Xi Jinping y Fumio Kishida se reunieron luego de tres años de no hacerlo de modo presencial

El Foro de Cooperación Asia Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) que este año se reúne en Bagnkok, capital de Tailandia, fue el espacio elegido por ambos líderes.

Las agencias de noticias subrayan que uno de los motivos de la agenda bilateral fue el lanzamiento de un misil por parte de Corea del Norte.

El hecho ocurrió a principios de octubre y generó una alta tensión ya que el proyectil sobrevoló el espacio aéreo de Japón para luego impactar en el Océano Pacífico. Las actividades provocativas del mandatario de Corea del Norte, Kim Jong-un, son un problema no solo para Japón que en esa oportunidad fue el blanco elegido por el gobierno de Pionyang, capital de Corea del Norte, sino de todo el espacio geopolítico del Asia Pacífico.

No hay evidencias de que Beijing tenga alguna injerencia en los manejos de Kim Jong-un. Es más, el encuentro entre Xi Jinping y el primer ministro de Japón se da casi de inmediato después de la cumbre que el mandatario chino tuvo con Joe Biden en Bali.

Es cierto que en declaraciones a la prensa, el presidente de Estados Unidos dijo que le pidió a Xi Jinping que utilizara “sus influencias” sobre Pionyang, pero es difícil saber si existen y cuáles son.

Por otra parte, en el marco de los distintos contactos alrededor de la guerra de Ucrania esta bilateral entre China y Japón parece, al menos, una señal más en esa dirección, la del diálogo en vez de las amenazas como la de lanzar un misil que atraviese el espacio aéreo de otra nación soberana.

Joe Biden y Fumio Kishida se reunieron con el mandatario de Corea del Sur, YoonSuk-yeol, también en el marco de la reunión de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (Asean), llevada a cabo en la capital de Camboya el pasado 11 de noviembre, para intercambiar ideas y planes en caso de que la política agresiva de Corea del Norte siga escalando. Tras esa reunión, Biden se comprometió a desplegar “toda la gama de capacidades, incluso las nucleares” para defender a sus aliados, en este caso Corea del Sur y Japón. El presidente de Estados Unidos dijo que confía en sumar a China en ese camino y bajar las tensiones.