São Paulo es conocida por ser una ciudad vibrante, llena de vida y cultura, donde el fútbol (o “futebol” como se pronuncia aquí) es una religión. Pero el 6 de septiembre de 2024, algo diferente sucedió. En lugar de los cánticos típicos, esta vez la multitud en la Arena Corinthians no coreaba los nombres de ídolos del fútbol brasileño como Neymar o Pelé. En su lugar, miles de voces entonaban "Fly Eagles Fly" y "Go Pack Go" en una fusión que mezclaba la pasión brasileña con la emoción estadounidense del fútbol americano. La NFL había aterrizado en el corazón de Sudamérica, y el primer partido en la Arena Corinthians, entre los Philadelphia Eagles y los Green Bay Packers, fue un espectáculo que ningún paulista olvidará.
Un Día Inolvidable
Desde temprano, algo en el aire de São Paulo se sentía diferente. El tráfico, usualmente caótico, tenía un nuevo matiz de colores: verde y amarillo por los Packers, y verde y blanco por los Eagles. Era un paisaje casi surrealista, en una ciudad donde el fútbol brasileño domina el día a día. Familias, grupos de amigos y muchos turistas se congregaban alrededor de la Arena Corinthians, listos para ser testigos de la historia.
En la TV se mostraban repeticiones de partidos anteriores de la NFL. Pero el verdadero espectáculo estaba afuera, en las calles. La ciudad se había convertido en una fiesta al aire libre, con vendedores ambulantes ofreciendo camisetas de futbol americano, vasos y gorros con los logos de los equipos. La fiebre de la NFL se había apoderado de São Paulo de una manera que nadie podía haber previsto.
Las casi 45.000 entradas que se pusieron a la venta unos meses antes se acabaron en menos de dos horas.
Muchos fanáticos decidieron comprar entradas para este evento histórico, aunque gran parte de ellos no sabían mucho sobre la NFL. "No entiendo mucho de este deporte, pero vine por la experiencia", comentó Douglas, mientras se ajustaba su Jersey de los Cardinals, y cuando le consultamos sobre el resultado probable del partido, nos dijo “5 a 0” resultado casi imposible para un partido de NFL.
Una Fusión Cultural Única
A medida que la multitud ingresaba al estadio, la atmósfera se sentía como una fiesta brasileña. La música de la banda del Gaviao (Banda de Samba del Corinthians) resonaba en el estadio, mientras que grupos de aficionados norteamericanos, vestidos con jerseys de los Eagles y los Packers, trataban de seguir el ritmo. Algunos incluso se atrevían a hacer sus mejores pasos, con resultados desiguales pero muy divertidos.
El “tailgate” tradicional de la NFL, que implica comida, bebida y música antes del partido, se había adaptado al estilo brasileño. Foodtrucks fuera del estadio pero dentro del predio, llenaban el aire con el aroma de “pizza”, “cachorro quente” y “pipoca”. Lo más interesante fue ver cómo los brasileños, expertos en el arte de la fiesta, se mezclaban con los fanáticos estadounidenses para crear una fusión cultural deliciosa.
El Momento de la Verdad: La Patada Inicial
Con capacidad para más de 47,000 personas, el estadio estaba lleno hasta el tope. Cuando el reloj marcaba las 21:00, las luces de la Arena Corinthians bajaron su intensidad para el ingreso de los equipos al campo de juego.
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Primero entraron los Packers. Jaire Alexander, encabezando la fila de más de 50 jugadores, entró agitando una bandera de Brasil e hizo poner de pie a todo el estadio mientras corría de un extremo al otro de la cancha. Los Eagles, que oficiaban de locales, fueron recibidos por las porristas del equipo que se encontraban subidas sobre plataformas adornadas con los colores de Brasil y de las que a medida que entraban los jugadores salían disparos de humo y fuegos artificiales.
La ceremonia continuó como es usual con la interpretación de los himnos. El cantante estadounidense (hijo de brasileros) Marcos Lobo Zeballos, conocido como Zeeba fue el encargado de entonar el himno norteamericano, mientras que Luísa Sonza, cantante gaucha, acompañada por un emocionado público, interpretó el himno del país local. Sobre el campo de juego también se encontraban las medallistas olímpicas de Brasil que fueron ovacionadas por el estadio entero una vez terminada la ceremonia.
