La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) oficializó este jueves el regreso del fenómeno de La Niña, que se espera persista desde diciembre de 2025 hasta febrero de 2026, con una probabilidad del 55%, según el último informe del organismo. A diferencia del evento prolongado entre 2020 y 2023, que decantó en una crisis hídrica en Uruguay, este episodio será breve y débil, con una duración estimada de tres a cinco meses, de acuerdo con los modelos climáticos analizados por Metsul Meteorología.
Condiciones actuales en el Pacífico
Según la NOAA, la anomalía de la temperatura superficial del mar en la región Niño 3.4 del Pacífico Ecuatorial Centro-Este es de -0,5°C, ubicándose en el límite entre La Niña débil y la neutralidad. Este enfriamiento se concentra en el Pacífico centro-oriental, configurando un evento centralizado y no extendido a todo el cinturón ecuatorial. MetSul señala que el anuncio de la NOAA sorprende, ya que hasta ahora solo se registraron anomalías similares a La Niña en tres semanas, ninguna consecutiva, y con un valor apenas en el límite de la neutralidad.
Impactos previstos en la región
Con el enfriamiento del Pacífico, se proyecta que en el último trimestre de 2025 los efectos del fenómeno se sentirán en Brasil, con reducción de lluvias en el sur y aumento en el centro del país. Según Metsul, el sur de Brasil, particularmente la mitad sur y el oeste de Rio Grande do Sul, podría enfrentar déficit de precipitaciones, afectando la agricultura local y la productividad de cultivos como maíz y soja.
La Niña es parte del fenómeno global El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) y se caracteriza por temperaturas inferiores a lo normal en el Pacífico ecuatorial central y oriental. Durante un episodio de La Niña, el sur de Brasil suele registrar menos precipitaciones, mientras que el norte y noreste reciben más lluvias. Además, se intensifica la llegada de masas de aire frío, lo que puede generar olas de frío a finales del primer año y principios del otoño del segundo.
Efectos globales y contexto climático
A nivel mundial, La Niña tiende a reducir la temperatura promedio global, aunque el calentamiento reciente ha sido tan intenso que incluso durante un episodio de La Niña las temperaturas globales promedio siguen siendo altas. La fase fría también genera variaciones en los patrones de viento y precipitación, aumentando la probabilidad de sequías o lluvias extremas según la región.
El último episodio prolongado de La Niña entre 2020 y 2023 tuvo un fuerte impacto en Sudamérica, provocando sequías sucesivas en el sur de Brasil y crisis hídricas en Uruguay, Argentina y Paraguay. En esta ocasión, se espera un fenómeno más corto y débil, pero que podría influir en la planificación agrícola y la gestión de recursos hídricos en el sur de Brasil y áreas vecinas.