanto en los docentes (con más de 80% que recibieron la vacuna) como en los alumnos.
Además del retorno de toda la educación formal obligatoria del país, el ministro de Educación anunció que a partir del 19 de julio quedará autorizada a reiniciar sus actividades presenciales "toda la educación terciaria, incluyendo la universitaria". Da Silveira aclaró que "cada institución universitaria, en los márgenes de autonomía con los que cuenta, podrá definir la fecha".
Esa semana también quedarán habilitados a volver a la presencialidad los grupos de educación especial que aún no habían regresado, así como los cursos de jóvenes y adultos que dependen de la ANEP.
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