El ruido de la multitud era ensordecedor, y aunque muchos brasileños aún no entendían todos los matices del juego, la emoción era innegable.
El partido comenzó con la clásica patada inicial. Los Green Bay Packers recibieron el balón, y desde el primer momento, la velocidad y potencia de los jugadores de la NFL quedaron marcadas en el césped de la Neo Quimica Arena. Para muchos en las gradas, acostumbrados al ritmo rápido del fútbol, las pausas entre jugadas eran una novedad. Sin embargo, cada repetición en las pantallas gigantes era recibida con gritos y aplausos, como si se tratara de un gol en la final de la Copa del Mundo.
Los Fans: Una Multitud de Colores y Emociones
Si algo quedó claro esta noche fue que los brasileños son fanáticos apasionados, sin importar el deporte. En el estadio se observó la ola, canticos de Fly Eagles Fly acompañados de fuegos artificiales y el clásico abucheo a las ofensivas rivales para “molestar” durante su desempeño.
"¡Go Pack Go!" coreaba un grupo de estadounidenses, mientras que los locales respondían con algo más brasileño: "Vai Packers vai!" La mezcla de idiomas y culturas fue fascinante. Los cánticos tradicionales del fútbol brasileño, que normalmente llenan el estadio, habían sido adaptados para alentar a los equipos de la NFL.
NFL Eagles Packers Anitta
Los jugadores, acostumbrados a los cánticos más serios y estructurados de los estadios estadounidenses, parecían desconcertados con la respuesta de los locales, pero rápidamente se dejaron llevar por la energía contagiosa de la multitud, tanto es así, que el receptor abierto de Green Bay, Jayden Reed, luego de anotar un touchdown, fue a festejar en la tribuna chocando los 5 con un espectador con la camiseta de su equipo, y Jaire Alexander regalo su balón de intercepción a las gradas.
El Show de Medio Tiempo: Anitta
Uno de los momentos más esperados de la noche fue el espectáculo de medio tiempo. En Estados Unidos el Super Bowl es la fiesta máxima de la NFL y el show del entretiempo es conocido por las presentaciones de grandes estrellas del pop. El Sao Paulo game no podía ser menos y contó con su propio show del entretiempo. La presentación de Anitta, cantante de pop y funk carioca duró unos seis minutos en los que realizo un combinado de algunos de sus éxitos como “Bellakeo” y “Vai malandra” así como temas de su último disco ”Funk generation”.
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El Juego: Momentos de Emoción en el Campo
El partido en sí fue un espectáculo de ida y vuelta, hubo 5 cambios de liderazgo y emoción hasta el último minuto de juego. Ambos equipos llegaron con plantillas completas y con la intención de brindar un show para los fanáticos locales. Jalen Hurts y Saquon Barkley hicieron vibrar el estadio, desatando la euforia entre los fanáticos de Philadelphia.
Los Packers no se quedaron atrás y su mariscal Jordan Love completo 2 Touchdowns con Christian Watson y Jayden Reed
A medida que el partido avanzaba, el marcador permanecía ajustado, con ambos equipos intercambiando puntos y jugadas emocionantes. Cada vez que los Packers tomaban la delantera, los Eagles respondían con una jugada aún más impresionante, y viceversa. Para los brasileños en las gradas, esto era el equivalente a ver una tanda de penales en un partido de fútbol: pura adrenalina y emoción.
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El Silbato Final: Una Noche para la Historia
Cuando sonó el silbato final, la Arena Corinthians se llenó de aplausos y vítores. No importaba si uno era fanático de los Eagles o de los Packers, lo que realmente importaba era haber sido parte de un evento que quedará grabado en la historia del deporte brasileño. Para muchos, fue su primer contacto con la NFL en vivo, y para otros, fue la confirmación de que este deporte tiene un lugar en el corazón de Brasil y de todo Sudamérica.