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Maite Pereira, la guerrera silenciosa del básquetbol uruguayo

Es hija de Ruben Pereira, dejó el fútbol por el básquetbol y lleva un año en Brasil a puro crecimiento
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06 de junio de 2020 a las 05:03

"¿Sos la hija de Ruben? ¡Qué doble pisadita que le hizo a los alemanes!” Maite Pereira escucha una y otra vez esa frase cada vez que se revela el lazo familiar que la une con quien fuera un exquisito futbolista de Danubio, Nacional, Peñarol y la selección uruguaya. Pero a pesar de que su padre siempre la incentivó a practicar fútbol, la gurisa –que tiene su carácter– se inclinó por el básquetbol. Y en este deporte se transformó en otro de los grandes talentos juveniles que tiene Uruguay. 

Maite tiene 15 años (cumplirá 16 el 21 de julio) y hace ya una temporada que se fue a jugar a Brasil donde le da un salto de calidad a su carrera.

En acción en Jonville

“Todo el mundo me dice que mi papá fue flor de jugador, pero nunca lo pude ver. Cuando fui a la inauguración del Campeón del Siglo o a la despedida del Tony Pacheco comprobé la admiración que le tiene la hinchada de Peñarol”, dice a Referí.  

Maite, que tiene tres hermanos mayores y una hermana menor, probó de niña con el básquetbol en Cordón siguiendo el camino de sus hermanos, pero después de un par de semanas ya andaba pegándole con los pies a la pelota en el baby de Nueva Palmira. 

“Mi padre siempre tiró para el fútbol, me decía que me iba a llevar a Peñarol, que podía hacer más plata con este deporte. Pero al final le ganaron mis hermanos cuando volvieron a Cordón”. Ahí la vio Rodrigo Marín que la sumó a las preminis del club. Siguió su formación con Juan Carlos Werstein y César Píriz hasta que en una plaza de deportes se cruzó con Victoria Pereyra. 

De la plaza a Goes

“En 2016 trabajé en el municipio B (el Espacio Polideportivo de Ferrer Serra y Democracia) en una actividad de verano gratuita para niñas. Invitamos a todas las niñas del barrio y ahí estaba Maite. Cuando terminó la invité a ir a Goes, que no tenía formativas por lo que ella entrenaba con mayores, aunque no podía jugar. Al año siguiente armamos todas las categorías con las niñas de la plaza”, cuenta Pereyra.

De violeta, al lado de Victoria Pereyra
 

“Iba a todos lados conmigo, la llevaba y la traía a la casa. No pude jugar con ella porque cuando Goes desarmó el femenino nos fuimos a Hebraica Macabi pero a ella no le dieron el pase. Y al final se terminó yendo a Bohemios”, agrega quien es una de las grandes referentes del básquetbol femenino uruguayo. 

“Es tímida, pero da lo máximo en la cancha y rinde donde la pongan a jugar”, dice su compañera en Bohemios y en la selección U17 Florencia Niski con quien compartió un viaje de entrenamiento a China, el año pasado. 

“Por su altura es una jugadora para jugar de base o de 2, pero en la U17 la pusieron de 4 y rindió como loca. Chocaba contra todas, no le importaba nada. Y dando dos años de ventaja. Es una gran jugadora, espero que la pueda seguir teniendo en la selección porque como compañera y jugadora es lo máximo. Por algo está dónde está”, Florencia Niski.

“En la selección me siento cómoda jugando de 1, 2, 3 o 4. Esa variedad de posiciones me ayudó a crecer individualmente. En Brasil, jugando de base me siento más segura”, dice Maite que mide 1,75 m. 

Soy celeste

En 2017, con 13 años, debutó con la selección en el Sudamericano U14 de Popayán. En 2018 disputó el U15 en Puerto Aysén, donde se le ganó por primera vez a Colombia en la categoría, y el año pasado el U17 en Barranquilla donde las celestes fueron quintas, en su mejor ubicación histórica. En este torneo promedió 10,0 en puntos y 2,0 en asistencias.  

"Es una chiquilina increíble, noble, transparente y siempre suma para el equipo. Tiene una personalidad muy fuerte, es madura pero a la vez muy introvertida. Dio dos ventajas en el último U17 pero se integró totalmente al grupo y no dejó notar esas desventajas en la cancha", Alejandro "Gallego" Álvarez, su entrenador en la selección

Pereira a la línea de libres

“Siempre me tocó dar años de ventaja, recién el año que viene voy a jugar con mi generación”, dice anhelante. 

Brasil, la tierra soñada

“Con esta oportunidad Maite va a llegar muy lejos, está en el mejor básquetbol sudamericano que es el de Brasil; es el mejor lugar para formar jugadoras y ahí vive como una profesional. Vive del básquetbol, está sola, le pagan por jugar estudia, tiene casa y comida. Es una oportunidad única”, comenta Pereyra. 

Victoria Pereyra

Maite defiende a Sociedade Ginástica de Joinville, en el estado de Santa Catarina. 

"La conocí jugando un amistoso con la U15 contra Goes y le vi terrible potencial, tiene un físico tremendo que sabe aprovechar, tiene gran futuro porque entrena muy duro. Se fue con 14 años sola a Brasil. La quiero siempre en mi equipo: lee el juego, es súper tranquila, tiene tiro de 3, es completa y tiene mucho para seguir creciendo", Camila Kirschenbaum

Llegó con 14 años. “Ahí mi padre fue clave para convencer a mi mamá que tenía un poco de miedo”, cuenta la protagonista de esta historia. 

Le costó una semana adaptarse al idioma. “Me recibieron muy bien, vivo en un apartamento del instituto junto a cinco compañeras. Son todas brasileñas, soy la única extranjera”. 

“Se pasan bailando samba, pero a mí no me gusta bailar. Les pasé algunos piques de temas de reggaetón y les intento enseñar español, pero a veces me colman la paciencia”, dice con voz seria soltando al final una risa. 

Sus rutinas distan mucho de la realidad deportiva que tenía en Uruguay. 

Se levanta temprano, asiste a clases –en las que se está transformando en experta de la geografía y la historia de Brasil–, almuerza y luego va a entrenar. Desde la hora 14 a las 18. A las 20 tienen a disposición la cancha para ir a tirar, algo que siempre hace salvo que tenga deberes. 

“El femenino tiene una cancha exclusiva”, dice.

“Crecí pila como jugadora, físicamente están muy despegadas las brasileñas. Pero también crecí mentalmente. En Uruguay erraba y me frustraba, acá aprendí a errar y a volver sin frustrarme. Crecí en lo técnico y lo táctico con la calidad de los entrenamientos”, cuenta Maite. 

Goleadora estadual U15

A pesar de esas diferencias, cuando pisó la cancha dejó su marca. Su carácter, su personalidad, su gran talento, su sangre de campeona. En el Estadual U15 fue goleadora y su equipo terminó tercero. También jugó en categoría U19 y salió campeona. 

Con el trofeo de campeona

Ahora está a la espera de que se reanude la actividad aunque sus entrenamientos no han cesado. 

Quiere seguir un año más en Brasil y luego explorar otro básquetbol. Tal vez Estados Unidos, tal vez Europa. 

Pero también aspira a crecer integralmente: “Quiero estudiar para contadora, me gustan los números”. Es completa. 


 

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