Robert Silva y Gabriel Gurméndez esperaron los resultados de las elecciones internas 2024 con ánimos cambiantes. Los primeros datos fueron contundentes a favor de Andrés Ojeda y la expectativa se centró en conocer quién sería el compañero de la fórmula colorada para octubre.
La dirigencia aguardó que la decisión se conociera antes de la medianoche de este domingo, algo que formalmente no ocurrió, aunque sí se supo que ese lugar será ocupado por el expresidente del Codicen.
Silva llegó poco antes de las 19 horas al Crystal Palace Hotel. Saludó a un grupo de militantes y a asesores y admitió que estaba nervioso.
En un diálogo rápido con la prensa volvió a insistir en que la fórmula del partido debía definirse esa misma noche.
También habló de unidad como algo “fundamental”, y definió como “acertado” que el partido presentara seis candidatos en la elección interna. “Nos revitalizó. (…) Prefiero un partido con multiplicidad de candidaturas y no el partido de candidaturas hegemónicas”, dijo.
Silva siguió el minuto a minuto de los resultados en una habitación del piso 9 del hotel. Las primeras proyecciones que daban como ganador a Ojeda se comenzaron a esbozar sobre las 20.30.
“Está difícil revertir la tendencia”, dijo un dirigente en el búnker del primer piso. A esa altura de la noche el objetivo era asegurarse el segundo puesto, pero Tabaré Viera daba pelea y el resultado era incierto.
Sobre las 21:00 horas Ojeda se pronunció como ganador y en el Crystal Palace todo era tristeza. “No lo puedo escuchar”, dijo un militante con gesto de bronca, mientras otro grupo prestaba atención al televisor.
En ese momento Silva todavía estaba cuatro puntos por debajo de Viera. Fue recién sobre las 22 horas que los números se emparejaron y el expresidente del Codicen sacó ventaja.
El precandidato esperó un rato más para que en la base de datos de la Corte Electoral se cargaran los votos de Canelones, y así poder confirmar que el segundo lugar era suyo. Eso pasó sobre el filo de las 23 horas, momento en que el bajó para felicitar a la militancia y reconocer la victoria de Ojeda en la interna colorada.
Gurméndez y el grito de “Viva Batlle”
Pasadas las 19.00 un puñado de militantes esperaba la llegada del precandidato colorado Gabriel Gurméndez en el Hotel Costanero de la rambla República del Perú. De a poco, el hall y la sala destinada para la dirigencia y militancia comenzaron a llenarse.
“¿Un pálpito?”, preguntó un militante a otro.
“Ganamos. Ese es el único pálpito”, fue la respuesta.
Más allá del comentario puntual el ánimo era mesurado. Poco después de las 20.00 horas llegó Gurméndez y empezó con la ronda de saludos. Luego dividió el tiempo entre una sala de reuniones ubicada en el primer piso –que ofició de búnker- y el salón de la planta baja rodeado de televisores.
Cuando se conoció la primera proyección de escrutinio de la Usina de Percepción Ciudadana –que otorgaba una considerable ventaja al ganador por encima de otros tres precandidatos- nadie se mostró demasiado abrumado.
Pero sí causó algo de sorpresa cuando Ojeda fue el primero en dirigirse a su público, ya que algunos dirigentes entendieron que lo estaba haciendo demasiado rápido. “Vamos a esperar los datos oficiales”, se limitó a decir Gurméndez, que luego volvió a trasladarse al primer piso.
“Somos cuartos”, sentenció sobre las 22.00 horas otro militante para frustrar el optimismo –o la expresión de deseo- de aquel que se había visto primero en la contienda partidaria.
Un rato después el equipo de Gurméndez comenzó los aprontes para ir hasta la casa del Partido Colorado. La foto ya era clara: Ojeda tenía el 40% de los votos, Silva el 22,7%, Gurméndez el 18,3% y Tabaré Silva el 17,5%. Con esa diferencia algunos dirigentes esperaban que la fórmula colorada pudiera acordarse antes de la medianoche en la sede de la calle Martínez Trueba. Pero eso no ocurrió y la definición formal se comunicara este lunes aunque ya se conoció que el candidato a vicepresidente será Silva.
Antes de salir, el expresidente de Antel dio un mensaje en el hall del Costanero. “El Partido Colorado está llamado a ser un protagonista importante ahora y en la coalición y nosotros vamos a poner toda el alma en la cancha porque este hermoso país merece que demos todo”, dijo.
“¡Viva Batlle!”, gritó entre aplausos antes de salir a la rambla.
Minutos después solo quedaban algunos turistas brasileños en el bar que, entre cerveza y cerveza, intentaban comprender lo que había pasado en ese domingo gélido de Montevideo escuchando la explicación de un militante colorado en un complicado portuñol.