El Instituto Nacional de Estadística (INE) presentó un análisis de los salarios reales promedio y de la brecha salarial entre hombres y mujeres en Uruguay durante el período 2018–2024, con el objetivo de aportar información clave para comprender la dinámica del mercado laboral.
A lo largo del período analizado, los salarios promedio a precios constantes en Uruguay han mostrado una relativa estabilidad, aunque con ligeras pérdidas reales al comparar los extremos de 2018 y 2024. Este comportamiento refleja las tensiones derivadas del crecimiento económico, junto con los efectos de la pandemia y el posterior proceso de recuperación.
Sin embargo, el desempeño salarial no ha sido homogéneo. Se observan diferencias significativas según el sector de actividad, el tamaño de la empresa, la región y el género de los trabajadores, lo que revela una compleja dinámica en el mercado laboral del país.
Brecha salarial de género
El estudio realizado confirma que la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo un fenómeno estructural en el mercado laboral uruguayo. De acuerdo con los datos, los hombres perciben, en promedio, remuneraciones un 27% superiores a las de las mujeres, incluso en sectores donde la participación femenina es mayoritaria. Este hallazgo resalta la persistente desigualdad en los ingresos laborales entre ambos géneros, a pesar de los esfuerzos por mejorar la equidad salarial.
Disparidades salariales entre Montevideo y el interior
El análisis revela también una importante disparidad salarial entre Montevideo y el interior del país. Los salarios en la capital son, en promedio, más de un 30% superiores a los registrados en el resto del territorio nacional. Esta brecha no solo se ha mantenido durante el período estudiado, sino que ha mostrado una tendencia creciente, ampliando aún más la diferencia económica entre la región metropolitana y las demás zonas del país.
Brecha salarial según tamaño de empresa
El estudio también muestra un comportamiento heterogéneo en la brecha salarial según el tamaño de la empresa. En las empresas medianas, la brecha alcanza un 41,52%, siendo la más elevada del período analizado. En tanto, en las micro, pequeñas y grandes empresas, la desigualdad salarial oscila entre un 27% y un 29%, lo que indica una cierta convergencia entre estos grupos.
A pesar de que las empresas más grandes ofrecen salarios promedio más elevados, esto no garantiza necesariamente una mayor equidad salarial entre hombres y mujeres. Este dato sugiere que la estructura salarial en el país sigue mostrando desigualdades significativas, incluso en sectores que, en principio, deberían fomentar una distribución más equitativa de los ingresos.