Luis Fernández Albín, el narco escurridizo que después de años en la mira logró ser vinculado al tráfico internacional de drogas
En un operativo coordinado entre Fiscalía y policía de Uruguay y Argentina y con colaboración de la DEA, logró ser detenido el narco vinculado a varios cargmentos de droga
21 de noviembre 2025 - 5:00hs
Policía Federal Argentina
Luis Fernández Albín, de 38 años, tiene una inteligencia superior en el mundo delictivo que lo ha mantenido escurridizo. Si bien hace años los investigadores tienen sospechas e indicios de que está detrás de todos los grandes operativos de droga, hasta ahora no habían logrado reunir los elementos como para detenerlo por un gran caso.
La última vez había estado preso por el atentado al INR de diciembre, cuando amenazó al exdirector de cárceles Luis Mendoza, luego de que lo encerraran en la Unidad 25 de máxima seguridad, pero acordó con la fiscalía a fines de marzo una condena de 7 meses por atentado y tenencia de arma, y tras descontar prisión preventiva y redimir pena, quedó libre el 21 de junio.
Seis días después, el 27 de junio, cruzó a Argentina y se radicó allí aunque iba y venía. Los viajes a Argentina de Fernández Albín solían ser frecuentes porque es nacido en ese país y tiene documento argentino, además de que tiene contactos en ese país y desde allí con países vecinos.
De hecho, había estado cerca de ser atrapado en el marco de la operación Nueva Era que había permitido encontrar el 3 de agosto más de dos toneladas de cocaína en una chacra de Punta Espinillo, enterrados entre la arena, prontos para ser sacados por el Río de la plata. Como consecuencia de ese caso, cinco personas fueron imputadas por los deltiso de organización de actividades de narcotráfico y sustancias de estupefacientes.
Cuando los investigadores desembarcaron en la chacra donde estaba la droga, supieron que estaba Fernández Albin en un terreno de al lado, pero en ese momento no tenían los elementos suficientes para detenerlo.
Desde antes la fiscal especializada en drogas Mónica Ferrero, actual fiscal de Corte, tenía una investigación por lavado que tenía como indagado a Fernández Albín, pero a partir del cargamento encontrado en Punta Espinillo se logró más evidencia que sirvió para relacionarlo con el tráfico de drogas.
Entre las habilidades que tiene Fernández Albín es un experto en logística y logra captar a diferentes personas en cada operativo con el objetivo de no dejar cabos que puedan ser unidos. Eso es lo que ocurrió en este caso ya que se trata de nuevos actores, la mayoría de ellos sin antecedentes, que no están vinculados a otras investigaciones.
De todos modos, algunos elementos sirvieron para que la policía sospechara que estaba detrás, como creen que también lo estaba detrás del operativo de San Luis, o el de Ciudad del Plata y Pajas Blancas.
Los investigadores están convencidos que se encarga de proporcionar logística para que los grandes cargamentos de droga de Sebastián Marset sean trasladados a buques transatlánticos. También se dedica a abastecer de pasta base y marihuana para el consumo interno de la zona metropolitana.
Lo cierto es que desde que advirtieron su presencia en Punta Espinillo iniciaron el operativo Nueva Era 2 en el que comenzaron a advertir por llamadas, monitoreo y por conexión de cuentas de que Fernández Albín es uno de los que está detrás efectivamente del cargamento.
La cooperación con Argentina
Como estaba radicado en Argentina, pidieron colaboración a las autoridades del vecino país. A Argentina le interesa el caso porque asocian también a Fernández Albin con algunos negocios de Marset y eso es prioridad policial en la región.
A partir de ese momento se coordinó con la policía Federal de ese país para controlar sus movimientos, hasta que la investigación liderada por la fiscal especializada en estupefacientes Angelita Romano logró reunir las pruebas para que la justicia librara la orden de captura internacional, a través de una alerta roja de Interpol. La orden se emitió este miércoles y este jueves fue detenido con fines de extradición. Ahora Uruguay deberá cursar el pedido de extradición.
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En Argentina el operativo fue supervisado por el Ministerio de Seguridad Nacional, el Departamento Federal de Investigaciones (DFI) de la Policía Federal Argentina (PFA). Según un comunicado oficial argentino se informó que la investigación que ermitió detenerlo se inició el 3 de octubre, cuando investigadores que trabajan en Uruguay de la DEA informaron que Fernández Albin residía en Argentina.
Así fue la se llegó a saber que vivía en Rivadavia y Pumacahua, en el barrio porteño de Flores que se desplazaba en dos vehículos: una camioneta Volkswagen Amarok y un Peugeot 208, informó Infobe. La camioneta era habitualmente guardada en una cochera ubicada sobre la calle Terrero, según la policía.
A partir de esta información, los investigadores montaron un dispositivo de vigilancia permanente durante las 24 horas, que incluyó videovigilancia, dispositivos GPS y triangulación de antenas. Estas técnicas, combinadas con un operativo de discreta vigilancia en la zona, permitieron detener a Fernández Albin en la vía pública.
Luego de la captura, el juzgado ordenó el allanamiento del domicilio del detenido y de la cochera mencionada, donde se incautaron US$ 8.500, 5.500 pesos argentinos, 2.700 pesos uruguayos, tres teléfonos celulares, una pulsera, dos cadenas, un reloj, un pasaporte argentino, licencias de conducir, varias tarjetas de débito y crédito, la camioneta utilizada por el sospechoso y documentación relevante para la investigación.
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Simultáneamente, en Uruguay la Dirección de Drogas (DGRTID), con apoyo de DIVIN-Prefectura Nacional Naval, Jefatura de Policía de Maldonado realizaron cuatro allanamientos en Ciudad de la Costa y en Montevideo. Como resultado, quedaron detenidos la pareja de Fernández Albin, la empleada y el hijo de ésta. Los tres tienen participación en los casos.
En esos operativos, las autoridades uruguayas incautaron además tres vehículos, siete teléfonos celulares y documentación vinculada a la causa.
Fernádez Albín también fue mencionado como vinculado al atentado que sufrió la fiscal de Corte Mónica Ferrero en su casa el 29 de setiembre en la madrugada, cuando dos delincuentes treparon por los techos y lanzaron una granada contra el patio. También dispararon varias veces, aunque nadie salió herido.
Angelita Romano, la fiscal que sustituye a Ferrero al frente de la Fiscalía de Estupefacientes de 1° Turno y que investiga el atentado, aseguró que quienes idearon el ataque contra la jefa de los fiscales "no están en Uruguay".
Romano dijo que siguen investigando porque "quieren llegar" a los verdaderos responsables y saben que “eso no nació en Uruguay”.
“Los que idearon estas cosas no están en Uruguay. Tenemos a los autores materiales pero no a los intelectuales”, aseguró la fiscal en un ciclo de conferencias titulado “Agenda antimafia del Mercosur: cooperación transnacional y asistencia técnica para su fortalecimiento institucional” al que asistió El Observador.
También consideró que la solución para combatir el crimen organizado no es solo “meterlos presos”, porque hay quienes dirigen las organizaciones desde las cárceles. “Tenemos que ser más inteligentes que ellos, tenemos que unirnos”, pidió y llamó a “aislar” a los cabecillas de estos grupos que están en prisión.
Este jueves tras conocerse la noticia de la detención de Fernández Albin, el ministro del Interior Carlos Negro dijo: "Seguimos en la senda de pegarle a las organizaciones criminales y pegarle donde más les duele, en los bienes y en el dinero. Eso seguramente tiene las consecuencias que todos sabemos, pero estamos dispuestos a afrontarlas", dijo Negro.