Un anónimo difundió en una plataforma de acceso público al menos 1.603 archivos de la dictadura. El material empezó a subirse al sitio web el 18 de abril y concentra entre otros —bajo el título Archivos del Terror de Uruguay— los rollos microfilmados de la colección Berrutti.
Mediante la detección de palabras clave —como si fuera el buscador de Google— cualquier usuario puede revisar si el apellido, el nombre o lugar que desea encontrar figura entre esos miles de archivos.
Aquí le presentamos una guía básica para facilitarle la pesquisa, siempre bajo la advertencia que parte del material puede ser sensible, que hay declaraciones bajo tortura cuya veracidad podría estar en duda, y el aviso de que una búsqueda exhaustiva implicaría la revisión manual página a página.
Los 1.603 archivos publicados hasta la mañana de este 16 de junio —y puede que la cifra aumente con el correr de los días— fueron difundidos en la plataforma Internet Archive. Es una biblioteca digital, de acceso libre y gratuito, que la gestiona una ONG californiana.
Como lo indica su nombre, esta biblioteca contiene archivos de internet y suele usarse para hallar publicaciones web que fueron borradas. Pero también tiene la posibilidad de cargar nuevos materiales digitales, como es el caso de los Archivos del Terror de Uruguay.
Al igual que una biblioteca, el sitio web contiene colecciones, esas colecciones tienen archivos y cada uno de esos archivos puede albergar miles de páginas de texto, o imágenes, o videos. En el caso de Archivos del Terror de Uruguay suele encontrarse rollos microfilmados de aquellas fichas, investigaciones, declaraciones, estudios médicos y un largo etcétera que habían guardado los organismos de las Fuerzas Armadas.
Lo primero que tiene que hacer es entrar a la colección de Archivos del Terror de Uruguay. Puede hacerlo directo a través del siguiente enlace. Como ocurre en la mayoría de bibliotecas gratuitas, es probable que si accede por primera vez le aparezca un cartel sobre si quiere colaborar con dinero o si acepta las cookies.
Si el dispositivo en el que usted está buscando es una computadora de escritorio u otra pantalla apaisada, le desplegará arriba una descripción genérica de la colección, un menú en la margen izquierda y los distintos archivos/rollos a la derecha y hacia abajo. En el caso de un móvil es probable que el menú de búsqueda esté encima y debajo las carpetas.
Como ocurre en cualquier buscador de internet, use la caja de búsqueda para escribir allí la palabra clave. Eso sí: recuerde que este sistema de búsqueda identifica los caracteres en aquellos textos que la máquina puede leer. Dicho de otro modo: si un apellido aparece escrito en manuscrita y como una foto bastante borrosa, es probable que el buscador no lo detecte.
A su vez, como se están buscando caracteres (letras o números) el sistema identificará todas las palabras que contengan esa secuencia y no necesariamente la que usted desea buscar. Tenga especial cuidado cuando son nombres demasiado populares —como González o Rodríguez— porque le encontrará ese apellido en casi la mayoría de archivos.
Una manera de aproximar la búsqueda es escribiendo una secuencia de más de una palabra y encerrando entre comillas. Por ejemplo: si escribe solo Mujica le desplegará al menos 795 archivos. Pero si pone “José Mujica” se le acortará a 307 resultados en el que aparece exactamente ese nombre seguido de ese apellido.
Debajo del casillero de búsqueda figuran distintos criterios de selección. Para buscar una palabra específica que esté contenida en los textos, deberá deseleccionar Metadata que está por defecto y, en su lugar, apretar en Text contents.
Luego puede afinar la búsqueda por años, contenido, lenguaje y otras opciones (siempre en base a cómo fueron cargados los archivos y cómo los detecta la plataforma).
Cuando ingresa en uno de los archivos o rollos lo derivará a una nueva página (puede pedirle que se lo abra en una nueva pestaña haciendo click derecho y seleccionando Abrir enlace en una nueva pestaña). Como usted puso palabras clave, el rollo que abra le indicará todos los resultados en que figura esa palabra. Puede ir saltando de uno a otro con las flechitas al lado de resultados o bien ir página a página manual.
Como los archivos contienen fichas armadas con máquina de escribir o a mano, también fotos, electrocardiogramas y otros estudios médicos, dentro de un largo etcétera, le conviene usar la lupa para acercarse al contenido y leer mejor. Luego navegue como lo haría en cualquier archivo PDF.
En este sentido, le recomendamos que seleccione la opción de pantalla completa para una mejor visual.
El archivo o rollo abierto puede descargarse en dos formatos: en PDF o ePUB (especie de libro electrónico). Para ello tiene que dirigirse a los tres puntitos horizontales del menú derecho, debajo de la lupa de búsqueda, apretar en la flecha apuntando hacia abajo que indica descarga (download en inglés) y luego el formato que desea.
El archivo ya está en su dispositivo y puede operar con él como lo hace con cualquier otro archivo.
Otra vez: recuerde que el material que está descargando no necesariamente es la verdad revelada, se desconoce el interés del anónimo que lo difundió (puede que sea una operación de contrainteligencia o un simple acto altruista), aparecen nombres de personas inocentes y hasta sus historias clínicas, puede que haya datos engañosos, otros falsos y algunos obtenidos bajo tortura.
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