"El Fondo Lechero es como un antiinflamatorio"

Por Juan Samuelle, enviado a Florida

No debe ser sencillo presidir a una gremial de productores de leche en estos tiempos...
Y... veníamos lindísimo hasta diciembre, por lo menos las fiestas las pasamos bien, después todo se empezó a complicar y ahora realmente las cosas van de mal en peor. No es fácil, la actividad gremial tiene estas cosas y uno con un equipo de gente trabaja igual para que no quede ningún productor por el camino.

Hay una mezcla explosiva... los precios por los lácteos en caída, la sequía, costos altos...
Y hay una cuarta pata, la baja rentabilidad del sector, algo que no nos habíamos dado cuenta porque veníamos de tres años de muy buenos precios y de un clima excepcional que nos mantenía en una burbuja, creíamos que eso era para siempre y no nos supimos dar cuenta de que eso no era real. Ahora se nos juntaron todas esas cosas en contra, la burbuja reventó. Si el problema es una de esas cuatro cosas la podemos gerenciar, pero todas en contra a la vez es imposible.

¿Cuándo se puede revertir al menos una de las adversidades?
Lo primero que se puede arreglar es el clima, las otras tres son más complejas. La baja rentabilidad, la falta de competitividad, llevará tiempo. En el precio en los mercados no podemos accionar. El costo país tampoco cambiará del día a la noche. La crisis es compleja y ojalá que me equivoque, pero creo que vino para quedarse un rato largo.

Tal como se está diseñando, ¿el nuevo Fondo Lechero es la salida adecuada?
Alguien dijo que eso es como un analgésico, para mi es como un antiinflamatorio, descomprime un poco la situación, como la descomprime el hecho de que Venezuela nos compre hasta fin de año. Pero no son soluciones de fondo, vamos a seguir endeudados por el tema del FFAL, con más deuda para adelante y después de diciembre no sabemos qué sucederá con Venezuela ni con el resto de los mercados internacionales. No está claro el futuro, no lo estamos viendo para nada claro.

¿Y por dónde ven una salida que sea realmente funcional?
No hay una solución mágica, no tenemos claro cómo salir de esto y eso es lo que más nos desaliente, aunque nunca dejamos de luchar y de ser optimistas en cuanto a que todo puede cambiar y pasar este momento duro. Hay múltiples factores incidiendo en forma conjunta y no hay una herramienta que la veamos como útil para revertir ya miso y sin consecuencias malas toda la situación.

¿Hay productores que puedan estar pensando en achicar su producción?
No creo que esa sea una buena estrategia, tenemos muchos costos fijos, el costo familiar, el de funcionamiento, son costos muy altos en los tambos y traerlos a tierra es muy difícil.

¿Aprecian la actitud adecuada en todos los actores del sector para buscar juntos una salida?
De eso estamos convencidos, salimos todos juntos, por eso hicimos esta asamblea –el pasado viernes en la sede de la SPLF–, porque veíamos que era desde el sector primario que estábamos llevando la carga de todo este problema y queríamos sensibilizar a toda la comunidad, esto se arregla entre todos o no se arregla y si no se arregla la va a pagar toda la sociedad, no solo el productor. Puede haber alguien que piense que somos llorones, pero la verdad es que nuestra actividad, a cielo abierto y dependiente de factores que no manejamos, como los mercados o el clima, tiene esa realidad de momentos duros donde se precisa que se comprenda y ayude.

¿Cómo hacen cuando se da un momento tan adverso para que la gente joven siga en el tambo?
Es una de las preocupaciones más grandes. En mi caso, por suerte, mis tres hijas están vinculadas al tambo. Una es veterinaria y las otras dos trabajan y viven en el tambo y quieren seguir. Eso nos da fuerzas. Tratamos de no trasmitirles la inseguridad que genera un momento así, pero tampoco les tapamos el sol con la mano. Son grandes y comprenden. Es la primera crisis que viven, uno ya pasó varias, pero no se si hubo otras como esta que es la tormenta perfecta.

Precisamente, han superado otras crisis, y no hace tanto.
Y a esta de alguna manera la vamos a pasar, lo que tememos es el costo, que no quede nadie por el camino. Una cosa que ha pasado es que de otras crisis hemos salido fortalecidos, con enseñanzas; esperemos que ahora también podamos. El tambero es optimista, no baja los brazos, así que seguirá trabajando, golpeando todas las puertas.

¿Deben mejorar procedimientos porteras adentro?
Sin duda tenemos que hacer cosas para ser más eficientes, hay un dicho chino que es real y dice que siempre se está a tiempo de estar peor, pero yo digo que también siempre se está a tiempo para mejorar.

¿Se sienten comprendidos desde el resto de la sociedad?
Ese es un tema estructural en un país agroexportador donde la agroexportación no se valora por gran parte de la ciudadanía, hay una dicotomía que sigue sin resolverse, el ministro (Tabaré) Aguerre ha insistido en eso, habla siempre y es bueno, ayuda y está más en el ambiente el tema, pero sigue habiendo gente que no se da cuenta, que no lo entiende. En Florida la gente comprende porque una crisis más o menos le pega a todos, pero en otros lugares cuesta más.

Productor lechero en Florida

1. Nació el 18 de febrero de 1954, en San José. Está casado, con Lilian Camilo; tienen tres hijos y dos nietos.
2. Es productor lechero, su establecimiento se llama El Talar y está en Florida.
3. Sus pasatiempos son leer, andar en bicicleta y todo lo relacionado con el campo.
4. En fútbol es hincha de Nacional.