Rodrigo Arim es reelecto en el cargo de rector de la Universidad de la República,

Nacional > Elección de rector

Rodrigo Arim, el lector insaciable y discutidor que fue reelecto como rector de la Udelar

El economista Rodrigo Arim fue votado con 93 votos en 112 acreditados para conducir otra vez la Universidad de la República
Tiempo de lectura: -'
12 de octubre de 2022 a las 20:45

El hombre que considera que la Universidad de la República (Udelar) tiene una “estructura pensada para 1958”, fue reelecto en la noche de este miércoles como rector de la Udelar, justo el mismo día en que se cumplió el 64° aniversario de la Ley Orgánica de 1958 en que la universidad está anclada.

La Asamblea General del Claustro, el máximo órgano de la Udelar, reeligió este martes al economista Rodrigo Arim con el respaldo de 93 delegados de estudiantes, docentes y egresados. Obtuvo 93 votos en 112 acreditados.

Fue una designación rápida y “en paz”, sobre todo en comparación con la primera vez en que había sido nominado. Porque aquella noche del 10 de octubre de 2018, en que Arim le ganó la elección a Roberto Markarian, los gritos de algunos estudiantes que desde las barras del Paraninfo coreaban “gane quien gane, pierde la universidad”, no le permitieron dar su discurso de victoria.

Esta vez fue diferente. Porque Arim llegó a su reelección como candidato único y con apoyos amplios, en buena medida por cómo timoneó la Universidad en medio de la pandemia del covid-19.  “Es imposible abstraerse de la emergencia sanitaria para hacer un balance de la gestión: nos cambió como personas y como institución”, reconoció a El Observador el economista de 50 años en la previa a la votación. 

Pero más allá de la labor que tuvo la Udelar en pandemia —adaptando el régimen de estudio, creando los test de diagnóstico, el grupo de vigilancia de nuevas variantes del virus y un largo etcétera—, “la institución no se quedó solo en lo inmediato: se creó la Facultad de Artes y el centro regional del noreste (Rivera, Melo y Tacuarembó), se implementó el cambio del estatuto docente, la expansión de posgrados y el ordenamiento de los recursos extrapresupuestales”, resume. Eso le valió que este miércoles, tras la reelección, los decanos de las distintas facultades le dedicaran una carta de apoyo.

El covid-19, sin embargo, cambió los planes que Arim tenía en mente. Porque su objetivo inicial era “acabar con la división de universitarios de primera y de segunda”, en referencia a que la ley Orgánica de 1958 y otras disposiciones hacen que las facultades más nuevas no tengan voto o bien que los centros regionales no estén integrados a las áreas temáticas. Además, la propia organización “a veces enlentece demasiado la toma de decisiones”.

Es por eso que, para este nuevo mandato, el rector se propone “al menos acabar el período con una definición clara de qué se quiere como universidad y qué cambios normativos son necesarios para alcanzar esa definición”, admite a El Observador.

“En el escenario de covid-19 era imposible ponerse a discutir qué medidas concretas son las necesarias, aunque sí se pudo avanzar en la creación de una comisión que está estudiando las posibles modificaciones”, dice Arim, quien reconoce que “no es necesario que cambie toda la ley (Orgánica), sino un tratamiento quirúrgico de lo que realmente hace a que la Universidad sea más democrática y eficaz”.

Esto mientras avanza en otro objetivo de su período: la creación de un instituto central de investigación en que algunos grupos, con académicos locales y extranjeros, tengan financiamiento permanente.

El lector insaciable que fue decano y rector

Quienes lo conocieron de chico, cuentan que Rodrigo Arim, el mayor de tres hermanos, leía cuanto texto estaba a su alcance, aunque tenía especial devoción por las biografías y la política. Era discutidor, de esos que en el bachillerato se cambiaron del colegios privado al liceo público “por convicción”, y que de adolescente divulgaba sus ideas en la revista barrial Maní Caliente.

Su madre era una psicoanalista de Colonia y su padre un abogado del Chuy. Ambos habían podido estudiar gracias a las becas universitarias, una herencia que a Rodrigo lo marcó a fuego y forjó su interés por “democratizar el acceso a la Udelar” y por descentralizar los servicios (de hecho, en el ambiente académico se lo conoce como un continuador de la reforma Arocena).

Esa mezcla de discutidor y lector insaciable lo condujo al dilema de si estudiar Historia o Economía, pero su preocupación por las inequidades sociales (su área de investigación en el Instituto de Economía), lo hicieron inclinarse por la segunda opción.

Fue militante estudiantil, trabajó en el Círculo Católico para costearse la carrera de economista, fue profesor titular, decano, reformó el plan de estudios en su facultad, amenazó con renunciar porque consideraba que las transformaciones eran tímidas, fue columnista en medios de comunicación, asesoró en la OPP, se consideró un “frentista independiente”, y luego fue el rector más joven de la Udelar desde el retorno de la democracia. Ahora, con 50 años y un segundo mandato por delante, sigue leyendo en medio de una montaña de expedientes y títulos que firmar. 

El apoyo de los decanos:

Decanos apoyan a Arim by El Observador on Scribd

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...