En las últimas semanas dos videos se volvieron virales denunciando la situación. Uno donde la arquitecta y urbanista “Muma” Sebasti relataba (mientras se mojaba en la rambla) lo que a su entender son los errores de la construcción de estas paradas de acero inoxidable.
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El otro fue del periodista Leonardo Sarro, quien mostró la ineficacia del refugio para proteger de la lluvia en una para de la rambla y Avenida Bolivia. Su video alcanzó más de 250.000 reproducciones entre X e Instagram, y los comentarios se dividían en dos. “En la rambla no hay resguardo posible. Seamos realistas y no critiquemos todo”, comentó un usuario. “Están bien diseñadas para que la gente se moje! Desastre como todo lo que hacen y gastan mucha plata”, respondió otro.
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¿Las paradas deben cubrir de la lluvia?
“Entiendo que en algunos lugares, con el viento, te puede pasar que se te meta el agua para adentro, ocurre, son episodios, ¿qué vamos a hacer?”, contestó a El Observador el director de Movilidad de la Intendencia de Montevideo, Germán Benítez.
El jerarca argumentó que el criterio debe ser que un refugio “está previsto para una protección temporal: esperar el ómnibus en una parada”.
De todas formas, el jerarca reafirmó que este tipo de estructuras son “muy parecidas a los modelos que se utilizan en Estados Unidos, Canadá y Europa”. “Me queda la duda de qué busca la gente. Es un formato bastante estándar para países con condiciones climáticas muy variadas”.
Y fue a más: “En lugares donde hay nieve las paradas son muy parecidas”.
Además, destacó que están “adaptadas a la realidad de Montevideo”. “Son paradas seguras, tienen iluminación, son relativamente transparentes, tienen materiales antivandálicos, son transitables para una persona en silla de ruedas, tienen pantallas, USB y no promueven la tugurización, porque no son para personas en situación de calle, son para quienes esperan el ómnibus”. Por eso hay una especie de barras en los asientos, para impedir que una persona se acueste.
Sebasti no coincide: “Hay un grave problema de diseño”.
Entre otros puntos, consideró que el techo tiene un ancho “muy pequeño” (varía entre 1,2 y 1,6 metros de acuerdo al tamaño de la vereda) y está ubicado “muy alto” (a dos metros y medio del suelo, igual que las paradas negras de metal).
“Tendría que ser más bajo, a dos aguas o con otras características para que te puedas cubrir”, dijo en entrevista con El Observador la arquitecta y urbanista.
También remarcó que Montevideo es “una ciudad ventosa, que está de cara al mar”. “Esto se agrava más en la rambla, pero pasa también en las calles que están cerca de la rambla y son transversales y abiertas, como Propios (Bulevar José Batlle y Ordóñez)”, ejemplificó.
Además, la parada cuenta con un vano debajo de la pared trasera. “Es contraproducente, te morís de frío. Tendría que ser un plano cerrado, no puede ser un plano abierto, hace ventilación cruzada. Es un ABC del diseño”, criticó.
“Hay que hacer garitas que funcionen un poco más de refugio para las condiciones climáticas del Uruguay: viento y lluvias”, señaló. Finalmente, planteó que exista una diferenciación por zona. “Por supuesto que desde el punto de vista de ciudad democrática está bien que haya equipamiento igual en todas las partes del territorio. Pero desde lo climático, no pueden ser iguales los refugios de la rambla que los del centro del territorio, no tiene nada que ver, nunca se piensa en Montevideo con equipamiento urbano diferenciado. Se agarra un modelo y se repite”, criticó.
¿Se podrían construir refugios cerrados? Benítez y Sebasti lo descartan. “Serían muy calurosos en verano”, dijo la arquitecta. “Salvo en países de Medio Oriente, con 50 ºC, no existe”, sumó el jerarca.
Atrasos en la construcción
La construcción de estas paradas está en manos del Consorcio Global AD360, compuesto por varias empresas: Global Media Uruguay SAS (55%), Global Media SA (5%) e Isinblu Sociedad Anónima (40%).
Ganó la licitación para la concesión de las paradas por 15 años y el monto de la inversión estimado es de $1.000 millones (unos US$ 25 millones). Además de construir 400 de estas nuevas paradas, debe restaurar 1.702 paradas de los anteriores diseños (las de metal pintado de negro y las de madera con techo a dos aguas). Como contraparte, tendrá la explotación comercial de 100 nuevas pantallas digitales para la emisión de publicidad.
Las paradas nuevas deben quedar prontas para 2027, presentando 120 en 2025, 120 en 2026 y 160 en 2027. Según el cronograma de obra al que accedió El Observador, cada mes el consorcio debe entregar 10. Sin embargo, las obras están atrasadas.
“Ni cerca están llegando, están incumpliendo y la Intendencia de Montevideo está tolerando ese incumplimiento”, cuestionó el dirigente nacionalista Javier Barrios Bove, que durante la administración anterior siguió de cerca los pormenores de la licitación como edil.
Benítez reconoió que hay un atraso y que “puede que no se alcance la meta” de estrenar 120 paradas a finales de 2025. Aseguró no saber con precisión cuántas van construidas, en momentos en que deberían ir alrededor de 100.
“Empezó a funcionar en febrero y hubo alguna demora al principio con subcontratos de ellos (el consorcio), también al ajustar protocolos y procedimientos para ser más ágiles. Ahora están a buen ritmo. Hace un par de meses están cumpliendo, acelerando la instalación”, explicó.
El edil blanco Gonzalo Gómez presentó este martes un pedido de informes requiriendo saber cuántas paradas se han terminado y cuál es el nivel de atraso que arrastra el consorcio.
Una empresa en el ojo de la oposición
Isinblu, la segunda empresa del consorcio con mayor participación, es seguida de cerca por la oposición departamental.
El motivo está vinculado a que uno de los referentes de la empresa es Mauricio Quintana, también cofundador de Adwall, la compañía de cartelería. La Asociación Uruguaya de Publicidad Exterior (Aupema), cuyos directivos –algunos vinculados a una importante competidora como Netcom– vienen acusando desde hace años de "competencia desleal" a AdWall.
Desde la oposición recuerdan que la campaña de la precandidatura a la presidencia de la exintendenta de Montevideo Carolina Cosse contrató para sus avisos en la vía pública únicamente a AdWall.
Durante la campaña, desde el entorno de Cosse enfatizaron a El Observador que la licitación por las paradas y la publicidad de campaña no tuvo ninguna relación entre sí, mientras que un entonces jerarca de la intendencia al tanto del proceso había asegurado que Isinblu y AdWall tampoco tienen vínculo entre sí.
El edil Gómez pidió en su pedido de informes conocer “los antecedentes administrativos de las empresas integrantes del consorcio Global AD360", como "eventuales observaciones, sanciones o procesos por incumplimientos previos en contratos con organismos públicos”.