Los días de miedo previos, las amenazas de muerte y suicidio, y el ataque en la casa que terminó en femicidio
En la noche del 1° de agosto, horas antes del crimen, Natalia estaba en su casa de Pinamar Norte junto a su amigo Franco, quien "se había quedado con ella a causa del terror que sentía" de que su expareja le hiciera daño.
"Ferradans la había amenazado de muerte y ella presentía que en cualquier momento, iba a cumplir su promesa. Sabía que el imputado seguía todos sus movimientos, era cuestión de tiempo para que se apareciera. Intentó protegerse como pudo, lo denunció, estuvo acompañada y les pidió a sus familiares que estuvieran atentos a los celulares", se lee en la sentencia.
Incluso, dos días antes de su muerte Natalia le había pedido por WhatsApp a su hermana que le avisara si veía a Óscar por temor a que "le hiciera daño", y que "tuviera el celular en sonido por si le pasaba algo a ella".
Su mejor amiga recordó que al poco tiempo de separarse Ferradans llamó a Lagos, le recriminó por irse de la casa, y la amenazó con que "si no accedía a ir hasta dónde él estaba, iba a ir a dónde estaba ella y mataría a todos".
"Ella estaba aterrada, vivía aterrada, con miedo, no comía, estaba ida totalmente no era la Natalia que yo conocía", relató a la justicia Franco, quien rememoró que la madre "de crianza" de Ferradans le había advertido a la víctima: "Cuídate porque si se le puso en mente que te iba a matar, lo va a terminar haciendo".
Al mismo momento en el que Natalia estaba con Franco, Óscar estaba en el balneario Guazuvirá con un amigo, con el que vivía después de separarse con Natalia porque no tenía donde vivir, quien lo llevó con él a una cita que tenía con una mujer porque lo notó "deprimido, con ideas de quitarse la vida". "Se quería ir con su fallecido padre", declaró su amigo a la justicia.
Tras una hora y media con su amigo y su cita, Ferradans decidió irse a pie y dirigirse a la casa de Natalia, por la que había pasado cuando se dirigía a Guazuvirá con su amigo en un camión y había visto "un auto desconocido", el coche de Franco. Caminó dos horas hasta llegar a la casa, irrumpió "por sorpresa" en su interior sobre la 1:30 de la madrugada y confirmó sus sospechas: Natalia "estaba con otro hombre".
Ferradans le preguntó a Natalia si Franco era su "novio", pero ambos lo negaron y le explicaron que eran amigos. "No, éste es tu novio, yo a vos te dije, que si vos no eras mía, no eras de nadie, ¿qué querés que los mate a los dos acá?", fue la respuesta del exnovio, según el amigo de Natalia.
Allí Óscar "exigió la entrega de los celulares" y las llaves de los autos, pero Franco se negó, por lo que Ferradans comenzó a golpearlo y le dijo que no se moviera porque "le iba a dar un corchazo". A pesar de que, según el propio amigo de Natalia, nunca impuso defensa y cuando lo intentó recibió un golpe en un ojo, Óscar fue a la cocina, agarró un cuchillo Tramontina, volvió a subirse a la cama y apuñaló en el abdomen a Franco.
"Pará, déjame sano, yo tengo un hijo, yo no tengo nada que ver en esto", le dijo el amigo a Ferradans, para disuadirlo de detener su ataque. Acto seguido "le exigió a Natalia que se levantara, la tomó de los pelos, le puso la cuchilla en la nuca y se la llevó mediante el uso de la fuerza", se lee en el documento.
Óscar agarró las llaves del auto de Franco, metió allí a Natalia y partió rumbo a un "destino desconocido". Franco se acercó a la puerta y vio partir su auto, momento en el que llamó a un policía amigo para que enviara ayuda para él y persiguiera el coche conducido por Ferradans.
La sentencia judicial indica que iba por la ruta 8 a una velocidad de entre 95 y 110 km/h cuando "estrelló el vehículo de frente" contra el Peaje de Soca, ocasionando la muerte de Lagos en el lugar.
Los primeros policías que llegaron al peaje encontraron a la víctima muerta y a Óscar herido. Dentro del auto hallaron dos cuchillos, uno de ellos la utilizada por Ferradans para herir a Franco.
Tras peritar el accidente, las autoridades concluyeron en que Ferradans "quiso matar a Natalia y suicidarse", pero "su intención se materializó en forma parcial por puro azar". Para esta conclusión se basaron en la alta velocidad en la que iba al llegar al peaje, la grabación de las cámaras del puesto, y la declaración de los policías presentes y los allegados al condenado.
La violencia física y psicológica que sufrió y denunció Natalia
La sentencia indica que "poco a poco", Óscar "fue controlando y reduciendo a Natalia a un objeto, sobre el que disponía a su antojo". "Mediante el uso de violencia física y amenazas controlaba a la víctima en todas sus manifestaciones", hasta que, cuando Natalia se opuso, Ferradans "le dio muerte en una clara demostración del derecho de propiedad que creía tener sobre ella".
El padre de Natalia relató que el joven "marcaba siempre el territorio" y "rápidamente se apoderó del puesto de feria" que regenteaba su hija, tomando control de su dinero y hasta de sus dos vehículos. Ambos discutieron en varias ocasiones.
Tanto familiares como allegados comprobaron que Natalia "estaba muy apagada" y "sentía mucho miedo", y que "fue agredida físicamente" por Óscar "en varias oportunidades". La vieron varias veces con "sangrado de nariz, múltiples moretones en el cuerpo" y hasta "un intento de ahorcamiento".
El 13 de julio Ferradans "tomó por el cuello" a Natalia e "intentó ahorcarla", luego de que ella se negara a volver con él cuando el implicado fue a buscarla a su trabajo en la feria.
Su tío abuelo la acompañó, y se enteró allí de la violencia que sufría Natalia. En la audiencia, testificó que ese día "Ferradans la tenía amenazada con matarle al padre y a la hermana chica si no regresaba a verlo a las 19:00 horas".
Otros familiares se enteraron antes. Una de sus hermanas se dio cuenta cuando Natalia no quiso entrar a su graduación porque tenía un moretón "de grandes dimensiones" en su ojo. En esa ocasión Lagos justificó que Óscar "le había pegado un codazo, minimizando la situación".
La denuncia policial, tomada primero por la jueza suplente Florencia Sorrondeguy y luego por la jueza Claudia Valetti, no llegó a Fiscalía debido a que ambas juezas decidieron solicitar una orden de no comunicación y alejamiento de 500 metros contra Ferradans por 180 días, sin llamar a una audiencia judicial.
Por este accionar la Suprema Corte de Justicia suspendió a ambas juezas a fines de agosto. Valetti era la jueza titular del juicio contra Ferradans, y su suspensión aplazó las audiencias finales hasta la designación de un nuevo juez.
La mejor amiga de Natalia relató que fue toda una "travesía" para la víctima mudarse del apartamento en el que vivía con Ferradans, del que no se quería ir pero luego "tuvo que huir".
"Cuando se mudó Natalia, el imputado estaba de viaje y Natalia le pidió a la madre de crianza de Daniel para que la acompañe en la mudanza, de alguna manera, pensaba que estando ella no le iba a pasar nada, en caso que llegara, por sorpresa, el imputado", relató la allegada.
En la mudanza, quienes la ayudaron encontraron varios muebles rotos, y Natalia explicó que cuando discutían Óscar "la agredía y rompía las cosas de la casa, todo rompía en la casa".