El lunes se entregó el de Medicina, el martes el de Física, el miércoles el de Química. El viernes se entregará el de Economía y la próxima semana el de la Paz. ¿Y el Nobel de Literatura? El premio, que en circunstancias normales se hubiera entregado este jueves, fue postergado por parte de quienes se encargan de entregarlo, la Academia Sueca. Las razones para este cambio se remontan a mayo, y su impacto aún no se ha terminado de definir.
En el medio de la polémica y la suspensión está el francés Jean-Claude Arnault, un fotógrafo que no integra la Academia, pero está casado con una de sus integrantes, la poetisa y dramaturga sueca Katarina Frostenson, y tiene un vínculo estrecho con el organismo que entrega el Nobel. Arnault fue señalado como responsable de la filtración de siete ganadores -incluyendo a Bob Dylan en 2016- y de tener un conflicto de intereses al ser responsable de un centro cultural financiado parcialmente por la Academia.
Pero el escándalo mayor se desató en mayo cuando se publicaron datos sobre una situación de abuso sexual y una violación de la que Arnault fue acusado por una escritora y académica, y que llevó a destapar acusaciones tanto en Francia como en Suecia de otros 18 casos similares ocurridos durante un período de 20 años.
Algunos ya habían prescrito, otros no tenían la evidencia suficiente, pero la acusación original acabó en los tribunales, donde el lunes Arnault fue condenado a dos años de prisión por abuso sexual, una sentencia que ya anunció que apelará. Por otra parte, fue declarado inocente por la violación.
El caso sacudió a la Academia Sueca, a la que abandonaron siete de sus 18 integrantes, incluyendo Frostenson y la secretaria permanente de la institución, Sara Danius. En ese contexto, el director ejecutivo de la Fundación Nobel, Lars Heikensten, publicó un comunicado en el que anunciaba que el premio Nobel de Literatura de 2018 no se entregaría, sino que sería pospuesto y en principio, anunciado en conjunto con el de 2019, aunque eso podía cambiar, dependiendo de si se percibía una "restauración de la confianza" en la Academia.
"La crisis de la Academia Sueca ha tenido un efecto adverso en el Premio Nobel, y lo notamos", dijo Heikensten. "A nivel internacional, la Academia está asociada solamente con el premio, mientras que en Suecia la distinción entre el premio y la institución está más establecida. Y también se tiene más claro que la Academia y la Fundación Nobel son instituciones separadas". Pero la imagen del premio se decidió salvaguardar y dar tiempo a la Academia de reformarse y revisar sus errores en el manejo de esta situación y a nivel estructural, comentó el director.
Si bien la situación anuló temporalmente el premio, no han faltado quienes intentaran reemplazar o definir quien se habría llevado el Nobel. Un grupo de 100 figuras de la cultura sueca instauró una "nueva Academia", con la que generó un premio alternativo que tuvo entre sus finalistas (postulados por libreros y lectores suecos) al estadounidense Neil Gaiman, al japonés Haruki Murakami -un eterno candidato al Nobel y que acabó bajándose de este premio- la vietnamita-canadiense Kim Thuy y la francesa Maryse Condé. El galardón se entregará en diciembre.
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