“No es por ahí”, expresó Justino Zavala, tambero en Canelones, integrante del consejo directivo del Instituto Nacional de la Leche (Inale) y gremialista en el sector, sobre afirmaciones que realizó el próximo ministro de Trabajo y Seguridad Social, Juan Castillo.
Lo que Castillo dijo al visitar la FTIL
Zavala recordó que Castillo, en una reciente visita a la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL), manifestó lo siguiente: “Hoy hay menor cantidad de trabajadores en actividad y más producción, está claro que hay más carga horaria y más trabajadores que siguen llevando el mismo salario. ¿Dónde está la parte de la ganancia que se está produciendo de más?”.
El productor remarcó que Castillo “mostró un notorio desconocimiento de la realidad del sector”.
Explicó que la producción está estancada hace 10 años, que no hay más carga horaria porque la producción se dirige a productos con menor intensidad de mano de obra (como leche en polvo) y que los salarios en la industria láctea están cómodamente ubicados entre los mejores del país.
“La pregunta que (Castillo) hace al final parece insinuar que hay quienes se enriquecen en la cadena a expensas de los trabajadores”, añadió.
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Juan Castillo, ministro de Trabajo en el gobierno que presidirá Yamandú Orsi.
1.000 tambos menos en 10 años
“Lo primero que parece ignorar nuestro futuro ministro es que en los últimos 10 años hemos asistido a la caída del número de productores lecheros, en 2014 había 2.927 remitentes y hoy 10 años después remiten a plantas 1.989, según el dato de octubre 2024. En esos casi 1.000 tambos también había trabajadores y productores, en su enorme mayoría chicos y medianos, pero parecen importar menos que los privilegiados trabajadores industriales”, expresó Zavala.
Agregó que Conaprole, que significa más del 75% de la lechería nacional, “publica sus balances y todos quienes quieran pueden consultar sus cifras que, por supuesto no arrojan las ganancias que el señor Castillo no sabe a dónde van. Los resultados de la cooperativa se vuelcan al precio de la leche pagada a los productores y, como vimos, no ha sido suficiente para evitar la salida del sector de un número muy importante de los mismos”.
Zavala añadió que “lo que también se soslaya en las declaraciones mencionadas es que, fuera de Conaprole y Estancias del Lago, el problema de la mayoría de las industrias –especialmente las que enfrentan conflictos– es la falta de leche, esta es la raíz de los conflictos en la industria lechera y poco vale intentar, como se ha hecho, tratar de sostener mano de obra con cada vez menos leche. A final el resultado es, como en Pili, el cierre de la empresa”.
A modo de reflexión final, Zavala consideró: “Estamos todos en el mismo barco, si tratamos entre todos, y cuando digo todos pienso en los productores, los trabajadores, la industria y el gobierno, vamos a encontrar caminos de crecimiento y superación, enfrentándonos unos con otros, mirando solamente cada uno su parcela, no vamos bien, no es por ahí”.