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Ya son 31 los muertos por el descomunal ciclón que golpea el sur brasileño
Según el último balance aportado por las autoridades sanitarias de Brasil, el ciclón que pasó por la región sur de ese país dejó hasta el momento 31 muertos. Además, se comunicó que las precipitaciones y los fuertes vientos causaron destrozos incalculables y dejaron varias poblaciones bajo el agua, producto de las inundaciones que causó el fenómeno al que catalogaron como “insólito” o “absolutamente fuera de lo común”.
Varios grupos de rescatistas intentaban llegar pasado el mediodía de este miércoles a las zonas incomunicadas, donde aún quedan miles de personas aisladas.
Este ciclón se suma a una serie de desastres climáticos que suceden en los últimos meses en Brasil, y se prevé como el más mortífero ocurrido en el estado de Rio Grande do Sul. Eduardo Leite, gobernador del estado, dijo hace instantes que “lamentablemente recibí la confirmación de cuatro nuevos fallecidos, con lo que el total de muertos sube a 31”.
Las abundantes lluvias y los fuertes vientos que arreciaron desde el lunes afectaron a 70 municipios y a más de 52.000 personas. Las autoridades brasileñas dieron cuenta de más de 5.300 personas que debieron abandonar sus hogares.
Si bien se informó que se rescataron a miles de personas mientras, continúan los esfuerzos en una “tremenda carrera contra el tiempo”, por lo cual se destacaron aeronaves y barcos para llegar a las regiones más apartadas.
“Sabemos que hay muchas familias todavía sobre los techos de las casas, tratando de buscar algo que los proteja de esta catástrofe”, puntualizó Leite.
El gobernador de Rio Grande do Sul se mostró “especialmente preocupado”, ya que la previsión para el final del día y mañana es que vuelvan las lluvias, con posibilidades de nuevas inundaciones. “Los suelos están encharcados y los ríos están llenos”, dijo.
En la madrugada del lunes, cuando comenzó el desastre, Leite sobrevoló las zonas castigadas junto a una comitiva del gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
En su cuenta de X (antes Twitter), el jefe de Comunicación del gobierno brasileño, Paulo Pimenta, escribió “encontramos un escenario triste y desolador”.
La localidad de Muçum, donde fueron localizados 15 cuerpos, quedó parcialmente sumergida. Según señaló la prensa local, la emergencia en este pueblo y en la vecina localidad de Roca Sales obligó al uso de un camión frigorífico para transportar los cuerpos de las víctimas.
El alcalde Roca Sales, Amilton Fontana, dijo que “recién el martes por la noche el agua comenzó a bajar. Es algo que asusta. Destruyó todo. Roca Sales, hoy, no tiene más nada”.
Los casos de las víctimas fatales son tremendos: una mujer de 50 años murió en la localidad de Lajeado al caer a un río luego de que se cortara el cable con el que un socorrista la intentaba rescatar; en la población de Passo Fundo, un hombre murió electrocutado, y en Ibiraiaras, una pareja falleció cuando su auto fue arrastrado por la corriente mientras atravesaba un puente.
Los científicos vinculan a los efectos del cambio climático la serie de fenómenos extremos frecuentes que está sufriendo Brasil. El pasado mes de junio, un ciclón dejó al menos 13 muertos en el mismo estado de Rio Grande do Sul, mientras miles de personas fueron evacuadas o perdieron sus casas. En febrero, 65 personas murieron por deslizamientos de tierra causados por lluvias récord (600 milímetros en 24 horas, más del doble de lo esperado para el mes) que azotaron Sao Sebastiao, a unos 200 kilómetros de la ciudad de Sao Paulo.
Pero también señalan como devastador los efectos de una urbanización descontrolada, ya que unos 9,5 millones de los 203 millones de habitantes de Brasil viven en áreas de riesgo por deslizamientos o inundaciones.
